3 consejos para retardar el envejecimiento de la espalda
Tratar de retrasar el envejecimiento de la espalda es vital porque constituye la estructura más importante del cuerpo. Si tenemos problemas de espalda, nos va a ser difícil realizar cualquier tipo de movimiento, desde caminar hasta estar sentados, pasando por sujetar cualquier objeto o incluso saludar a alguien por la calle.
Casi la totalidad de los gestos del día a día requieren de la estabilidad que proporciona la espalda y todas las estructuras relacionadas. Por lo tanto, es sumamente recomendable tener en cuenta ciertos consejos para mantener la espalda en forma el máximo tiempo posible.
Estructuras que componen la espalda
Antes de empezar con los consejos, hay que dejar en claro que la espalda no está formado solo por la columna vertebral. Es decir que la espalda no son unas vértebras que dan forma a la parte de atrás del cuerpo y ya está.
La espalda también la componen la médula espinal, que lanza ramas nerviosas a través de las vértebras hacia los órganos diana. Asimismo, hay un complejo entramado muscular que ayuda a mantener las estructuras en su sitio y nos proporciona movilidad. Finalmente, también tenemos ligamentos, tendones, discos intervertebrales y demás estructuras, cada una con su función propia.
Como atrasar el envejecimiento de la espalda
Con todo lo explicado, queda claro que estamos hablando de una estructura esencial para la salud y el bienestar. Por lo tanto, para retardar el envejecimiento de la espalda, debemos tener todos estos factores en cuenta.
1. Evitar el sedentarismo
La forma más fácil de sumarle 20 años a la espalda es siendo sedentarios. El cuerpo se acostumbra a lo que le pedimos en el día a día; si solo le demandamos una misma postura y comer nachos con guacamole, se adaptará a ello.
Para las papilas gustativas puede estar bien, pero las estructuras del cuerpo van a ir perdiendo capacidades si mantenemos esta actitud en el tiempo. Así, los músculos se atrofian, los discos intervertebrales se comprimen y pueden surgir deficiencias estructurales que después será muy complicado revertir.
Ante esto, el primer consejo es que tenemos que mantenernos activos. Hacer tareas por la casa, salir a caminar, practicar deporte, bailar… tenemos que tener pasatiempos que nos saquen de casa y nos hagan mover el esqueleto.
¿Podemos ver la televisión o unos cuantos episodios de una serie seguidos? Por supuesto. El tema es que no sea todo el día. Además,, como detalla un estudio publicado por la revista Journal of Research and Health, tenemos que aprender a hacer cada tarea correctamente. La postura es fundamental en este sentido.
2. Vigilar las posturas
Para mantener la espalda joven, tenemos que tener cuidado con las posturas en las que realizamos gestos en el día a día. Esto implica tratar de sentarnos bien en el sofá o a la mesa al comer, dormir en una postura correcta, coger cosas del suelo doblando las rodillas y no la espalda, entre otras técnicas adecuadas.
Piensa que todos estos gestos los repetimos durante más o menos tiempo todos los días. Por lo tanto, si nos concienciamos de hacerlo bien, le estamos ahorrando un sufrimiento diario a la espalda. Una investigación publicada en la Revista de Salud Pública nos alerta incluso del peligro de las posturas incorrectas en el trabajo, donde también hemos de tener cuidado.
3. Trabajar la zona media
Otro factor que debemos tener en cuenta es cómo funciona la espalda. Esta estructura no se mantiene en forma trabajando solamente la musculatura en la parte trasera del tórax. Para que la espalda esté saludable, tenemos que ejercitar tanto la parte trasera como la delantera y los laterales.
En el caso de la espalda, hablamos de toda la musculatura de la cintura abdominal. Esto incluye la musculatura profunda, la superficial, los abdominales oblicuos, la musculatura paravertebral y el recto abdominal, entre otros. Cuando trabajamos el core, estamos fortaleciendo la mayoría de estos músculos, incluidos los profundos y comúnmente olvidados.
Solo tenemos una espalda
Lo importante que hay que recordar es que solo tenemos una espalda, y que nos tiene que durar toda la vida. Por lo tanto, cuanto antes empecemos a vigilar el envejecimiento de la espalda, mejores serán los resultados a medida que nos vayamos haciendo mayores.
Estos 3 consejos son la base sobre la que construir el futuro, que queremos que incluya una alta calidad de vida. No debemos aspirar simplemente a cumplir años, sino a vivirlos. Y esto solo lo podremos hacer con una espalda fuerte y sana.
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