¿Son saludables las pastillas de caldo?

Rápidas y con sabor potente, suelen ser un recurso muy utilizado para hacer nuestros platos más sabrosos, pero si nos detenemos a analizar lo saludables que son quizás decidamos renunciar a este tipo de producto
¿Son saludables las pastillas de caldo?
Nelton Ramos

Revisado y aprobado por el médico Nelton Ramos.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 mayo, 2023

Las pastillas o cubitos de caldo son muy populares en la actualidad, ya que solamente hay que disolverlas en agua (dos pastillas por cada litro) para obtener un caldo tipo consomé. También pueden añadirse a los guisos directamente como condimento, en ese caso, no habría que añadir más sal, debido a que las pastillas contienen más que suficiente.

Composición de las pastillas de caldo

Todas las pastillas de caldo llevan glutamato, un aditivo que se utiliza para potenciar el sabor. Este componente al consumidor le gusta mucho, pues los caldos preparados con pastillas obtienen muy buenos resultados en degustación. Sin embargo, no se debería utilizar para suplir la falta de buenos ingredientes.

El glutamato monosódico,  puede producir en algunas personas el denominado síndrome del restaurante chino, cuyos síntomas son dolor de cabeza, presión en las sienes y rigidez en la nuca.

También sirve para engañar al consumidor y hacerles pensar que el producto contiene más pollo del que realmente se ha utilizado para hacer el caldo. Por otro lado, estimulan el apetito, por lo que pueden favorecer la obesidad.

Su composición incluye también algunas grasas saturadas, aunque sea en una proporción pequeña, hacen que no sean muy saludables las pastillas de caldo.

Respecto al contenido en nutrientes no tienen, ni mucho menos, los mismos que los caldos preparados en casa. Su aporte de calorías es muy bajo, de unas 11 kcal por cada ración de 250 ml de caldo en los deshidratados, y 19 kcal en el caso de los líquidos.

Las pastillas de caldo no tienen, ni mucho menos, los mismos nutrientes que los caldos preparados en casa.

El caldo casero es algo más energético: esa misma ración de 250 ml proporciona 22 kcal. Como fuente de hidratación resultan adecuados y pueden ser una buena solución para personas que necesitan una dieta suave o en dietas de adelgazamiento.

Las proteínas también se encuentran en cantidades reducidas. Un caldo casero, que permanece en ebullición durante varias horas, duplica en proteínas a los caldos líquidos. Gracias a esto, los caldos caseros aportan un 40% más de proteínas que los de pastilla, por lo que son menos saludables las pastillas de caldo.

La mayor ventaja de las pastillas es su precio tan reducido, ya que un litro de caldo preparado con dos pastillas puede llegar a costar menos de 10 céntimos.

Marcas que hacen saludables las pastillas de caldo

Actualmente, solo hay una marca fabricante de caldos que hace caldo de pollo y caldo de carne, sin ningún potenciador del sabor. Se trata de la variedad 100% Natural de la marca Avecrem.

Esta marca ha sido capaz de crear un caldo sin ningún aditivo en el caso del pollo, y solamente con uno en el caso de la carne. Además de esto, hacen más saludables las pastillas de caldo, gracias a que utilizan muy poca sal -un 39.3%-, mientras que su caldo de pollo tradicional, tiene un 54.3% de contenido en sal.

Receta de caldo casero

Como hemos visto, no suelen ser muy saludables las pastillas de caldo. Por ello, describimos una receta para hacer caldo de pollo casero, que nos aportará más nutrientes que las pastillas, además de menos aditivos.

Elaborar caldo casero es fácil y más sano que consumir los industriales.

Ingredientes:

  • 1 kilo de huesos y carcasas de pollo
  • 1 puerro
  • 1 cebolla grande
  • 1 zanahoria grande
  • 1 ramita de tomillo
  • 1 hoja de laurel
  • Pimienta
  • Sal
  • Clavo
  • 2 litros de agua

Elaboración

  • En primer lugar, pelamos y cortamos las verduras, lavamos los huesos y las carcasas de pollo y colocamos todo eso en una olla con el agua y demás ingredientes. Cuando empiece a hervir, eliminamos la espuma y la grasa que se va formando.
  • Mantenemos a fuego lento durante cinco horas (o dos horas al mínimo en olla exprés). En olla abierta, añada agua cuando sea necesario.
  • Lo colamos y, una vez frío, se retira la grasa de la superficie.
  • Ya tenemos un buen caldo de pollo casero.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.