Cheat meal: pros y contras
La cheat meal, que en español quiere decir ‘comida trampa’ es una preparación poco saludable que se introduce en el contexto de una dieta estricta para incrementar la adherencia a esta. Con esta idea, se propone que dejando una ligera libertad se experimentará una reducción de la posible ansiedad, lo que provocará un menor abandono del tratamiento.
Hay expertos en nutrición que se oponen a este concepto de cheat meal, ya que consideran que no es preciso plantear una pauta tan férrea. En estos casos, sería posible flexibilizar la alimentación en líneas generales con el objetivo de asegurar la variedad sin tener que recurrir a un atracón o comida ultraprocesada un día por semana.
Ventajas de la cheat meal
Como hemos comentado, la principal ventaja de la cheat meal es que se puede generar una mayor adherencia a la pauta, sobre todo en el caso de aquellas personas que no son demasiado rigurosas a la hora de seguir un plan. Introducir una comida poco saludable o con alto contenido en grasas trans una vez por semana no va a condicionar la pérdida de peso y puede resultar positivo a nivel mental para alguna gente.
Más allá de esto, no existen beneficios de la inclusión de la cheat meal en la pauta. Eso sí, a la hora de elegir esta clase de preparaciones, conviene tener algunas cosas en cuenta.
Una de ellas es que, en la medida de lo posible, se debe evitar el alcohol y los refrescos azucarados. No pasa nada por recurrir a una hamburguesa o pizza de comida rápida, pero hay que tener cuidado con las bebidas.
De todos modos, existen algunos indicios de que la introducción de comidas trampa podría desembocar en trastornos por atracón. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Appetite. No obstante, se necesitan más ensayos para sentar una relación sólida al respecto.
Inconvenientes de la «comida trampa»
Entre las desventajas de la cheat meal podemos comentar que se trata de una comida que no aporta nutrientes de calidad al organismo. En cambio, solo consigue incrementar la ingesta energética, lo que podría terminar por desequilibrar la balanza calórica y reducir la pérdida de peso esperada. Si bien no suele afectar negativamente a la composición corporal, tampoco conviene excederse.
Según comentamos, lo determinante es evitar acompañar la cheat meal con otros hábitos tóxicos como pueden ser el consumo de alcohol o de tabaco. Las bebidas alcohólicas, por ejemplo, pueden ser perjudiciales para el organismo, independientemente de la dosis consumida, según un estudio que publicó International Journal of Molecular Sciences. Estas bebidas afectan al equilibrio hormonal, por lo que sí podrían dificultar la pérdida de peso a medio plazo.
A pesar de todo, a la hora de elaborar una dieta no hace falta incluir una comida trampa para generar adherencia. Es posible plantear una pauta equilibrada y variada que contenga preparaciones sabrosas sin que sea preciso acudir a ningún establecimiento de comida rápida una vez por semana para reducir la ansiedad.
La clave está en acompañar la alimentación con la práctica de ejercicio físico de forma regular. De este modo, se controla el apetito y se mejoran los resultados de la pérdida de peso, lo que incrementa la motivación. Además, en el contexto del ejercicio se pueden permitir un mayor número de calorías diarias, algo realmente positivo para estimular la sensación de saciedad.
Por otra parte, la cheat meal puede realizarse de manera casera, sin que tenga una repercusión realmente significativa sobre el estado de salud. Por ejemplo, una hamburguesa elaborada de forma artesanal puede considerarse un plato completo desde el punto de vista nutricional, además de sabroso. Se evitan así muchos aditivos y azúcares presentes en las de origen industrial.
La cheat meal, una opción para las dietas más estrictas
Según hemos comentado, la cheat meal es una estrategia dietética que se puede tener en cuenta en el contexto de las dietas más estrictas para mejorar la adherencia a estas. De esta forma, se consigue una mayor eficiencia del tratamiento a medio y a largo plazo. Una comida fuera del plan por semana no afectará al resultado.
Ahora bien, es una mejor idea flexibilizar la dieta para conseguir introducir preparaciones variadas y mejorar el disfrute sin perjudicar su salubridad. Si este planteamiento se acompaña con la práctica de ejercicio de fuerza, el éxito está asegurado. Y todo ello sin necesidad de una comida trampa.
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- Murray, S. B., Pila, E., Mond, J. M., Mitchison, D., Blashill, A. J., Sabiston, C. M., & Griffiths, S. (2018). Cheat meals: A benign or ominous variant of binge eating behavior?. Appetite, 130, 274–278. https://doi.org/10.1016/j.appet.2018.08.026
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