Lesiones comunes del esquí alpino

Cuando llegan las bajas temperaturas y la nieve, el esquí alpino es uno de los deportes con mayor concurrencia de practicantes. Sin embargo, no todo es disfrute y placer; hay algunas consecuencias no deseadas que hay que evitar.

Revisado y aprobado por el fisioterapeuta Abel Verdejo.

Escrito por Francisco María García

Última actualización: 25 mayo, 2023

El esquí alpino es un deporte al que aficionados y especialistas se entregan cada invierno. Ha ganado una gran popularidad con el paso de los años y se convirtió en el centro de muchos lugares turísticos. No obstante, no pueden omitirse una serie de consecuencias negativas que se asocian de manera directa a esta práctica.

Lo primero que viene a la mente al pensar en los riesgos físicos de esquiar se relaciona con las caídas. Es necesario un cierto nivel de equilibrio para transitar por pendientes irregulares. Además de estas posibles contusiones, hay otras lesiones que pueden surgir con la práctica.

Descubre las lesiones más frecuentes en el esquí alpino

Entre las lesiones que se suelen producir en el esquí alpino y que es necesario prevenir, están las siguientes:

Rotura de ligamentos en rodillas

La más común de las lesiones en el esquí alpino es la rotura del ligamento cruzado anterior. Este ligamento es el que mantiene el equilibrio de la rodilla; su lesión se produce por una rotación brusca sobre la tibia. Desde luego, la anatomía de la rodilla no está preparada para estos movimientos.

En la mayoría de los casos, esta fractura va acompañada de un daño en el ligamento cruzado posterior. Es una consecuencia del giro de la rodilla hacia adentro, lo que fuerza al máximo la tensión del ligamento. En los casos más graves, también sufren los meniscos, lo que se conoce en medicina como triada.

Se trata con frecuencia de una lesión muy dolorosa, cuyo tratamiento varía según el grado y el estado del esquiador. Incluso es probable que se necesite de una intervención quirúrgica.

Pulgar de esquiador

En este caso, el ligamento que se encuentra en la base del dedo pulgar se rompe como consecuencia de una hiperextensión. La práctica indica que, al caer, el dedo se engancha en el bastón, lo que provoca una abducción forzada. Es muy frecuente en los aficionados del esquí, y de allí se deriva su nombre.

En los casos en los que se produce un esguince, es posible la recuperación mediante la inmovilización. Cuando se presenta una gravedad superior, requiere de cirugía para reinsertar el ligamento.

Luxaciones en el hombro

Los ligamentos y otros estabilizadores en la zona del hombro son perjudicados en las caídas; incluso el húmero puede salir de su cavidad. Lo más común es una luxación, o más conocida popularmente como dislocación.

Los huesos se separan e inmovilizan la zona, además del dolor que provoca. El tratamiento consiste en analgésicos y rehabilitación.

Contusiones y fracturas en el torso

Tras las caídas, el torso también es uno de los más golpeados; con ello, aparecen diversos hematomas, fracturas de costillas, rodillas, caderas y pelvis. Los niveles de gravedad en estas lesiones son muy variados. Es necesario tomar las medidas preventivas de seguridad para prevenir males irreversibles.

Otras lesiones comunes del esquí alpino:

• Esguinces o fracturas de tobillos.
• Roturas de meniscos.
• Fracturas de clavículas.
• Traumatismos en cara o cabeza, son los más vistos en los menores de edad.

Principales causas de las lesiones en el esquí alpino

Normalmente, estas son las causas más frecuentes de las lesiones en este deporte:

• Falta de concentración debido al agotamiento durante la práctica.
• Nieve de mala calidad para el deporte, algo que ocurre en especial a fin de temporada.
• Indumentaria inadecuada para realizar esquí alpino. La ropa es un factor clave para practicar este deporte con comodidad. Asimismo, ha de ser lo suficientemente reforzada para proteger el cuerpo en caídas.
• Estado físico inadecuado: La musculatura debe tener un desarrollo básico para hacer las maniobras del esquí alpino. Fuerza, equilibrio y velocidad se ponen en juego, por lo que es importante una buena coordinación.
• Desconocimiento de la técnica: No poseer los conocimientos y el entrenamiento adecuado puede ser muy desventajoso. Hay que saber de las limitaciones personales y comenzar con trayectos más simples.

¿Cómo se pueden prevenir las lesiones en el esquí alpino?

Para evitar las lesiones comentadas, estos tips ayudarán al deportista:

• Respetar el esquí alpino como un deporte que requiere preparación. En la actualidad, muchas personas lo consideran una actividad social y omiten los riesgos que implica para su salud.
• Realizar una preparación muscular previa, especialmente en las extremidades inferiores.

• Implementar las medidas de protección necesarias: casco, gafas y el resto de la indumentaria. Es una garantía de disminución de contusiones graves.
• Intentar caer de costado y girar. No es sencillo mantener la suficiente frialdad para pensar cómo llegar al suelo, pero ayuda.
• Ser conscientes de los propios límites y tener la responsabilidad de frenar a tiempo. Muchas lesiones se dan en personas cansadas que desean seguir a un grupo.

Aunque las lesiones que se producen en el esquí alpino son frecuentes, no es difícil prevenirlas. Con un poco de preparación y de atención a los detalles mencionados puede ser suficiente para evitar malos tragos.