3 consejos para motivar a un equipo deportivo
Todo entrenador debería manejar los consejos para motivar a un equipo deportivo. La gestión de los equipos es un pilar fundamental para su rendimiento, y esto es tarea del entrenador. Por ello, este debería invertir parte de su tiempo y formación a saber qué tiene que hacer para mantener motivado no solo a los jugadores individualmente, sino a la colectividad considerada de forma integral.
En este sentido, no es igual motivar a un individuo que a un equipo. Los equipos son más que la suma de las partes que lo componen, por lo que hay que tener en cuenta aspectos que van más allá de lo individual. Quizás, esta tarea es la más complicada, ya que esos aspectos grupales son sutiles, y muchas veces los entrenadores no se dan cuenta de ellos. Con el objetivo puesto en aumentar las aptitudes para manejar equipos, a continuación veremos unos sencillos consejos para motivar a un equipo deportivo.
1. Potencia la cohesión grupal
Uno de los pilares de la teoría grupal es que los equipos no funcionan por simple inercia, sino que tienen que estar cohesionados para que su estructura y dinámica funcione. La unión grupal es la fuerza invisible que mantiene unidos a los componentes del equipo, y que propicia que frente a la adversidad estos sigan acoplados.
Por tanto, queda claro que una de las tareas que deben atender los entrenadores es la de potenciar la cohesión grupal. Si esto se consigue, es más probable que el equipo funcione de una manera más fluida, y que incluso tenga la capacidad de motivarse a sí mismo. ¿Cómo conseguir este objetivo? Pues es más sencillo de lo que parece.
Por ejemplo, es muy efectivo llevar a cabo actividades o dinámicas en las que los miembros del equipo tengan la oportunidad de colaborar entre ellos. También, se puede potenciar la cohesión grupal mediante actividades informales fuera de los entrenamientos, para que los deportistas compartan momentos divertidos en un contexto más informal.
2. Establece de manera consensuada objetivos grupales
Un punto clave para el manejo de la motivación es el establecimiento de objetivos que se puedan conseguir. Cuando se trabaja con deportistas de manera individual esto debe ser un punto obligatorio, y cuando se trabaja con grupos tampoco cambia mucho. Lo único que hay que tener en cuenta es que los objetivos deben ser aceptados por todos los miembros del equipo.
Los entrenadores a menudo cometen un error que perjudica a la motivación: establecer los objetivos sin tener en cuenta a los deportistas. Esto lo único que consigue es que los atletas que estén de acuerdo acepten los objetivos y los internalicen, pero aquellos que no están de acuerdo solo los seguirán por miedo al castigo. Para lograr que todo el equipo esté motivado es necesario que los objetivos se establezcan teniendo en cuenta las necesidades del equipo, y que todos se comprometan a cumplirlo e integrarlos como parte de ellos.
3. Refuerza cada pequeño avance conseguido
Muchos entrenadores ponen el foco en el error más que en el acierto. Se esfuerzan mucho por corregir los fallos, pero no por señalar los aciertos. Esto no es lo que hagan de manera consciente, sino que es una tendencia natural que lo positivo pase desapercibido. No obstante, señalar cuando un deportista, o el grupo, hace bien su tarea tiene unos efectos muy positivos sobre su rendimiento a futuro.
Los refuerzos son un punto clave para aumentar y mantener la motivación. Además, no solo ayudan a la motivación, sino que son una forma de obtener feedback de que se está siguiendo el camino correcto. Al respecto, un estudio de la Universidad Católica de San Antonio subraya que los refuerzos inciden sobre variables psicológicas del equipo tales como su motivación, autoconfianza, y la toma de decisiones. No hay que subestimar el potente efecto que tiene una simple palabra como “bien hecho” o un aplauso al grupo.
Los equipos son más que la suma de sus partes
Una frase que hemos repetido y volvemos a subrayar es que el resultado de un equipo sobrepasa la mera suma de sus integrantes. Esto significa que no hay que considerar al equipo como una suma de deportistas, sino que los deportistas por interactuar ya adquieren unas propiedades que no tendrían de forma individual. También, que su rendimiento individual se verá potenciando cuando trabajen en grupo, siempre y cuando ese trabajo en grupo sea efectivo.
Ahora que hemos profundizado en los consejos para motivar a un equipo deportivo, nuestra mejor recomendación es que los pongas en práctica y sea el propio el grupo el que proporcione feedback. En este caso, la mejor manera de aprender es a través de lo que proporciona de vuelta el equipo.
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