Florence Griffith, la mujer más rápida del mundo

Florence Griffith marcó dos récords en 1988 que aún siguen sin romperse. Con una carrera tan veloz como sus piernas y una vida que terminó muy pronto, esta atleta sigue estando en el salón de la fama.
Florence Griffith, la mujer más rápida del mundo
Yamila Papa Pintor

Revisado y aprobado por la periodista deportiva Yamila Papa Pintor.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 26 mayo, 2023

Hace más de 30 años, se rompieron los récords de 100 y 200 metros en atletismo, ambos por la misma deportista: Florence Griffith. Aún nadie ha podido superarla. Te contamos sobre la mujer más rápida del mundo en el siguiente artículo.

La corta vida de Florence Griffith

Era conocida como Flo-Jo y había nacido en Los Ángeles, en 1959. Su vida fue tan rápida como la velocidad de sus carreras, ya que falleció demasiado joven, con tan solo 38 años. En las siguientes líneas, queremos homenajear a la que sigue siendo la mujer más veloz del planeta.

Procedente de una familia de bajos recursos, desde niña comenzó a competir en carreras de la escuela y ganaba a compañeros mayores. Si bien tenía muchas cualidades, debió abandonar el colegio para trabajar y ayudar en casa.

Todo cambió cuando Bob Kersee la conoció y le dijo que tenía potencial como velocista a nivel internacional. Entonces, le consiguió una beca para la UCLA y empezó a entrenar a diario. Los resultados no tardaron en llegar, al ganar varios campeonatos universitarios.

Su debut en una competencia fuera de Estados Unidos fueron los Campeonatos del Mundo de Helsinki 1983, en los que salió 4° en los 200 metros.

Un año más tarde, participó de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, en los que consiguió la medalla de plata. Tras la competencia, se casó con el atleta Al Joyner, campeón olímpico de salto triple y cuñado de Bob Kersee.

Temporalmente, Florence se alejó de los entrenamientos, pero al poco tiempo retomó para prepararse en lo que serían sus mejores y últimos juegos: Seúl 1988. Antes de ello, ganó el oro de los 4 x 100 y una medalla de plata en los 200 metros durante el Campeonato Mundial de Roma 1987.

Florence Griffith es la mujer más veloz de la historia.

Florence Griffith y sus marcas que aún persisten

En los trials de Indianápolis de 1988, que clasificaban a los juegos olímpicos de ese año, Florence Griffith marcó un nuevo récord en los 100 metros: 10,49 segundos. Su plusmarca era bastante superior a la anterior, conseguida por Evelyn Ashfornd, de 10,76 segundos. Hasta el momento, nadie ha podido batirla.

Los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 marcaron un antes y un después en la vida de la atleta, y también en la de las carreras. Su actuación fue realmente impresionante, digna de destacar, ya que no solo se llevó tres medallas de oro (100 metros, 200 metros y 4 x 100 metros) y una de plata (4 x 400 metros), sino que batió otra marca en los 200 metros: 21,34 segundos. Ninguna atleta femenina ha podido correr más rápido que Florence.

Con 29 años y en lo más alto de su carrera, Griffith anunció la retirada de las pistas después de los Juegos Olímpicos. Al ser una persona más que mediática, se dedicó a la publicidad, tuvo su línea de ropa y hasta una muñeca llamada Flo-Jo.

La muerte prematura de Griffith

Si bien nunca se pudo comprobar, hubo rumores que indicaban que Florence Griffith había utilizado drogas para mejorar su rendimiento y lograr marcas imposibles para la época (e incluso para la actualidad). Se decía, además, que el cuerpo hipermusculado de la atleta se debía al consumo de ciertas sustancias, debido a que su musculatura había aumentado en muy poco tiempo.

También pareció extraño que se retirase de las pruebas profesionales luego de que se anunciara que las pruebas de drogas se harían al azar fuera de la competencia a partir de la siguiente temporada a los Juegos.

Esta atleta récord tuvo una muerte prematura.
Imagen: Gulf News.

Si a esto le sumamos el hecho de que la familia afirmara que la atleta padecía de convulsiones desde 1990 y que había sido tratada durante los años siguientes, quizás se pueda explicar que su muerte haya sido a tan temprana edad.

En septiembre de 1998, falleció mientras dormía, en su casa de Mission Viejo; tenía 38 años. Las investigaciones indicaron que Florence Griffith tenía una anormalidad cerebral y que en su organismo solo presentaba dosis mínimas de medicamentos comunes como un antihistamínico y un analgésico.

Florence Griffith es recordada por su imagen: siempre iba muy maquillada, con ropas llamativas y unas larguísimas uñas pintadas de diferentes colores. Por supuesto, también se la rememora por ser, hasta el momento, la mujer más rápida del mundo.


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