Análisis de la conducción de Sebastian Vettel
Para casi todos la adolescencia es una etapa cargada de inseguridad y torpeza, pero también es un momento para empezar a mostrar sus destrezas y habilidades especiales, y puede que estas vayan ligadas a un volante; este es el caso de Sebastian Vettel, quien se abrió camino en el mundo de motor entre una competencia feroz.
Los inicios de Sebastian Vettel
Nació en Alemania un 3 de julio de 1987, y a la corta edad de 8 años se inició en la categoría de karting, donde demostró su gran destreza ganando varios campeonatos.
Ya en el año 2003, se hizo con un puesto en una de las categoría de monoplazas para jóvenes, específicamente en la Fórmula BMW, donde no tuvo rivales, arrasó con 18 victorias de 20 posibles.
En 2005 hace su aparición en la Fórmula 3. Gracias a su victoria en la temporada anterior en la Fórmula BMW, se le concede probar un monoplaza de F1; un WILLIANS FW27. Continuó compitiendo en la Fórmula 3 logrando subiendo al cajón del podio de forma reiterada.
Su salto a la Fórmula 1
Su buen desempeño no pasó desapercibido, y en el 2006 pasó a ser piloto probador de la escudería BMW Sauber, logrando debutar al participar en el Gran Premio de EEUU en sustitución de Robert Kubica.
Con esa aparición y el resto de su palmarés, hizo que otro equipo de la F1 se fijara en él. Así que para el año 2008, ya era piloto oficial de la escudería Toro Rosso. Durante su primera temporada consiguió una pole position y una victoria en el Gran Premio de Italia, bajo un copioso manto de lluvia.
Al año siguiente el joven piloto pasó al equipo Red Bull, la escudería ‘adulta’ del gigante patrocinador, y batalló hasta el final, aunque no logró alzarse con el campeonato.
La época ganadora
La determinación y destreza de Sebastian Vettel apenas comenzaban a brillar en la máxima categoría. Entre los años 2010 y 2013, alcanzó 4 veces seguidas el campeonato mundial de Fórmula 1, convirtiéndose a los 25 años en el tricampeón y tetracampeón más joven de la historia.
Cambio de escudería
En el año 2015, tras la marcha de Fernando Alonso, el alemán encuentra un hueco en la prestigiosa marca italiana Ferrari, haciendo presagiar que con Sebastian Vettel volverían los tiempos de gloria de ‘il cavallino rampante’ en la Fórmula 1.
Sin embargo, aunque ha logrado varios triunfos y nuevos récords para el equipo, a pesar de que ya lleva varias temporadas como piloto de rojo, aún no ha conseguido el sueño de alzarse con el trofeo a los mandos de un Ferrari. Todavía le quedan años y si no le falla la suerte será cuestión de tiempo.
Sebastian Vettel sobre la pista
Resulta ser uno de esos con talento innato. Su conducción del monoplaza es muy afinada, esforzándose por sacar el máximo provecho al coche y sobre todo conjugandolo con su propio talento natural.
Quizá su mayor defecto es la falta de control en los momento de máxima tensión sobre la pista, algo que le ha acarreado algunas críticas desde Italia, sobre todo en contraste con Fernando Alonso.
También hay detractores que lo señalan como un piloto algo conservador, sin excederse en los adelantamientos, lo que para muchos le resta espectacularidad a su conducción. Nada de esto pone en duda su capacidad para exprimir sus monoplazas al límite.
Para algunos pilotos, el principal enemigo resulta ser su propia ambición, y no saber controlarla, esta presión le ha pasado factura en varias carreras.
En este sentido, Vettel tiene una gran habilidad para conducir un monoplaza, pero a veces no logra procesar las opciones que tiene enfrente en determinado momento, generando a muchos dudas en su desempeño.
Ahora bien, si hay algo que no se puede esconder en Sebastian Vettel es su precisión para sentir o apreciar el potencial de cada coche. Quizás, esta es una de las razones de porqué es tan respetado por los mecánicos e ingenieros de las escuderías en donde ha estado.
Sebastian Vettel se confiesa
Aún conociendo sus capacidades y destrezas, este piloto sabe que no siempre tiene el control de todos los factores que influyen en la máxima categoría. Todos los años se introducen cambios por parte de los organismos responsables y reguladores.
Además, estamos en una época en donde no solo cuenta para ganar la habilidad del piloto, sino que también la balanza se inclina sobre manera por el potencial del monoplaza.
Seguro que compitiendo en la máxima categoría y conociendo el alto nivel de exigencia de la escudería Ferrari, Sebastian Vettel dará lo mejor de sí, y quizá la próxima temporada veamos de nuevo a este prodigio de la velocidad sobre un F1 celebrando un nuevo entorchado.