Los retos de aprender a comer

Plantearse empezar a comer mejor ya es una victoria, pero hemos de saber que por desgracia, esto nos va a suponer un periodo de adaptación que va a requerir de convicción y fuerza de voluntad; conoce los mayores retos a los que te puedes enfrentar
Los retos de aprender a comer
María Patricia Piñero

Revisado y aprobado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 26 mayo, 2023

La calidad de nuestra alimentación determina en gran medida nuestro estado de salud. No se tiene la verdad absoluta ni todos seguirán la regla general, pero todos tenemos que nutrirnos.

Todavía hay mucha controversia en el tema de la alimentación, sin embargo cada vez son más las personas que deciden optar por un estilo de vida más saludable. No obstante, iniciarse en la nutrición saludable requiere superar ciertos retos, para nada imposibles.

Retos de la alimentación saludable

Renovación de información

En primer lugar, debes olvidar cualquier información errónea. Para ello será imprescindible que te informes y compares en fuentes fiables de procedencia profesional.

Vemos cuál es la mejor dieta para un deportista.

Puede que lo que sabes hasta hora no sea del todo cierto. Selecciona todos aquellos mitos o creencias que tengas respecto a la alimentación y resuélvelos.

Entorno

Puede que el entorno en el que te encuentres no te ayude mucho a lograr los cambios que quieres. Localiza todo aquello que creas que te sabotea.

Elimina e identifica todos aquellos alimentos procesados que estén en tu despensa, en los armarios, la nevera…Para ello, te recomendamos seguir las pautas de etiquetado de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Además de seguir las siguienten recomendaciones:

  • No tendrán envoltorio (algunos).
  • Cuantos menos ingredientes mejor.
  • No deben contener ingredientes como azúcar, harinas o aceites refinados. Y menos al principio de la lista de ingredientes.
  • Conservantes mínimos.
  • Si tienen más de un ingrediente, el primero debe corresponder a un porcentaje elevado del producto que queremos consumir.

Apoyo personal

No te dejes influenciar. Es muy fácil darse por vencido si, además, te llevan a ello. Por el contrario, has tomado la decisión de cuidarte y no deben hacerte cambiar de opinión.

Razones para no contar las calorías de tu dieta.

Busca gente entendida en el tema o apasionada de la buena alimentación y un estilo de vida saludable. Intenta que aquello que aprendas te motive aún más a conseguir el cambio.También puedes contactar con un buen dietista-nutricionista que te informe, te incentive y te apoye en el proceso.

Falta de tiempo

‘No tengo tiempo para cocinar’ o ‘Es que conlleva mucho tiempo’ son dos de las frases que más se escuchan al comienzo. Se cree que alimentarse de manera más saludable requiere mucho tiempo, pero no es así.

Quizás al principio te lleve más tiempo elaborar nuevas recetas o planificar las comidas de la semana, pero todo es organizarse.

  1. Elige un día de la semana y dedica una parte a planear el menú semanal y la lista de la compra.
  2. Fija un horario para cocinar, si quieres el mismo día, y prepara las comidas más laboriosas que consumirás durante esa semana.
  3. Por último, conserva en la nevera.

Estos pasos te pueden ayudar a coger práctica; ya que con el tiempo no te requiera un sacrificio. De esta manera, no tendrás excusas para recurrir a comida de poca calidad si ya tienes preparada la tuya.

¿Qué alimentos elijo?

Haciendo referencia al apartado anterior de ‘como identificar alimentos procesados’, hay que añadir que alguno de ellos nos sirven como una buena opción.

Los beneficios de tomar agua con limón se notan en muy poco tiempo.

Poco a poco, irás perfeccionando la habilidad de elegir un 90 % de los alimentos que consumes de buena calidad y nutritivos. Si es un 100 % mejor, pero escucha al cuerpo. Alimentarse de manera saludable también es una forma de disfrutar la comida.

10 consejos para superar los retos

  1. Elige tus alimentos de manera consciente, que al menos el 90 % sean naturales.
  2. Reduce el consumo de azúcar, edulcorantes, harinas o aceites refinados.
  3. Aumenta la ingesta de verduras, hortalizas y frutas. Intenta combinarlas a lo largo del día, tanto crudas como cocinadas.
  4. Toma legumbres, frutos secos y cereales integrales y enteros. Si las legumbres son en conserva, escúrrelas y lávalas con abundante agua.
  5. Añade semillas a las elaboraciones ya que son ricas en diferentes ácidos grasos esenciales y minerales.
  6. Aporta variedad de colores, texturas y sabores a los platos.
  7. Elije carnes magras y pescados más pequeños. Si tomas conservas de mariscos o pescados intenta que sean al natural.
  8. En el caso de tomar chocolate de forma habitual, elije uno con más de un 70 % de cacao, tal y como respalda el siguiente estudio llevado a cabo en una de las reuniones de Biología Experimental de 2018.
  9. Controla las cantidades, no estás obligado a terminarte el plato.
  10. Come las veces al día que te sean prácticas y se adapten a tu rutina. Come lo mismo, pero repartido en más o menos veces.

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