Arritmias ventriculares en deportistas
¿Es una adaptación del corazón del atleta o responden a una cardiopatía no descubierta? Las arritmias ventriculares en deportistas obligan a la realización de exámenes previos a la práctica deportiva intensa.
Con estos análisis, se podrá detectar cualquier anomalía en el organismo antes de someterlo a exigencias físicas elevadas. Generalmente, suelen ser benignas, de buen pronóstico y muy poco vinculadas con el esfuerzo físico.
Algunos deportes de alta intensidad
El fútbol, el baloncesto, el ciclismo, el voleibol, el triatlón, el running, la natación, el rugby, el tenis o las artes marciales son deportes de alta exigencia física. Antes de aprobar la práctica de estas actividades, es conveniente evaluar el funcionamiento cardíaco con pruebas ecocardiográficas, ergométricas o electrocardiogramas.
Es probable que, durante estos exámenes, se detecte la presencia de complejos ventriculares ectópicos (CVP) aislados que no empeoran durante el ejercicio. En estos casos, se puede recomendar la práctica del ejercicio, siempre que se evidencie la ausencia de cardiopatías estructurales.
De lo contrario, deben practicarse exámenes como Holter, estudios electrofísicos o resonancias magnéticas cardíacas antes de iniciar entrenamientos de alta intensidad. En caso de fatiga, mareos, disnea o síncope, la práctica deportiva deberá estar por debajo del nivel en el que aparecen esos síntomas.
Cuando un atleta de alto nivel sin cardiopatías conocidas sufre muerte súbita cardíaca, el impacto mediático es muy alto. Esto ha incrementado la preocupación en los últimos años ante circunstancias que aún no tienen respuestas.
Las arritmias ventriculares inducidas por el ejercicio se sitúan en estas tendencias, en este tipo de preocupaciones, momento en el que acumularon una fama que no han logrado quitarse.
Arritmias ventriculares: ¿vinculadas al ejercicio?
Las arritmias ventriculares (AV) en deportistas pueden llegar a ser malignas y hasta desencadenar en muerte súbita cardíaca (MSC). Las miocardiopatías que ocasionan taquicardia ventricular o fibrilación durante el ejercicio son las principales causas.
No obstante, todavía se discute si tienen que ver con la adaptación del corazón a exigencias deportivas o corresponden a cardiopatías latentes. La tendencia médica se inclina a no vincular la prevalencia de arritmias ventriculares con la intensidad ni los años de práctica de determinado deporte.
Lo recomendable es profundizar en exámenes para detectar posibles patologías ocultas. Los ecocardiogramas o las resonancias magnéticas cardíacas son las pruebas ideales para determinar la presencia de tales padecimientos.
Arritmias ventriculares en deportistas
El cardiólogo debe estar atento al contexto en el que aparecen las arritmias. Es decir, si hay antecedentes de palpitaciones o es un hecho eventual. En el primero de los casos, se necesitará una prueba de esfuerzo máximo, aunque el ecocardiograma sea normal.
Esta prueba de esfuerzo permite estudiar la respuesta del organismo ante el ejercicio máximo. Las arritmias pueden aparecer durante la actividad física o en la fase de recuperación. En algunos casos, aparecen arritmias de dos o tres morfologías, cuya intensidad disminuye durante el examen; estas no contraindican el deporte.
Desde luego, se deben realizar las pruebas en centros especializados y con el personal capacitado para atender posibles complicaciones. Si los resultados son normales, no se requerirán más exámenes.
Con antecedentes y sin ellos
En el caso de que haya antecedentes en el deportista, la investigación debe ser más profunda. El ecocardiograma-doppler permite detectar cardiopatías orgánicas. Si los resultados son normales, el atleta podrá continuar con su rutina.
Cuando existen palpitaciones ocasionales o hay indicios de arritmias auriculares o ventriculares en el ecocardiograma de reposo, hay opciones. La monitorización de 24 horas es una prueba tipo Holter que detecta el padecimiento y también su posible relación con el entrenamiento.
En caso de que la incidencia de taquicardias supraventriculares sea elevada, se requerirá un estudio electrofísico basal, además de las pruebas de esfuerzo. Dependiendo de los resultados, se hará necesario practicar una intervención para eliminar posibles vías accesorias.
Las bradiarritmias en deportistas aeróbicos
Las bradiarritmias suelen presentarse en deportistas predominantemente aeróbicos; se consideran una adaptación cardiovascular al ejercicio. Se detectan con monitorización Holter, en especial en las noches; suelen desaparecer con la prueba de esfuerzo.
Cardiopatías graves
Cuando se trata de cardiopatías graves, es imperativo tratar el padecimiento. Es así en casos como displasia arritmogénica de ventrículo derecho, miocardiopatía hipertrófica o cardiopatías congénitas. La arritmia es una consecuencia de ellas, ante cuya presencia está desaconsejada la práctica deportiva.
Las arritmias ventriculares, poco frecuentes y benignas
Las arritmias ventriculares en deportistas son de escasa aparición y, por lo general, benignas. Los estudios cardiológicos no suelen vincularlas con el entrenamiento, sino con padecimientos latentes. En consecuencia, el riesgo de muerte súbita cardíaca durante actividades deportivas también es bajo.
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