3 causas por las que fracasan las dietas
La mayor parte de las dietas fracasan, a veces sin explicación aparente. Mucha gente se propone un cambio en la alimentación, pero realmente pocos consiguen sostenerlo en el tiempo. Es frecuente pretender resultados excesivamente rápidos y que esto condicione la adherencia al tratamiento.
A la hora de plantear una dieta, lo mejor es acudir a un profesional de la nutrición. Este será capaz de analizar individualmente cada caso y de programar aquello que mejor se adapta al perfil del paciente. Si una persona sin los conocimientos necesarios trata de elaborar el plan por su cuenta, es más probable que falle.
Causas por las que fracasan las dietas
A continuación, vamos a comentar las principales causas por las que fracasan las dietas cuando estas se programan sin supervisión profesional. Evita caer en estas 3 fallas comunes.
1. Producir un desequilibrio energético excesivo
Para perder peso, es necesario generar un déficit calórico. Sin embargo, este ha de ser controlado. Reducir más las calorías de la dieta no tiene por qué traducirse en un mejor resultado, sino que en muchas ocasiones puede provocar que se desarrolle una situación de ansiedad.
En este sentido, lo óptimo es planificar un desequilibrio de unas 300 kilocalorías en negativo, aunque tampoco tiene que ser algo tan exacto. Lo verdaderamente relevante es que la dieta priorice el consumo de alimentos frescos frente al de ultraprocesados industriales.
A la hora de aplicar algún mecanismo restrictivo, una buena opción es optar por un ayuno intermitente. Este protocolo genera beneficios para la salud y los riesgos son muy escasos; por ejemplo, una investigación que publicó BMJ Case Reports destaca la reducción de los niveles de glucosa en sangre que produce en pacientes diabéticos. Además, es sencillo ponerlo en práctica.
Al mismo tiempo, es fundamental garantizar la presencia de proteínas de alto valor biológico de forma diaria. Estos nutrientes son muy importantes para el músculo, según un estudio publicado en la revista Nutrients. Si no se cubren los requerimientos, se puede experimentar una reducción de la masa magra, lo que condiciona negativamente la salud.
2. No incorporar la suficiente fibra
Otro de los puntos claves a la hora de confeccionar una dieta es asegurarse de que el aporte de fibra es óptimo. De acuerdo con una investigación publicada en la revista European Journal of Clinical Nutrition, esta sustancia contribuye a incrementar la sensación de saciedad, lo que mejora la adherencia al tratamiento a medio plazo.
Por este motivo, la inclusión de vegetales en la alimentación es fundamental para poder sostenerla. Con estos alimentos, se pueden confeccionar platos voluminosos, aunque poco energéticos, y así generar saciedad sin aportar calorías de más, por lo que no se impiden la movilización y la oxidación de las grasas.
3. No tener en cuenta el horario de las comidas
No solo importa lo que se come, sino también la hora de la ingesta. Durante los últimos años, han salido a la luz numerosas investigaciones que confirman que comer y cenar temprano mejora la pérdida de peso en una gran parte de la población. Al menos el 50 % de las personas podrían beneficiarse de ello.
Esto se debe a que el organismo cuenta en su interior con un reloj biológico determinado por la exposición a la luz solar. Cuando el sol se pone, la capacidad de asimilación de los nutrientes no es la misma.
Además, durante el día varía de forma natural la concentración de ciertas hormonas en sangre. Estos cambios también pueden impactar sobre el metabolismo de los nutrientes.
Por este motivo, es fundamental evitar el consumo de alimentos con alto contenido en carbohidratos durante la noche. Sobre todo han de restringirse los azúcares simples en este momento, ya que provocan un impacto metabólico negativo.
Evita las causas por las que fracasan las dietas
Ahora ya sabes cuáles son las principales causas por las que fracasan las dietas. Si vas a confeccionar un menú por tu cuenta, es importante que te fijes en todos los puntos que hemos comentado para evitar caer en los errores más frecuentes. De este modo, será más probable que obtengas éxito a medio plazo.
No obstante, recuerda que los resultados de la dieta no se ven de un día para otro, ni siquiera aunque esté bien planteada. Se trata de una carrera de fondo; hay que ser constante y metódico. Además, es fundamental complementar una buena alimentación con la práctica de actividad física de forma regular para mejorar los resultados.
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