¿Realmente funciona el «coaching» deportivo?

Si hay un concepto que se ha puesto de moda en el deporte estos últimos años es el «coaching». En este artículo repasamos en qué consiste y sus potenciales beneficios para el rendimiento.

Escrito y verificado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 07 agosto, 2023

El coaching deportivo es una herramienta que ha ganado popularidad en los últimos años. Cada vez son más los deportistas, de todos los niveles de rendimiento, que sienten curiosidad por descubrir en qué consiste y, lo más importante, experimentar sus posibles beneficios sobre el rendimiento.

La figura del coach se ha convertido en un pilar fundamental para muchos atletas. Muchos aseguran que, si no fuese por su ayuda, no podrían dar lo mejor de ellos mismos. Por ello, cabe preguntarse: ¿qué es el coaching deportivo?, ¿realmente es efectivo para aumentar el rendimiento deportivo? Analizamos sus beneficios y algunas consideraciones.

¿Qué es el coaching deportivo?

La primera de las preguntas que vamos a resolver es en qué consiste el coaching deportivo. Lo cierto es que no se trata de una disciplina aparte de la psicología, sino de un conjunto de herramientas y técnicas que emplea el psicólogo para generar estados mentales positivos. Por ello, cabe subrayar que el único profesional capacitado para aplicarlo es el psicólogo.

Más en concreto, el coaching, aplicado al deporte, es una mezcla de técnicas que se utilizan desde modelos más clásicos de la psicología, como la terapia cognitivo-conductual o la psicología positiva.

Sin embargo, en la actualidad no existe una definición única y aceptada por todos los profesionales respecto a qué es el coaching. Un artículo divulgado en Cuadernos de Psicología del Deporte señala que lo que caracteriza al coaching es un acompañamiento a una deportista o equipo para liberar su máximo potencial, con el objetivo de aumentar las probabilidades de alcanzar el éxito en su rendimiento (individual o grupal).

¿Es eficaz el coaching deportivo?

Ahora que tenemos una visión más clara de qué es el coaching deportivo, hay una segunda pregunta que queda por responder: ¿realmente es una ayuda eficaz para dar lo mejor de uno mismo?

Lo primero que hay que aclarar es que, debido a que es una herramienta «joven» y a que no hay consenso en su definición, las investigaciones que ponen a prueba su eficacia son escasas.

Además, cada autor aplica el coaching de la manera que lo entiende, no existiendo un protocolo o una fórmula igual para todos los casos. Aun con esto, hemos recopilado las investigaciones más recientes y los resultados los resumimos a continuación.

Promueve el bienestar psicológico en deportistas de alto rendimiento

La relación entre la aplicación del coaching y el aumento del rendimiento puede ser tanto directa como indirecta. Cuando es indirecta, quiere decir que hay un factor intermedio que explica la relación, como por ejemplo, el bienestar psicológico.

Un trabajo divulgado en BMJ Open Sport & Exercise Medicine exploró el papel de los coaches deportivos en la promoción de la salud mental de los atletas. Encontraron que su efecto opera de diferentes maneras, entre ellas las siguientes:

• Pueden motivar a los miembros del equipo a buscar atención psicológica cuando surgen desafíos de salud mental.
• Ayudan a derribar el estigma en relación con el bienestar emocional. A saber, que es una pérdida de tiempo o que si se busca ayuda se corre el riesgo de dar una imagen de debilidad (en un entorno donde la fuerza, la dureza y la disciplina física y mental cuentan con gran prestigio).
• Transmiten valores en la dinámica grupal que permiten una mejor convivencia y relación interpersonal en el equipo.
• Estrechan la relación que se genera entre el coach y el atleta. Así, este último puede abrirse a contar frustraciones emocionales que reprime frente a otros (compañeros de equipo, amigos, familiares y demás).
• Por último, derrumban las barreras psicosociales y estructurales que entorpecen el acceso continuo de los atletas a la atención médica de carácter psicológico.

Todo lo anterior tiene consecuencias positivas en el plano del bienestar emocional. Conforman algunas de las aparentes vías por las cuales un profesional de este tipo puede incidir en la salud mental de los atletas.

Potencia los procesos cognitivos

Parte del éxito deportivo no solo se debe a aquellos factores que tienen que ver con los estados de ánimo positivos. Hay una parte que pasa por los procesos cognitivos. Esto es, que el deportista esté activo, concentrado y con la mente bien despierta. Por ello, el coaching deportivo también se centra en potenciar estas cualidades.

Si el deportista está concentrado y atento, es más probable que tome decisiones acertadas y que los despistes no le jueguen una mala pasada.

Una investigación de la Universidad de Málaga señala que una intervención psicológica basada en técnicas de coaching para jugadores de pádel es eficaz para mejorar el nivel de concentración y la conducta competitiva. Además, las mismas técnicas se pueden aplicar a otros ámbitos de la vida y tener los mismos resultados positivos.

Construye un nuevo vínculo de trabajo

La forma tradicional de trabajar entre profesionales del deporte y atletas ha sido desigual. Esto quiere decir que se asumía que todo el conocimiento lo tenían los profesionales y los deportistas aprendían de ellos. No obstante, el coaching promueve una relación de trabajo mucho más igualitaria. Los deportistas también enseñan cosas y los profesionales aprenden de ellos.

Una revisión publicada en la Revista Acción destaca que el profesional que aplica el coaching se convierte en un facilitador que desbloquea las capacidades que ya tiene una persona para convertirse en su mejor versión.

Hay que tener en cuenta que muchas de las técnicas se basan en el diálogo profesional-deportista y el autodescubrimiento de las propias virtudes.

El coaching funciona, pero todavía tiene que seguir creciendo

A pesar de ser una herramienta con pocos años de desarrollo, el coaching ha demostrado resultados prometedores aplicados en el ámbito del deporte. No obstante, todavía hace falta seguir investigando sobre sus beneficios tanto en disciplinas individuales como colectivas.

Hemos visto que el coaching influye de manera positiva en variables que se relacionan con el rendimiento: las emociones positivas, el bienestar psicológico y los procesos cognitivos básicos.

Por último, queremos volver a destacar que el coaching no es una disciplina o una profesión, sino una herramienta. Esto implica que debe estar supervisada por profesionales de la psicología y que no cualquiera puede ejercer de coach. Si de verdad quieres mejorar tu rendimiento, rodéate de gente profesional que aplique técnicas basadas en la evidencia científica.