¿Cómo funciona la dieta del limón?
La dieta del limón se ha creado con el objetivo de mejorar la salud y el funcionamiento del organismo. Cuenta con una serie de principios acertados, aunque también con remedios que no están avalados desde el punto de vista científico. No obstante, ponerla en práctica podría llegar a ser beneficioso, ya que no resulta restrictiva.
A diferencia de otras dietas con nombre de alimentos, la dieta del limón no consiste en alimentarse únicamente de dicha fruta, sino de incluirla de forma regular en una dieta marcada por pautas saludables. Te lo explicaremos con detalle.
La dieta del limón se caracteriza por la variedad
Como hemos expuesto, la dieta del limón no posee un carácter restrictivo. Al contrario, defiende la necesidad de consumir sobre todo alimentos frescos, pero de variarlos en la medida de lo posible. Así se podrá lograr un aporte completo de nutrientes, lo que repercutirá positivamente en el funcionamiento de los órganos.
A esto hay que sumarle la recomendación de consumir un vaso de agua tibia con limón en ayunas. El contenido en fitonutrientes de la fruta podría ayudar a prevenir la aparición de radicales libres, así como el desarrollo de patologías crónicas.
Lo anterior se evidencia en un estudio publicado en la revista Biofactors, en el que se exponen las propiedades de los flanovoles que contienen los cítricos, los cuales incluso pueden llegar a actuar como antimicrobianos.
El interés de este modelo por alcalinizar el organismo
A pesar de que lo comentado hasta ahora puede resultar positivo, la dieta del limón también apuesta por la necesidad de alcalinizar el organismo para gozar de un mejor estado de salud. Con este objetivo, se propone el consumo de jugo de limón de forma frecuente como aderezo en las preparaciones culinarias, ya que se sostiene que esta fruta es capaz de llevar a cabo la tarea mencionada.
Lo cierto es que la ciencia ha demostrado a través de estudios que resulta imposible incidir sobre el pH del organismo o de la sangre, al menos por medio de la dieta. Además, una variación significativa de este parámetro podría conllevar la muerte o la aparición de trastornos agudos, por lo que no resulta nada recomendable. No obstante, a esta situación solo se puede llegar por medio del consumo de fármacos o tóxicos.
Sin embargo, sí que es posible ejercer un efecto sobre el pH de la orina, aunque esto no repercute demasiado en el estado de salud. Solamente puede llegar a afectar a aquellos sujetos con tendencia a desarrollar piedras o cálculos en el riñón, pero son casos muy concretos.
La ingesta de agua e infusiones es clave en esta dieta
Como punto final, la dieta del limón apuesta también por la ingesta habitual de agua en cantidades elevadas, así como por la introducción de infusiones en la dieta. Muchas de estas cuentan con fitonutrientes con capacidades antioxidantes.
Estos fitonutrientes neutralizan la aparición de radicales libres mediante la cesión de electrones a moléculas de oxígeno inestables. A partir de esto, se reduce la incidencia de muchas patologías crónicas que ponen en riesgo la vida.
Además, existen infusiones capaces de actuar sobre la composición corporal por su contenido en cafeína. Un ejemplo sería el té, que puede incrementar la tasa de oxidación de las grasas y ayudar así a la pérdida de peso.
La dieta del limón, un plan saludable
Según lo comentado, la dieta del limón se encuadra dentro de los planes de alimentación saludables. No resulta un «protocolo milagro», aunque sí que se basa en principios que no son correctos, como la necesidad de variar el pH del organismo o de la sangre.
No obstante, más allá de este detalle, cabe destacar que se trata de un plan de alimentación que apuesta por la variedad y por la ingesta de alimentos frescos. Además, promociona el consumo de vegetales, de grandes cantidades de agua y de infusiones, lo que impacta positivamente sobre el funcionamiento del organismo.
Por último, es necesario destacar que en la dieta del limón es importante monitorizar el aporte proteico, ya que este no suele alcanzar el mínimo recomendado en muchas ocasiones. Ante esto, es imprescindible aportar productos que cuenten con proteínas de alto valor biológico en su composición, para asegurar así la funcionalidad del tejido magro y su correcta recuperación.
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