Beneficios del jengibre
El jengibre es una planta de la familia de las zingiberáceas, cuyo tallo subterráneo es un rizoma horizontal muy apreciado por su aroma y sabor picante.
Desde un punto de vista nutricional nos encontramos ante una raíz especialmente rica en hidratos de carbono y grasas, que aporta una excelente cantidad de aminoácidos, vitaminas y minerales.
Además, presenta un alto contenido en flavonoides, ácido oxálico, curcumina y otros compuestos como shogaoles, gingeroles y diversos aceites esenciales. Todos estos compuestos son los que principalmente confieren al jengibre sus grandes propiedades y beneficios.
Beneficios del jengibre
1. Para el sistema digestivo: su poder antibacteriano es muy útil a la hora de tratar una amplia variedad de problemas intestinales. Al estimular el páncreas aumenta la producción de enzimas que ayudan y favorecen el proceso de la digestión.
También es un remedio antidiarreico, que ayuda a aumentar la población de bacterias beneficiosas en nuestra flora intestinal y luchar contra microorganismos infecciosos causantes de afecciones intestinales.
2. Nauseas: ayuda a reducir e incluso eliminar prácticamente por completo las ganas de vomitar. Es una opción útil cuando vamos a viajar, por ejemplo tomando un té de jengibre entre 2 a 3 horas antes de comenzar el viaje.
También es una opción natural para aliviar las náuseas propias del embarazo, especialmente durante los primeros meses de gestación.
3. Ulceras: tiene capacidad de eliminar la bacteria Helicobacter Pylori y también es útil para neutralizar y reducir el exceso de ácido gástrico, por lo que es adecuado en la prevención de úlceras.
Además, el jengibre se ha usado para tratar afecciones intestinales, dado que, al estimular el páncreas, aumenta la producción de encimas que favorecen la digestión y evitan la aparición de una serie de efectos considerados como secundarios que se relacionan con la mala absorción de los mismos.
4. Salud cardiovascular: ayuda a favorecer y mejorar la circulación sanguínea , una cualidad que se traduce en que es útil para la prevención de accidentes vasculares.
Por ejemplo, ayuda a disolver los trombos que se hayan formado en las arterias a la vez que es un remedio excelente contra el colesterol , por lo que es ideal para reducir los niveles elevados de grasas en la sangre.
5. Para gripes y resfriados: es útil para reducir y aliviar sus síntomas más típicos. Por ejemplo, ayuda a aliviar los dolores articulares tan característicos de estas dos enfermedades, además de reducir la congestión nasal y bajar la fiebre de forma totalmente natural.
6. Antiinflamatorio y analgésico: el jengibre actúa como antiinflamatorio natural , por lo que ayuda a tratar, combatir y aliviar enfermedades respiratorias, los problemas y afecciones digestivas y la artrosis.
También ejerce un efecto analgésico muy útil para aliviar el dolor causado por enfermedades inflamatorias, y además es eficaz a la hora de disminuir el dolor que aparece durante el conocido como síndrome premenstrual.
Formas de consumir jengibre
–En forma de infusión o té: consiste en poner a hervir un litro de agua, y cuando entre en ebullición, añadir un trozo de raíz de jengibre fresca. Luego debemos apagar el fuego, tapar, y dejar en reposo 5 minutos. Finalmente colar, endulzar al gusto y beberlo.
–En forma de cápsulas de jengibre: es otra opción habitual, que encontramos sobre todo en herbolarios y tiendas de nutrición. Su dosis dependerá de la cantidad, aunque lo habitual es consumir una o dos cápsulas de jengibre cada 8 horas.
–En forma de aceite de jengibre: dado que el aceite esencial de jengibre tiende a ser muchísimo más puro, lo más adecuado es tomar de cinco a nueve gotitas diarias repartidas en tres tomas.
–Para cocinar: muchas cocinas orientales utilizan el jengibre por su potente sabor. Así, por ejemplo, puede ser utilizado para la elaboración de salsas, para aliñar ensaladas o sazonar carnes.
Contraindicaciones del jengibre
Como ocurre con cualquier otro alimento o planta medicinal, el jengibre también posee determinadas contraindicaciones que hacen que no sea tan aconsejable su consumo según en qué momentos o ante qué afecciones.
- Embarazo y lactancia: Por un lado, aunque el jengibre ayuda a aliviar las náuseas, en el embarazo puede causar acidez estomacal y somnolencia. Por otra parte, durante la lactancia, no ha sido probada su seguridad para el bebé.
- Cálculos renales o biliares: Dado que el jengibre estimula tanto los riñones como la vesícula biliar, no se recomienda su consumo en caso de tener piedras en la vesícula o en los riñones, o en caso de tener antecedentes.