Síndrome del túnel carpiano: tratamiento y prevención
El síndrome del túnel carpiano es una afección generada por una presión excesiva en el nervio mediano, ubicado en la muñeca. Este es el responsable de la sensibilidad y el movimiento de las diferentes partes de la mano. ¿Cómo se trata? ¿Es posible prevenirlo?
El carpo es una parte de la muñeca compuesta por ocho huesos unidos por ligamentos. Cuando se produce una presión demasiado fuerte sobre el nervio mediano, que es un nervio sensitivo motor, se da la neuropatía que conocemos como síndrome del túnel carpiano. Sus funciones principales son la de sensibilizar e inervar -llevar sangre- a los músculos de la mano.
Síntomas del síndrome del túnel carpiano
En primer lugar, es necesario aclarar que si bien los síntomas pueden presentarse localizados en primera instancia, si la afección se desarrolla, pueden extenderse al resto del brazo.
Además, estos pueden pasar de momentos precisos del día o la noche —sobre todo mientras el afectado duerme— a provocar un malestar generalizado. Asimismo, también puede comenzar en una sola mano para luego afectar también a la otra.
Los primeros síntomas que se perciben son:
- Calor.
- Calambre o entumecimiento en la palma de la mano y los dedos.
- Sensación de hinchazón e incapacidad de manejar los dedos, pese a que estén hinchados.
- Hormigueo y necesidad de ‘sacudir’ la mano.
A medida que el síndrome del túnel carpiano se agrava, se puede padecer:
- Dolor.
- Debilidad o entumecimiento de la mano y la muñeca.
- Debilitamiento o atrofia de los músculos.
- Insensibilidad a la temperatura y al tacto.
Causas
Suele aparecer en personas cuyas profesiones o actividades deportivas implican un movimiento forzado o repetitivo de la muñeca. Esto provoca la inflamación de los ligamentos y compresión de los nervios. Asimismo, también puede ser causada por lesiones como fracturas, traumatismos o inflamaciones.
Por otro lado, puede deberse a una predisposición congénita, ya que el túnel carpiano puede ser más pequeño en ciertas personas y eso genera su compresión.
Además de los ya citados, otros de sus desencadenantes más frecuentes son:
- Hiperactividad de la glándula pituitaria.
- Hipotiroidismo.
- Problemas mecánicos en la muñeca.
- Estrés laboral o por el uso repetitivo de la musculatura de la región.
- Retención de líquido en el embarazo o la menopausia.
- Desarrollo de un quiste en el túnel carpiano.
Tratamiento del síndrome del túnel carpiano
El tratamiento para aquellas personas afectadas por este trastorno puede dividirse en tres posibilidades: acciones terapéuticas, medicamentos o cirugía.
En cuanto a la primera opción, se pueden utilizar férulas para dormir o incluso durante el día y aplicar compresas frías o calientes en la zona afectada. Esto puede acompañarse, además, con sesiones de fisioterapia y cambios en el lugar de trabajo para reducir la tensión sobre la muñeca: utilizar dispositivos especiales o revisar la posición, por ejemplo.
Con respecto a los medicamentos, se suelen recetar antiinflamatorios no esteroides o inyecciones de corticosteroides. Estas pueden aliviar el dolor por un tiempo. Si la causa de la afección es, por ejemplo, diabetes u obesidad, la medicación se dirige a tratar estas causas.
Finalmente, la última de las alternativas será la cirugía. Por lo general, se recurre a ella cuando la afección afecta considerablmente la calidad de vida del paciente y cuando las demás opciones no surtieron efecto.
Se procede entonces a liberar el túnel carpiano cortando el ligamento que ejerce presión sobre el nervio. Por lo general, este procedimiento suele dar buenos resultados.
¿Se puede prevenir el síndrome del túnel carpiano?
En caso de que no sea causado por una predisposición congénita, es posible reducir el riesgo de padecer el síndrome del túnel carpiano incorporando ciertos hábitos.
Primero, es necesario prevenir condiciones como la obesidad, la diabetes o el alcoholismo. Está comprobado que todas favorecen la aparición de esta afección.
Por otra parte, es importante implementar el uso de ciertas herramientas de trabajo especialmente diseñadas para personas con riesgo de padecer este síndrome. Estos son algunos ejemplos de estos dispositivos:
- Teclados separados, como el teclado Dvorak
- Almohadillas para digitar
- Protectores de muñeca
Asimismo, tomar ciertas medidas de prevención puede resultar también muy eficiente. Algunas recomendaciones en este sentido:
- Tomar descansos frecuentes cuando esté tecleando y parar si siente dolor u hormigueo.
- Hacer lo mismo durante la práctica deportiva.
- Procurar trabajar y dormir con buena postura y evitando doblar la muñeca.
El síndrome del túnel carpiano afecta al 90% de la población general, especialmente a mujeres de entre 30 y 60 años de edad. Por eso, se trata de la neuropatía más frecuente.
Las posibilidades aumentan considerablemente en determinada población de trabajadores. Por este motivo, es esencial estar pendientes de la posible aparición de síntomas para tratarlos rápidamente y, además, tomar los recaudos pertinentes.