
Parece que cada vez se consumen menos platos de cuchara. Es una lástima, porque poseen un gran número de propiedades, son saciantes y sientan muy bien durante los meses más fríos del año. Por todo eso, merece la pena pasar…
Junto a la necesidad de un programa de ejercicios físicos diarios, se encuentra la alimentación balanceada. Es importante empezar el día con un buen desayuno; para ello, este pudín proteico de chocolate es una excelente elección.
Uno de los más grandes desafíos de mantener una nutrición funcional y equilibrada es conciliar la meta de conquistar el cuerpo soñado con las ganas de comer dulce. Pensando en ello, esta receta de un pudín proteico de chocolate es ideal para empezar tus días con mucha energía.
Si bien todas las comidas son importantes, el desayuno es el punto clave en una dieta equilibrada. Al despertar, el cuerpo necesita recibir los nutrientes esenciales para activar el metabolismo y permitirnos ‘arrancar’ el día con energía.
Si tomamos un desayuno débil, probablemente nos sentiremos cansados en varios momentos del día. Esto, además, sin mencionar que irremediablemente nos veremos obligados a comer más durante la mañana.
Lógicamente, un desayuno ‘débil’ no se refiere a la cantidad de comida ingerida, sino que a la calidad nutricional de lo que consumimos luego de despertar. Más vale comer una porción moderada de un plato rico en proteínas y grasas buenas que consumir una enorme cantidad de ‘calorías vacías’ o sobrepasarse con los carbohidratos refinados.
Por ello, un pudín proteico de chocolate puede ser la alternativa ideal para un desayuno nutritivo, delicioso y moderado en calorías. A continuación, presentamos dos recetas: la primera es de un pudín tradicional, mientras que la segunda nos enseña a preparar un cremoso pudding de chocolate.
Para los que buscan una opción más económica y práctica, esta receta de pudín de chocolate exprés alegrará sus desayunos:
Para complementar un desayuno saludable y nutritivo, podemos añadir frutas frescas o bayas al pudín proteico de chocolate. Una excelente opción es utilizar frutos rojos con alto contenido de antioxidantes naturales y moderados en azúcares, como los arándanos y las frutillas.
Por último —y no menos importante—, te recordamos la importancia de consultar un nutricionista para establecer una dieta equilibrada, funcional y optimizada según tus objetivos y las necesidades de tu organismo. Además, antes de empezar una rutina de entrenamiento físico, consulta a tu médico de confianza.