Análisis de Chris Froome
De padres británicos, pero keniata de nacimiento, Chris Froome es considerado uno de los ciclistas más fuertes del mundo en cuanto a carreras por etapas se refiera. Además, se le considera un excelente escalador y un eximio contrarrelojista.
De la mountain bike a la carretera
Cuando aún vivía en Kenia, Chris Froome practicaba mountain bike, pero tras mudarse a Johannesburgo cambia de disciplina y se decide por el ciclismo de ruta.
Su carrera profesional comenzó en 2007, cuando se une al equipo Konica Minolta y gana la sexta etapa de la Vuelta a Japón. Ya conseguida la nacionalidad británica proviniente de sus padres y abuelos, es seleccionado para representar a su país de adopción en los campeonatos del mundo celebrados en Italia.
Tras ganar el Giro del Capo II en 2009, ficha para el equipo inglés Sky Professional, pero no goza de un buen rendimiento en sus participaciones de ese año. Parecía que nada le salía bien y, para más inri, le diagnostican una enfermedad llamada bilharzia, causada por gusanos, muy frecuente en África.
Afortunadamente, se recupera por completo y regresa a las carreras. Por muy poco no se lleva la victoria en la Vuelta Ciclista a España –queda en segundo puesto a 13 segundos del primero– y se convierte en favorito para la siguiente temporada.
En 2012 se prepara para el Tour de Francia, pero no como uno de los ciclistas importantes del equipo, sino como ‘gregario’ o ayudante, por llamarlo de alguna manera. Al parecer eso no le gustó demasiado, ya que en dos ocasiones dejó al líder Bradley Wiggins en desventaja durante las etapas de montaña.
En ese año, además, Chris Froome participa de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y obtiene la medalla de bronce en la prueba de contrarreloj. ¿Quién ganó el oro? ¡Justamente Wiggins!
Para 2013 ya es uno de los favoritos del pelotón internacional para el Tour de Francia. De hecho, en cada prueba se perfilaba un poco más como ganador, hasta que finalmente… ¡Se alzó con el triunfo en París!
Tras un año espectacular, el 2014 sería poco exitoso para el ciclista, quien cae en dos etapas consecutivas del Tour de Francia y se fractura la muñeca izquierda y la mano derecha. Estos accidentes lo llevan a abandonar y perder la posibilidad de coronarse bicampeón.
Campeón, campeón y más campeón
A partir de ese momento, las buenas noticias no paran de llegar a la vida profesional de Chris Froome. En 2015 lidera casi todo el Tour de Francia y termina ganándolo de manera espectacular: comienzan allí los rumores de que varios corredores se dopan antes de participar, pero no se puede comprobar.
En 2016 gana por tercera vez el Tour de Francia, con una ventaja de más de cuatro minutos con respecto al segundo, el francés Romain Bardet. Ese año, asimismo, participa de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y obtiene la medalla de bronce en la prueba de contrarreloj; y antes de terminar el curso se adjudica el segundo puesto en la Vuelta Ciclista a España.
Sin lugar a dudas, el 2017 fue un año inolvidable para Chris Froome porque no solo consigue su cuarto Tour de Francia, sino que además… ¡Gana la Vuelta Ciclista a España! Aunque había mucho que celebrar, la diferencia con los demás competidores no fue tan abismal como en ocasiones anteriores.
Chris Froome y el doping positivo
Se cumple aquel refrán que dice ‘una de cal y otra de arena’, y es que tras esos dos logros tan importantes para su carrera, llegaría la notificación por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI) del doping positivo. Ello es, sin duda, mancharía la trayectoria de Froome.
Según el informe, los resultados de las dos muestras tomadas durante la Vuelta Ciclista a España de 2017 confirman que el deportista utilizó sustancias –concretamente un broncodilatador llamado salbutamol– prohibidas según el reglamento.
Si bien en su defensa se puede indicar que es asmático y necesita dicho medicamento, lo cierto es que la cantidad ingerida sería superior a la permitida; y ello repercutiría favorablemente en su rendimiento deportivo al otorgarle más oxígeno y más resistencia física que sus adversarios.