Cómo agarrar una raqueta de pádel
Existen diferentes maneras de agarrar una raqueta de pádel y conocerlas todas nos permite jugar de forma más completa y eficaz. Si bien hay más de diez empuñaduras diferentes, en este artículo nos centraremos en las tres más importantes. Sigue leyendo para enterarte cuáles son.
Agarrar una raqueta de pádel: lo básico
Cuando estamos dando los primeros pasos (o golpes) en este maravilloso deporte, lo primero que debemos saber es que existen diversas maneras para agarrar la pala o raqueta. ¿Cómo elegimos cada empuñadura? Todo dependerá de las circunstancias del juego y del golpe que se desea realizar.
Por este motivo los jugadores profesionales van modificando la toma varias veces en un mismo partido o punto: la inclinación de la pala está relacionada con el golpe que se le da a la pelota.
Aunque la polivalencia de empuñaduras es un paso más adelante en la práctica -es decir, después de haber entrenado un poco- es bueno tener en cuenta que a futuro tenemos la posibilidad de cambiar la forma en que agarramos la raqueta y que podremos pasar la bola más fácilmente si somos rápidos y elegimos la mejor opción al instante.
Ahora bien… ¿cómo podemos guiarnos para agarrar bien la raqueta? La debemos tomar como si estuviésemos estrechándole la mano a alguien. Podemos pedirle a nuestro compañero o entrenador que nos la entregue sujetándola por ‘la cabeza’ (la parte ancha).
Luego dejaremos el pulgar de un lado y los cuatro dedos restantes del otro. Descenderemos la mano siguiendo la línea del perfil de la pala hasta alcanzar la empuñadura (la parte inferior). A continuación cerramos la mano para aferrarnos bien a la raqueta.
Esta opción para agarrar una raqueta de pádel es la básica y primera que se enseña a los que recién comienzan en el mundo de este deporte. Se la conoce como ‘continental’ o ‘martillo’ y nos permite golpear con más naturalidad y facilidad… ¡Ideal para principiantes!
Además como únicamente tenemos que preocuparnos por dejar el puño cerrado y mover la muñeca para darle dirección a la pala, podemos prestar atención a otras cosas que al principio nos pueden costar puntos (como por ejemplo los desplazamientos).
No olvides que debes sentir cómodos a muñeca, la mano, los dedos e incluso el brazo y el hombro: una postura forzada puede llevar a contracturas o lesiones; además al principio te recomendamos que no trates de cambiar la empuñadura ya sea que das golpes de derecha (o drives) o de izquierda (o de revés).
Si bien es un poco tedioso pasarse un par de clases solo practicando la empuñadura continental y dejando de lado la emoción del juego, lo cierto es que si no sabemos cómo agarrar la pala desde el principio luego nos será más difícil progresar y cambiar de empuñadura. Comenzar con una técnica incorrecta limita nuestra posibilidad de seguir aprendiendo.
Dos tipos más de empuñadura de la pala de pádel
Ya os hemos hablado de la más común de las formas de agarrar una raqueta de pádel, ahora es el turno de las otras dos más comunes: este de derecha y este de revés. Por supuesto que hay otras más, las cuales son compartidas con el tenis y que tienen nombres como ‘oeste de revés’, ‘semioeste de derecha’, ‘este de revés’ y ‘semieste de derecha’, etc. Pero no vamos a detallar una por una (quizás más adelante sí), sino que describiremos las dos básicas luego de la continental:
1.Este de derecha
Se puede usar en diversas situaciones, entre ellas los golpes planos de derecha, los golpes de revés en bolas muy bajas y en los remates de potencia (nos permite golpear muy fuerte). Para tomar la pala al estilo ‘este de derecha’ debemos agarrarla con la mano izquierda apuntando hacia adelante, y luego apoyar la palma derecha en la superficie de la parte más grande de la raqueta. Descendemos la mano derecha hasta la empuñadura y la cerramos.
2.Este de revés
Si bien lleva este nombre (que proviene del tenis), no quiere decir que únicamente la podemos utilizar para dar un golpe de revés o zurda; también ‘acepta’ golpes de derecha. Existen cuatro situaciones específicas donde conviene emplearlo: en la defensa de derecha con bolas muy bajas, en los golpes planos de revés, en los remates por tres (metros) y en el ‘golpe de la víbora’ (ideal para los que no poseen un buen remate).
Para agarrar una raqueta de pádel de esta forma colocamos la pala en forma paralela al suelo, apoyamos la palma de la mano en la empuñadura con el dedo gordo apuntando hacia nosotros y luego cerramos el puño. Con la mano contraria tomamos la raqueta en la parte del centro.