¿Qué motiva a las personas en los deportes extremos?
Una cuestión muy interesante analizada con frecuencia es qué motiva a las personas a hacer deportes extremos. Parece curioso cómo algunos experimentan placer poniendo en riesgo su vida por un subidón de adrenalina momentáneo.
Los deportes extremos son aquellos en los que se lleva al límite a las capacidades físicas y mentales. No son aptos para todas las personas y practicarlos requiere tanto de unas cualidades físicas impresionantes como también de una mentalidad de hierro.
Desde fuera, los deportes extremos no dejan indiferente a nadie y suscitan todo tipo de reacciones para los espectadores. Algunas de estas reacciones son positivas, otras negativas, pero lo que está claro es que algo tienen que tener para que resulten tan adictivos y seductores.
Por ello, a continuación abordaremos algunas posibilidades sobre qué motiva realmente a las personas a hacer este tipo de deportes extremos.
El subidón de adrenalina es adictivo
Si hay algo que caracteriza a los deportes extremos es el subidón de adrenalina que se produce cuando se pone en riesgo al cuerpo. La sensación de sentirse vivo o de que se está haciendo algo peligroso puede llegar a ser adictiva para las personas que disfrutan los deportes de riesgo.
La adrenalina es una hormona que se encarga de activar el cuerpo para la acción, algo equivalente a la lucha o huida dominada por el sistema simpático y liberada por las glándulas suprarrenales. Cuando esta corre por la sangre los músculos se tensan, la respiración se hace entrecortada y el corazón late más rápido para poder bombear más sangre al organismo que se encuentra en una situación límite.
Al respecto y según un estudio realizado por la Universidad Central de Ecuador, el deportista extremo lo es como consecuencia de una interacción entre factores genéticos y de personalidad. Entre los factores de personalidad destacan el gusto por la exploración, la persistencia, la extroversión y las emociones positivas.
Probar nuevas experiencias fuera de la rutina
Muchos deportistas agradecen tener una rutina de entrenamiento. Gracias a ella pueden mantener la constancia y la disciplina para entrenar todos los días.
Sin embargo, otros se aburren fácilmente de la regularidad y necesitan experiencias nuevas para romper con la rutina. Los deportes de riesgo pueden convertirse en una oportunidad para salirse de lo establecido y tener experiencias que no están al alcance de cualquiera.
Tampoco se trata de personas que son incapaces de establecer una rutina. Muchas de ellas tienen un trabajo normal y unas obligaciones diarias, pero cuando se trata de ocupar el tiempo libre disfrutan con aquello que sea muy diferente a su vida cotidiana.
Es una forma de superar los miedos y ponerse al límite
Es normal sentir miedo en situaciones de riesgo. Aún así en muchas ocasiones el temor es más un producto de la mente que la amenaza real que se tiene que afrontar.
Los deportes de riesgo implican cierto peligro, y este componente es clave, pero no suponen una amenaza si se realizan con cuidado y responsabilidad. Esto requiere aprender de la mano de los profesionales y tener siempre una dosis de sentido común para identificar una situación con demasiado riesgo para la vida.
Cada vez que una persona se embarca en una aventura de riesgo, en realidad se está demostrando a ella misma que es capaz de hacer cosas increíbles. De hecho, tiene mucho mérito exponerse a tales situaciones solo por el placer, sin obtener una recompensa material a cambio.
Los deportes de riesgos, excitantes y temidos a partes iguales
Puede que los deportes de riesgo no sean para todo el mundo, pero esto no significa que aquellos que los practican sean unos temerarios que no aprecian su vida.
Al contrario, otra manera de verlo es que las personas que disfrutan de los deportes de riesgo aprecian tanto la vida que desean vivir experiencias únicas que no todo el mundo es capaz de animarse a transitar.
Sea como fuere, hay muchos motivos por los cuales los deportes extremos resultan adictivos. La adrenalina se postula como una razón muy fuerte, pero también hay otras como la necesidad de romper la rutina o un forma de fortalecer la valentía. Todo esto es fácil de narrar, pero solo hay una manera de comprobarlo como vivenciarlo en carne propia.
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- Etayo, M. (2009). Análisis de los rasgos de personalidad en deportistas adultos jóvenes que practican deportes extremos acuáticos. Caracas, Colombia.