Bebidas isotónicas para deportistas: pros y contras
Las bebidas isotónicas son útiles para recuperar minerales y electrolitos perdidos después de realizar actividades físicas de intensidad. Están dedicadas precisamente para el entrenamiento, los deportes y el mundo del fitness. Pero… ¿qué hay detrás de este recurso energético?
El principal problema es el aumento del consumo indiscriminado del producto, por personas que no entienden de que se trata; añadido a esto, no todas las marcas y bebidas tienen la misma carga energética. Su popularidad parece representar una mala interpretación de la finalidad de esta propuesta energizante.
¿Qué son y que contienen las bebidas isotónicas?
Las bebidas isotónicas están diseñadas para realizar una rehidratación intensiva luego del agotamiento físico propio del ejercicio. En este sentido, su efecto es reponer líquidos corporales y dotar de electrolitos.
Para ello, la bebida cuenta con agua, sales minerales y azúcar, que además suelen tener bajo contenido en sodio y altas cantidades de potasio. Esto es lo que permite la rápida restitución energética y la oxigenación del cuerpo agotado.
El lado menos saludable de estos productos esta precisamente en su alto contenido de azúcar, sustancias sacarosas procesadas, similares a las de la bollería industrial. Su uso indiscriminado no es recomendado para aquellas personas que requieren una condición física de excelencia.
El problema del azúcar en las bebidas deportivas
El azúcar engorda, va en detrimento del desarrollo muscular y las destrezas deportivas. Lo que entra en riesgo es el desarrollo del deportista, pero solo en cantidades desmesuradas. Ahora bien, esto lleva a una conclusión relevante: el problema no es la bebida, sino la forma en que es consumida.
Con todo ello, estas sustancias han sido creadas para darles un consumo racional durante y después del ejercicio. Son esencialmente necesarias en el deporte, porque los deportistas no pueden comer demasiado antes del entrenamiento, o la competición.
El problema es que los usuarios de este tipo de bebidas, están comprándolas para sustituir refrescos, jugos o peor aún, el agua. Los toman antes del ejercicio, en el trabajo, merienda, etc. Algunos incluso piensan que estas son más sanas que un refresco cualquiera, cuando su contenido de azúcar también es bastante alto.
No todas las bebidas deportivas son iguales
Otro inconveniente relevante de estos productos tiene que ver con la concentración de sus ingredientes. Por ejemplo, cuando la aportación de azucares de esta bebida es muy alta, el intestino humano puede consumir fluidos corporales extras para poder disolverla. El resultado final es más deshidratación.
Y cuando la suma de su contenido mineral es muy bajo, el efecto energizante del líquido pierde su eficacia. En este caso, nos arriesgamos a ingerir dosis de azúcar que no cumplirán con su objetivo fundamental.
Como vemos, no siempre hay un punto de equilibrio y todo pasa a depender del contenido de cada producto y de nuestro organismo. Esto tampoco significa que consumir estos energizantes sea del todo malo, sino que hay que buscar un equilibrio y tomarlos con moderación.
Ventajas: la dieta del deportista necesita la utilización de las bebidas deportivas
Las dietas deportivas de todas las disciplinas y deportes, tienen algo en común: están confeccionadas para evitar la indigestión durante el entreno. Sobre todo en la mañana, el desayuno del atleta puede llegar a ser extremadamente ligero. Evidentemente, el desgaste de la práctica nos hará quemar la carga energética consumida a primera hora.
Con el estómago vacío o un desayuno insuficiente, ningún deportista es capaz de dar su 100%. La bebida deportiva resuelve el problema energético sin ser un alimento pesado o difícil de digerir. Oxigena, hidrata, restituye, por lo cual no es del todo negativa durante o después el esfuerzo.
Para ser más precisos, las dietas modernas de los deportistas sugieren la utilización de este tipo de productos. Pero su uso será durante y después de ejercitarnos, no como bebida acompañante para una cena. El momento de consumo es clave: en la actividad física, si hay fatiga y preferiblemente en la mañana.
Hay que recordar que no es igual entrenar al principio del día que durante la noche. También hay muchas personas que utilizan este tipo de preparaciones energizantes para nutrirse en medio de enfermedades digestivas e intoxicaciones. En estos casos, el medico siempre tiene la última palabra.
En conclusión, las bebidas isotónicas son recursos útiles para deportistas, en el transcurso de sus programas de entrenamiento, pero de los que no se debe abusar.