Los 5 músculos más olvidados
A todos nos gusta hacer abdominales, trabajar los músculos del pecho y tonificar nuestros bíceps. Sin embargo, hay ciertos grupos musculares que brillan por su ausencia en muchas rutinas de entrenamiento. ¿Cuáles son los músculos más olvidados que deberíamos tener más presentes?
La principal razón por la que es necesario entrenar todos los músculos de nuestro cuerpo no tiene que ver con la estética. O al menos no se limita exclusivamente a este aspecto. La causa central está ligada a la funcionalidad.
Un ejemplo clásico es el de aquellas personas que entrenan el tren superior minuciosamente. Sin embargo, no lo hacen con las piernas; esto puede llegar a ser desencadenante de lesiones en las caderas o en las rodillas, sobre todo durante la práctica deportiva.
Los 5 músculos más olvidados al entrenar
1.- Antebrazos
Si bien es un grupo muscular que se ejercita en muchos trabajos de músculos mayores, no es suficiente. Existen trabajos específicos que podemos realizar para ejercitar estos músculos, situados entre la muñeca y el codo.
¿Cuáles son las ventajas de tener los antebrazos fuertes? En primer lugar, con ellos aguantamos cargas pesadas en la mayoría de los ejercicios de musculación, por lo que es necesario que resistan este peso. Además, en los trabajos con movimientos —como los de Crossfit, por ejemplo— los antebrazos también juegan un papel muy importante.
2.- Trapecios
En este caso no estamos hablando de un músculo ‘pequeño’, pero sí de uno de los músculos más olvidados en las rutinas. Al igual que los antebrazos, a menudo se ejercita mediante trabajos para espalda u hombros, pero rara vez se le dedica el espacio que se merecen.
Son muy útiles para nuestro cuerpo, especialmente en lo relativo a los omóplatos, que articulan los brazos y soportan el peso de nuestra cabeza. Los trapecios, ubicados en la parte superior de nuestra espalda, los unen y contribuyen en esta función.
Las ventajas de fortalecer esta zona radican en la capacidad de levantar peso por encima de nuestra cabeza, el mejoramiento de la postura y la corrección de desviaciones causadas por falta de fuerza.
3.- Isquiotibiales
De por sí, el tren inferior en su totalidad suele ser dejado de lado en muchas rutinas de musculación. Además de ser perjudicial en cuanto a lo estético, también es algo incorrecto para la salud.
Dentro del entrenamiento de piernas, uno de los grupos de músculos más olvidados son los isquiotibiales. Se ubican entre la pelvis y la tibia y su función es posibilitar la extensión y flexión de la pierna. Como no constituyen la parte más visible de las piernas, por lo general se escatima el tiempo que se les ofrece.
Si bien las sentadillas son una buena manera de entrenarlos, no es suficiente. Tampoco basta con una buena sesión de elongación para fortalecerlos. Existen ejercicios específicos, como los trabajos en camilla o el uso de las bandas elásticas, para fortificar esta parte de las piernas.
4.- Aductores
Nuevamente en las piernas, pero esta vez con un grupo de músculos aún más ‘escondido’. Los aductores están situados en la parte interior de los muslos.
Aunque no se note a simple vista, trabajarlos es muy importante para mantener el equilibrio entre los demás músculos y para poder aumentar las cargas con las que trabajamos las piernas.
Al igual que en los casos anteriores, es errónea la idea de que no es necesario entrenarlos específicamente. Para ello, hay ejercicios muy efectivos, como es el caso de las denominadas ‘bailarinas’.
Consiste en hacer una especie de sentadillas pero con los talones juntos y la punta de los pies hacia afuera. Así, con una mancuerna sujetada con las dos manos en el centro del cuerpo, baja con la espalda recta lo más que puedas.
De igual modo, puedes recurrir a máquinas o cintas elásticas. Lo importante es que trabajes los aductores como corresponde.
5.- Manguito rotador
Ubicado en el hombro, el manguito rotador o manguito de los rotadores cumple la misión de estabilizar la articulación del hombro. Se trata de un grupo de músculos que conectan la escápula con la cabeza del húmero y forman un puño en la articulación —de ahí el nombre de ‘manguito’.
Habitualmente, se suele trabajar con ejercicios de rotación que reafirmen la estabilidad del hombro. Muchas lesiones en deportes como el vóleibol, el básquetbol y el tenis se producen debido a falencias en este grupo muscular.
Como conclusión, se puede decir que las prioridades estéticas al entrenarnos no siempre se condicen con los requerimientos de nuestro cuerpo. Por lo tanto, es primordial estar informados y dedicar tiempo a este entrenamiento ‘invisible’. En ese sentido, contar con un profesional adecuado para la planificación de los trabajos es el mejor recaudo que podemos tomar.