¿Por qué no funcionan las dietas?
Muchas personas cambian la alimentación con el objetivo de bajar de peso. Sin embargo, no todas lo consiguen. Esto se debe a ciertas imperfecciones en los planteamientos que se ponen sobre la mesa. A continuación, te vamos a explicar por qué no funcionan las dietas y que puedes hacer para que sean más eficientes.
Existen muchos tipos de pautas dietéticas diferentes. Nos podemos encontrar con dietas veganas, cetogénicas, detox, entre otras. No obstante, ninguna de ellas tienen en cuenta ciertos aspectos clave que influyen sobre la salud y sobre la pérdida de peso.
Las dietas no funcionan porque no tienen en cuenta la cronobiología
Existe vida más allá del balance calórico. El momento en el que se ingieren las calorías determina el aprovechamiento y el metabolismo de las mismas. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrients , comer y cenar temprano puede incrementar la pérdida de peso en el marco de una alimentación hipocalórica. Del mismo modo, se aconseja que la comida tenga un volumen mayor que la cena.
Respetar los ciclos circadianos hormonales resulta esencial de cara a mejorar el estado de salud. Los expertos afirman que es positivo cenar antes de que se ponga el sol, ya que durante las horas de luz somos capaces de utilizar los carbohidratos de una manera más eficiente. Sin embargo, consumir azúcares a media noche resulta especialmente nocivo.
Cuando no se tiene en cuenta la microbiota las dietas no funcionan
Otro aspecto que determina el porcentaje de éxito de una dieta es la composición de la microbiota intestinal. Esta se considera actualmente como un órgano, con funciones exocrinas y metabólicas. Los diferentes perfiles de flora intestinal condicionan el metabolismo de los nutrientes y la utilización de los mismos.
Además, una alteración en las bacterias que conforman el intestino puede provocar un incremento de la permeabilidad de la barrera intestinal. Esta situación incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas a largo plazo, según un estudio publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease. La suplementación con probióticos parece una solución eficaz para reducir el riesgo de desarrollar este tipo de patologías.
Además de incluir cepas de bacterias por medio de la alimentación, es necesario cuidar el aporte de fibra. Resulta importante garantizar el consumo regular de fibra soluble que fermente a nivel intestinal. Esta permite un crecimiento selectivo de los microorganismos que habitan en el intestino, mejorando el funcionamiento del mismo.
Las dietas no funcionan si no se hace ejercicio
Hacer dieta está bien, pero reducirlo solo a esto elimina una parte esencial del binomio: el ejercicio. La actividad física condiciona la salud, el metabolismo y la cantidad de masa muscular. Las dietas no funcionan de la misma manera sino están acompañadas de la práctica deportiva de manera habitual.
Es relevante combinar un patrón dietético adecuado con ejercicios de fuerza que aseguren el mantenimiento de la salud ósea y muscular. Este tipo de rutinas incrementan la pérdida de peso graso, lo que resulta un factor fundamental para garantizar un correcto estado de salud. Sin deporte, será fácil encontrar un estancamiento a partir del cual la dieta deje de ser eficaz para la reducción del tejido adiposo.
La dieta es importante, pero no es lo único
La dieta es importante para mejorar el estado de salud, pero también lo son otros hábitos de vida. Uno de ellos es la actividad física, aunque el descanso resulta esencial para evitar patologías a medio plazo.
Muchas veces, las dietas no funcionan porque descuidamos factores más allá de lo estrictamente calórico. Mantener una microbiota saludable o respetar los ritmos circadianos de producción hormonal es esencial. Un ejemplo tan simple como no utilizar el móvil antes de dormir puede generar un impacto positivo sobre la pérdida de peso y sobre la salud, ya que de este modo se consigue mejorar el descanso.
Si has probado varias dietas sin éxito, acude a un profesional de la nutrición. Este sabrá confeccionar una pauta alimenticia a tu medida, acompañada de un cambio de hábitos de vida que asegurarán el funcionamiento de la misma. Un cambio progresivo de las costumbres te ayudará a gozar de una mejor salud y a sentirte mejor contigo mismo. Además, podrás incrementar la vitalidad y la productividad. No esperes más.
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