¿Es recomendable entrenar luego de un día largo de trabajo?

El día dispone de 24 horas en las que hay que realizar muchas tareas, además de guardar un momento al día para entrenar. Sin embargo, no solo es importante el entrenar, sino cuándo se hace.
¿Es recomendable entrenar luego de un día largo de trabajo?
Gloria Redondo Rincon

Revisado y aprobado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 26 mayo, 2023

Cada persona tiene sus preferencias a la hora de entrenar en función de su rutina y las tareas que tenga que hacer a lo largo del día. Algunos prefieren entrenar después de un día largo de trabajo, mientras que otros prefieren hacerlo para empezar el día con energía.

La verdad que no es posible sentar cátedra sobre si es bueno entrenar antes o después de trabajar, ya que lo que funciona para unos puede no hacerlo para otros. Lo que sí es cierto es que, como cualquier aspecto, entrenar después de un día largo de trabajo tiene sus ventajas y desventajas.

Conocer esto es interesante, pues permite reorganizarse la rutina diaria para poder alcanzar los objetivos de entrenamiento. Por esa razón, a continuación repasamos las principales ventajas y desventajas.

Ventajas de entrenar después de un día largo de trabajo

Los entrenamientos vespertinos tienen unos puntos a favor que merece la pena tener en cuenta. Quizás a mucha personas no les gusta porque están demasiado cansadas para ponerse a entrenar, pero eso tiene fácil solución. Para evitar una fatiga excesiva, es mejor reducir la intensidad o la duración de la sesión.

Favorece la relajación de los músculos y la mente

Uno de los cambios inmediatos que produce el ejercicio sobre el cuerpo es que induce una sensación de relajación y bienestar. Esto se debe a que el aumento de la temperatura en los músculos, consecuencia del mayor aporte de sangre, favorece la relajación global el cuerpo y la mente.

Este cambio es de gran ayuda para conciliar el sueño, pero hay que tener cuidado con cuánto tiempo se deja transcurrir desde el entrenamiento y la hora de irse a la cama. Realizar ejercicio justo antes de irse a dormir es contraproducente, pues consigue justamente el efecto contrario, un aumento de activación y una noche de dar vueltas en la cama.

Entrenar después de un largo día de trabajo puede favorecer el descanso.

Ayuda a descargar tensiones

Para muchas personas, la rutina del día a día es una fuente de estrés continuo. Los efectos negativos del estrés sobre la salud son bien conocidos, y por esa razón es muy importante encontrar actividades que supongan una catarsis de las emociones negativas.

El ejercicio físico puede ser la alternativa ideal, dado que permite canalizar el exceso de activación física en algo más productivo, en lugar de guardárselo para uno mismo. De hecho, esta es una de las razones principales por las que las personas entrenan.

Según un estudio publicado por la Revista Iberoamericana de Psicología del Ejercicio y el Deporte, al menos un 80 % de los participantes afirmaron que realizaban ejercicio de manera regular para liberar las tensiones acumuladas del día a día.

Desventajas de entrenar después de un largo día de trabajo

Entrenar al final del día también tiene «un lado oscuro», y es que esta opción no se ajusta a la forma de ser de muchas personas que prefieren madrugar para activarse desde bien temprano.

Entrenar por la mañana es empezar el día con energía y despejado

Cada persona tiene un despertar distinto y esto influye en cómo afronta la mañana. Para aquellos que les gusta aprovechar la mañana, el ejercicio matutino es la mejor opción para empezar cada día con energía.

Además, suele ocurrir que esas mismas personas que tienen mucha energía por la mañana empiezan a notar la falta de activación durante la tarde. Por tanto, es muy probable que no tengan las fuerzas suficientes como para afrontar una sesión de entrenamiento en condiciones. Esto se puede prevenir si reservan un hueco en la mañana para hacer ejercicio.

La cabeza puede estar en otras cosas

Hombre estresado frente a su computadora.

A medida que se van realizando las tareas del día a día, es probable que surjan contratiempos y problemas que uno no es capaz de prever. Si estos se resuelven antes de que acabe la jornada, no tienen mayores complicaciones, pero esto no suele ser así.

Es muy habitual que los problemas del trabajo se lleven a lo personal y esto puede influir negativamente en el entrenamiento. Durante la sesión, es necesario que la concentración se encuentre en lo relevante para el ejercicio, dejando para después cualquier otro asunto. La falta de concentración no solo empeora el rendimiento, sino que también aumenta la probabilidad de sufrir una lesión.

Acierta eligiendo el momento adecuado para entrenar

El primer paso para saber qué hora se ajusta más a cada uno es conocerse y saber cómo funciona mejor el organismo, si por la mañana o por la tarde. Este es el punto de partida para optimizar la rutina y poder llegar tanto a los compromisos como el entrenamiento.

Recuerda que la estrategia es un pilar fundamental del deporte. En el deporte, los resultados se ven muy condicionados por una buena temporalización. Por todo esto, toma nota y sácale partido a estos consejos en tu beneficio.


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