¿Cómo manejar la frustración al no ganar una competencia?
Una de las tareas que debe aprender todo deportista es a manejar la frustración cuando no gana una competencia. Hay veces que, por mucho que se trabaje, las cosas no salen como se planificó de antemano, y no por ello hay que dejar que la rabia se apodere de uno.
Existen múltiples ejemplos en el deporte que muestran que no todos los deportistas saben tolerar la frustración. Desde el futbolista que tira el balón a la grada, el tenista que rompe la raqueta o el golfista que paga el enfado con el palo. En todos estos ejemplos, el deportista se deja controlar por la ira y termina mostrando comportamientos poco apropiados.
4 claves para aprender a manejar la frustración
Manejar la frustración en una competencia no es tarea fácil, ya que en ocasiones las emociones se vuelven demasiado intensas. Sin embargo, no deja de ser un aspecto fundamental. A continuación, se verá cómo trabajar para conseguirlo.
1. Aumentar la conciencia emocional
La frustración es una emoción que se siente muy desagradable. Pero el problema no es tanto la emoción, sino que los deportistas no saben identificarla cuando aparece y, cuando se vuelve insoportable, se dejan llevar por ella.
Saber detectar las emociones y localizarlas en el cuerpo es un primer paso esencial para aprender a controlarlas. La conciencia emocional está igual de presente en el deporte que la conciencia corporal.
Para crecer como deportista, no basta con saber cuáles son las emociones, sino que también hay que saber sus manifestaciones en el cuerpo. Y más allá de eso, hay que tener en cuenta cómo cada deportista la experimenta de forma personal.
2. Sacar una lección de cada derrota
A pesar de que la derrota es un revés, siempre se puede sacar algo positivo de ella. Para ello, hace falta una actitud positiva y mucha experiencia en competiciones. Si se adquiere una mentalidad más positiva y se ve la derrota como una oportunidad de aprendizaje, se cierra la puerta a las emociones negativas.
Por el contrario, rumiar sobre la derrota, buscar culpables o pensar que ha sido injusto, a pesar de ser comportamientos habituales en el deporte, lo único que generan es un aumento del malestar. Al final, el deportista no siente la frustración fruto de la derrota en sí, sino por la interpretación que se hace de esta.
3. Potenciar la inteligencia social en los equipos
La frustración aparece tanto en los deportes individuales como en los colectivos. En las modalidades de equipo, esta emoción se da cuando el equipo no consigue un objetivo propuesto o cuando un miembro actúa de manera equivocada.
Incluso la frustración puede ser consecuencia de malentendidos que se dan entre deportistas. Por ello, para evitar que una falta de acuerdo dé lugar a una pelea, la mejor solución es potenciar la inteligencia social.
La inteligencia social es la capacidad de comprender a los demás y ponerse en su lugar. En vez de adoptar una perspectiva egocéntrica, esta clase de inteligencia defiende que en el grupo se encuentra la fortaleza de cada uno, y por tanto, hay que potenciarlo.
4. Rebajar los criterios de medida
Si hay algo que caracteriza a los deportistas, en especial a los de élite, es su perfeccionismo extremo. Estos deportistas tienden a establecerse metas demasiado exigentes, hasta el punto que pueden llegar a ser inalcanzables.
Cuando un atleta se pone metas rígidas y alejadas de su capacidad, aumenta la probabilidad de que acabe abandonando la lucha. Además, según un artículo publicado en la Revista Digital EFdeportes, el abandono cuando no se cumplen las metas es una conducta de evitación que impide aprovechar las capacidades de la persona.
No dejes que la frustración empañe el trabajo duro
En la vida siempre habrá situaciones que no se puedan controlar, pero esto no debe ser una fuente de frustración. El atleta solo se debe preocupar por aquello que está en su mano cambiar, el resto debe tenerlo en cuenta, pero no dejar que afecte su estado de ánimo.
Es todo una pena ver cómo las reacciones de ira enturbian todo el trabajo logrado durante la temporada. Por esa razón y por cuidar la salud mental del deportista, trabajar para manejar la frustración al no ganar una competencia se convierte en un objetivo de máxima prioridad.
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- González Carballido, L. G. (2002). La tolerancia a las frustraciones en el deportista. Revista EFDeportes. com. Buenos Aires, (45).