2 ricas recetas con garbanzos para niños
Los garbanzos son alimentos con muchos nutrientes en su interior, por lo que están altamente recomendados para niños. Es cierto que pueden incrementar la producción de gas a nivel intestinal, pero este efecto no será problemático siempre y cuando se cocinen adecuadamente. Por este motivo, te vamos a enseñar una serie de recetas con garbanzos para niños.
Antes de comenzar es importante destacar que los más pequeños deben llevar una dieta variada y equilibrada. Es importante evitar un déficit de nutrientes esenciales que pueda condicionar negativamente su salud. De lo contrario se generarían patologías crónicas a medio y a largo plazo.
Hummus, la receta con garbanzos más sencilla
El hummus supone una buena fuente de proteína de origen vegetal, excelente para los niños. Las guías dietéticas actuales defienden la ingesta de más de un gramo de proteína por kilo de peso al día para los más pequeños, con el objetivo de promocionar el crecimiento. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Annals of Nutrition & Metabolism.
Para este plato serán necesarios los siguientes ingredientes:
- 400 gramos de garbanzos cocidos.
- 3 cucharadas de tahini.
- 1 limón.
- 1 diente de ajo.
- 70 mililitros de aceite de oliva.
- Perejil picado.
- Pimentón dulce en polvo.
- Comino en polvo.
- Pimienta negra.
- Sal.
Habrá que comenzar pelando el diente de ajo. Además, es conveniente retirar la parte central para evitar problemas digestivos. Acto seguido se corta lo más fino posible. Una vez hecho esto se coloca en el vaso de una licuadora con el resto de los ingredientes, además de un par de cucharadas del caldo de los garbanzos. Solo queda triturar hasta formar una pasta homogénea con la textura óptima. Para servir se puede acompañar de verduras crudas.
Cocido madrileño
El cocido resulta una excelente opción para asegurar un aporte correcto de micronutrientes, tanto de vitaminas como de minerales. Entre estos últimos hay que destacar el hierro, puesto que un déficit podría condicionar negativamente el transporte de oxígeno en sangre. De hecho, si no se consume en dosis adecuadas se producirá una anemia con el paso del tiempo, tal y como afirma una investigación publicada en The Medical Clinics of North America.
En este caso serán precisos los siguientes ingredientes:
- 300 gramos de garbanzos.
- 500 gramos de carne de morcillo.
- 2 pechugas de pollo.
- 2 morcillas y 2 chorizos.
- 1 trozo de panceta.
- 1 punta de jamón.
- 100 gramos de repollo.
- 5 zanahorias y 4 patatas.
- 1 diente de ajo y 1 cebolla.
- 150 gramos de fideos.
Lo primero que hay que hacer es colocar los garbanzos en remojo durante al menos 24 horas, con un poco de sal. Pasado el tiempo se calientan en una olla grande con agua las pechugas, la carne de morcillo y la punta de jamón. En el momento en el que el agua rompe a hervir se incorporan los garbanzos, con la cebolla y el repollo.
Hay que dejar que se cocine todo a fuego medio durante al menos 3 horas, pero será importante ir retirando la espuma a medida que se vaya formando. En el caso de que se quede el contenido demasiado seco, se puede añadir más agua. Cuando pasen 2 horas y media se incorporarán las patatas y las zanahorias peladas y cortadas junto con el ajo, la panceta, la morcilla y el chorizo.
Una vez que se completa el tiempo de cocción se cuela el caldo y se reserva el resto. Es importante que los garbanzos estén tiernos. Con el caldo sobrante se hará una sopa de fideos, añadiendo la pasta y dejando cocinar durante 5 minutos. Una vez que la sopa está lista ya se puede servir toda la elaboración.
Prepara recetas con garbanzos para niños
Como has visto, es sencillo preparar recetas nutritivas con garbanzos como protagonistas para los niños. Con ellas asegurarás la introducción de las legumbres en la dieta, alimentos que aportan una buena cantidad de fibra. Este elemento es clave para lograr una buena salud intestinal a medida que pase el tiempo.
Para terminar, recuerda que será clave asegurar la variedad en la pauta. No obstante, deben priorizarse siempre los alimentos frescos, ya que su densidad nutricional es mayor. Además, no contienen elementos que puedan resultar nocivos como los aditivos, los azúcares simples y las grasas trans. Los ultraprocesados no deberían suponer más del 10 % del total de la dieta semanal para asegurar un buen funcionamiento del medio interno.
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