¿Cómo hacer papilla de sémola?
Conocer cómo hacer papilla de sémola adecuadamente puede resultar determinante de cara a mejorar la calidad de la dieta, sobre todo en el caso de las personas que realizan ejercicio físico de alta intensidad. Esta elaboración consigue aportar una buena cantidad de carbohidratos complejos, nutrientes encargados de satisfacer los requerimientos energéticos.
Antes de comenzar, es clave señalar que marca la diferencia el hecho de adaptar la pauta de alimentación para los deportistas. Así se logrará un retraso en la aparición de la fatiga, además de un aumento en la capacidad de desempeño. Incluso será menos probable que aparezcan cierto tipo de lesiones, como las musculares.
Ingredientes para la papilla de sémola
Los ingredientes que necesitarás para preparar una deliciosa papilla de sémola serán los siguientes:
- 90 gramos de sémola integral.
- 50 gramos de fresas.
- Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- 90 gramos de agua.
Paso a paso
Hay que comenzar colocando en una olla los 90 gramos de agua. Se calienta el líquido a fuego medio y se comienza a incorporar, poco a poco, la sémola. Eso sí, será necesario remover constantemente con la ayuda de unas varillas de cocina. Una vez que la mezcla hierve se retira del fuego y se deja reposar. Comprobarás que rápidamente empieza a absorber todo el líquido, variando la textura.
Mientras atempera, se puede aprovechar para cortar unas fresas. Vale cualquier tipo de fruta para esta elaboración, la que más le guste a cada uno. Eso sí, conviene lavarla de forma previa para mejorar la calidad higiénica de la misma. Cuando la temperatura de la papilla se ha reducido se coloca en un vaso apto para batidora y se incorporan el aceite la fruta cortada. Se tritura todo bien y ya estará listo para consumir.
Ten en cuenta que se pueden incorporar otros muchos ingredientes a esta receta para incrementar el valor nutricional final. Un ejemplo serían los frutos secos. Se recomienda siempre que sean al natural o tostados, evitando los fritos y los salados. Otra alternativa es el cacao en polvo, un alimento que destaca por su elevada concentración en antioxidantes.
También se puede preparar la papilla con otro tipo de cereal como ingrediente principal. Lo más habitual es utilizar avena, un producto de alta calidad que cuenta con fibra soluble en su interior. El resultado a nivel organoléptico es bueno.
Beneficios de la papilla de sémola
La inclusión de la papilla de sémola en el contexto de una dieta variada y equilibrada puede generar ciertos beneficios para la salud, sobre todo en el caso de los deportistas. Hablamos de un plato que cuenta con mucha fibra en su interior. Este elemento ha demostrado ser clave para la salud intestinal. Consigue prevenir el estreñimiento y mejorar el funcionamiento del tubo, evitando también el desarrollo de patologías que afectan al mismo.
Por otra parte, la papilla es una fuente de carbohidratos complejos. Estos nutrientes garantizan un buen nivel de energía antes del comienzo de la actividad física, pero también son determinantes para la recuperación. Sobre todo cuando se combinan con proteínas de alto valor biológico consiguen estimular la resíntesis de glucógeno muscular y hepática. Así lo evidencia un estudio publicado en Nutrients.
Asimismo, es importante comentar que la presencia de fruta en la papilla consigue mejorar el potencial antioxidante de esta preparación. Los vegetales concentran en su interior una serie de fitoquímicos, elementos que neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo. Serán importantes para reducir el daño muscular y para lograr evitar enfermedades crónicas.
Prepara papilla de sémola en casa
Como has visto, resulta muy sencillo preparar una exquisita papilla de sémola en casa. Existen diferentes opciones de ingredientes complementarios que se pueden incluir en la receta para lograr resultados distintos. De este modo no te aburrirás nunca de una elaboración que resulta realmente saludable en el contexto de casi cualquier dieta.
Para terminar, ten en cuenta que cuando el objetivo es mejorar el estado de salud no solo basta con cuidar la alimentación. Habrá que promocionar de manera paralela otros hábitos. Un ejemplo de ellos es la práctica regular de ejercicio físico, enfatizando sobre todo el trabajo de fuerza. Gracias a este se asegura el mantenimiento de la inflamación bajo control.
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