Escucha activa: ¿por qué es importante en el deporte?
La escucha activa es una de las cualidades más apreciadas en el deporte. Lo más curioso es que esta se practica constantemente sin que entrenadores o deportistas sean conscientes de ello.
La escucha activa consiste en darle al acto de escuchar normal una vuelta más profunda. Consiste no solo en retener lo que dice la otra persona, sino en transmitirle a la persona que estamos escuchando y comprendiendo cómo se siente. Se trata, por tanto, de prestar atención tanto al mensaje verbal como al emocional.
En el deporte es muy importante practicar la escucha activa. No solo para la correcta transmisión correcta del mensaje en sí, sino para que el deportista se sienta validado emocionalmente. Además, la escucha activa es la base para hacer las relaciones más sólidas.
Por todas esas razones, a continuación profundizamos en la importancia de la escucha activa en el deporte.
Pones el foco de atención en la otra persona
La escucha tradicional consiste en la transmisión de un mensaje por parte de un emisor que llega hasta un receptor. El proceso se detiene ahí, pero el emisor no tiene feedback sobre si su mensaje se ha transmitido correctamente. Por el contrario, en la escucha activa toda la atención se pone sobre el emisor, dándole una sensación de que se vierte toda la atención sobre él.
Una de las principales características que definen la escucha activa es que el foco de atención se pone sobre la persona que tiene que decir algo. Esto hace que el emisor sea el protagonista del momento, y se sientan lo suficientemente seguro para abrirse emocionalmente.
Esto se demuestra por varios gestos de la persona que escucha demostrándole que tiene toda su atención. Estos gestos pueden ser tanto no verbales (asentir, mantener el contacto ocular) como así también verbales (repetir o resumir el mensaje).
Ayuda en la resolución de los conflictos
Los conflictos son una parte inevitable de cualquier relación humana. Mucha gente tiene miedo al conflicto y tiende a evitarlos, pero la realidad es que en sí mismos no son buenos o malos. Lo que sí hay que tener en cuenta es que hay que saber manejarlos correctamente para que no ocasionen daños colaterales.
En cualquier conflicto hay dos partes cuyas perspectivas chocan o son contrapuestas. En su resolución hay que escuchar activamente ambas partes e intentar encontrar puntos en común, por muy pequeños que sean, para que se conviertan en puntos de partida de la solución.
A este respecto, según un artículo publicado en la Revista Documentación Social, la mediación es la mejor estrategia para resolver conflictos. Parte de esta consiste en aplicar la escucha activa a cada una de las partes. Una vez conseguido esto hay que hacer esfuerzos por acercar ambas posturas.
Proporciona más información del mensaje
La finalidad de practicar la escucha activa es tener una visión completa de todo aquello que dice una persona. Como se dijo anteriormente esto es ir más allá del mensaje verbal y prestar atención a lo que no se dice, pero que también forma parte de la comunicación.
Alrededor de todo mensaje verbal hay una entonación, unos gestos y una expresión facial que añade significado a las palabras. A veces esta parte no verbal puede ir en consonancia con la verbal; mientras que a veces ambas partes son contradictorias, como en el caso de la ironía.
En cualquier caso hay que estar atento a todos los niveles de la comunicación. Los fallos en la comunicación dan lugar a los malentendidos, y estos si no son resueltos pueden desembocar en un conflicto. Por tanto, la escucha activa no solo sirve para solucionar conflictos, también para prevenirlos.
A veces ayuda más escuchar que hablar
Cuando alguien nos cuenta un problema personal a veces se siente la necesidad de dar una respuesta rápida o ayudar. No obstante, muchas veces es más valioso simplemente permanecer callado y escuchar.
Lo mejor de la escucha activa es que es un recurso al alcance de cualquiera. Es cierto que no es lo mismo que la escucha tradicional, pero todo el mundo está en disposición de aplicarla, siempre y cuando exista voluntad.
Con todo esto, ya puedes empezar a poner en práctica la escucha activa en el deporte. Un primer paso puede ser cambiar de actitud, mantener el contacto ocular y mostrar interés genuino por lo que nos cuentan. Muchas veces la simple presencia, el estar ahí, es valorado como una gran ayuda.
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- De Prada, J., y López, J. (2008). La mediación como estrategia de resolución de conflictos en el ámbito escolar. Documentación social, 148, 99-116.