Causas y tratamientos de la osteoartritis de rodilla
En el día a día, las estructuras del cuerpo se van desgastando. La mayoría de estos tejidos se regeneran, aunque con la edad se va perdiendo poco a poco esa capacidad de regeneración, y la osteoartritis de rodilla es un ejemplo de ello.
A continuación, analizaremos todo acerca de esta patología que, aunque no tiene cura, permite hacer una vida normal. ¿Qué es, cómo aparece, qué tratamientos hay y qué síntomas presenta? Vamos a contestar a todas estas preguntas.
¿En qué consiste la osteoartritis de rodilla?
Como cualquier otra artritis, la osteoartritis de rodilla es un proceso degenerativo que cursa con inflamación. Al ser una osteoartritis, hablamos de una patología en la que se desgasta el cartílago que protege los huesos. Por lo tanto, el hueso roza con otras estructuras, lo que produce dolor e inflamación.
De todas las patologías de este tipo, la osteoartritis de rodilla es la más frecuente. Eso es así debido a la carga constante que debe sostener dicha articulación desde que aprendemos a andar.
El cartílago que protege la parte final del fémur se regenera cuando somos más jóvenes. No obstante, con el paso de los años, esta capacidad merma y, si no cuidamos ciertos aspectos, puede acabar produciendo esta patología.
Causas y síntomas
Como hemos visto, las principales causas de esta patología serán dos. Por un lado, utilizar la articulación de la rodilla con gran frecuencia a lo largo de la vida. Por ejemplo, un trabajo en el que debemos hacer el gesto de las sentadillas repetidamente o cargar grandes pesos nos predispondrá a ello. Por el otro, la edad, que reduce la capacidad de regenerar el tejido que se va dañando.
Aparte de estos dos factores, hay unos cuantos más que pueden acelerar la aparición de la patología. En esta categoría tenemos:
- Sobrepeso. Si cargar mucho peso es una de las principales causas, esto también se aplica al propio peso. Pasar la vida obligando a la rodilla a cargar con peso de más será igual de perjudicial, de acuerdo con una investigación publicada por International Journal of Obesity.
- Factores genéticos. Otra parte de culpa la tienen causas que escapan al control de cada persona. Hay ciertos genes que nos predispondrán a sufrir esta patología. También se incluyen en este apartado las deformidades que pueda tener una persona por un crecimiento óseo anormal. El hueso puede crecer de manera patológica, o puede haber directamente menos cartílago.
- Lesiones. Si a lo largo de la vida hemos sufrido lesiones de rodilla, es probable que estas afecten al cartílago. Tanto si hablamos de patologías pasajeras como otras que hayan requerido cirugía, todas aumentan el riesgo de padecer osteoartritis.
Síntomas
Los principales síntomas de la osteoartritis de rodilla son el dolor y la limitación de movilidad. El dolor será mayor por las mañanas y al realizar ejercicio.
Por otro lado, también existirá rigidez en la articulación, habrá cierta hinchazón por la inflamación y pueden aparecer trozos pequeños de hueso en forma de bultos. Estos se llaman osteofitos, y el cuerpo los crea para tratar de proteger la articulación, pero acabarán siendo perjudiciales.
Tratamiento de la osteoartritis de rodilla
Desafortunadamente, la osteoartritis de rodilla no se puede curar, tal y como afirma un estudio publicado por Rheumatic Disease Clinics of North America. Es una enfermedad que empeora con el tiempo, por lo que cuanto antes se diagnostique, más control tendremos sobre los síntomas, pero nunca volveremos a tener la rodilla perfectamente sana como antes. Dicho esto, si la detectamos a tiempo y cuidamos ciertos aspectos, esta patología no nos impedirá llevar una vida normal.
Lo primero que habrá que hacer es controlar el peso. Si sufrimos de sobrepeso, deberemos bajar a un peso saludable para no añadirle dificultades a la articulación.
Asimismo, será positivo hacer ejercicio de bajo impacto como andar, aquagym o natación, bicicleta o usar la elíptica del gimnasio. De esta manera, los músculos estarán fuertes y ayudarán a sostener el peso que hay sobre la articulación.
Otra alternativa muy recomendable es acudir a un fisioterapeuta, que nos dará ejercicios de estiramiento y fortalecimiento concretos que no pongan tensión sobre la rodilla. Saber cuándo aplicar frío o calor también será importante.
En el caso de que todo esto no sea suficiente, existen procedimientos quirúrgicos para mejorar los síntomas, así como ciertos medicamentos que pueden ayudar. Desde luego, estos últimos deben ser suministrados por un especialista.
Diagnóstico y tratamiento constante
Como vemos, la osteoartritis de rodilla es una patología en la que lo más importante es, en la medida de lo posible, la prevención. En segundo lugar, habrá que detectarla cuanto antes yendo al médico y realizando las pruebas radiográficas que correspondan.
Finalmente, es preciso cuidarnos al máximo para evitar que los síntomas empeoren con el paso del tiempo. Si lo hacemos, aunque tengamos la patología, podremos envejecer sin perder demasiada movilidad.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- K. Brandt, P. Dieppe y E. Radin. Etiopathogenesis of Osteoarthritis.Rheumatic Disease Clinics of North America. Volume 34, Issue 3, Pages 531-559 (2008)
- D. Coggon, I. Reading, P. Croft et al. Knee osteoarthritis and obesity. International Journal of Obesity. Volume 25, Pages 622–627 (2001)
- C. Bonnet y D. Walsh. Osteoarthritis, angiogenesis and inflammation, Rheumatology, Volume 44, Issue 1, Pages 7–16 (2005)