¿Cuál es la diferencia entre entrenamiento funcional y tradicional?
Antes de poder decidir qué tipo de ejercicio realizaremos, necesitamos informarnos y aprender más sobre él. Además, es importante dejar de lado algunas ideas erróneas sobre ciertos entrenamientos. Una de las preguntas más habituales actualmente tiene que ver con la diferencia entre entrenamiento funcional y tradicional.
A continuación, te proponemos profundizar en este tema. El entrenamiento funcional dista bastante del convencional de musculación que quizás hemos realizado alguna vez en el gimnasio. ¡Es muy interesante conocer más sobre este!
¿Qué es el entrenamiento funcional?
Como primera medida, definiremos cada método de entrenamiento. En el caso del entrenamiento funcional, se trata de una rutina en la que los movimientos son naturales, es decir, similares a los que hacemos cada día en nuestras actividades cotidianas —fuera del gimnasio—.
El concepto de entrenamiento funcional —functional training en inglés— se ha desarrollado bastante en los últimos años como una manera de diferenciarse de las rutinas que se llevan a cabo en la sala de musculación del gimnasio.
Este auge por lo ‘funcional’ tiene que ver con la aparición de grandes cadenas de gimnasios comerciales y con el éxito de disciplinas como el CrossFit. En la actualidad, hacer ejercicio funcional es cumplir con una rutina que incluye diferentes elementos, tales como una fitball, una soga TRX, una pesa kettlebell o una battle rope —soga gruesa—.
Los ejercicios multiarticulares que aquí se practican permiten entrenar varios grupos musculares al mismo tiempo, y esto hace que también quememos más calorías, ya que es un entrenamiento intenso. El principal objetivo de un entrenamiento funcional es el crecimiento muscular de calidad, así como también el fortalecimiento equilibrado de los músculos.
¿Qué es el entrenamiento tradicional?
Al referirnos a entrenamiento tradicional, hablamos de aquellos ejercicios «populares» y conocidos del gimnasio, es decir, los que emplean máquinas o el propio peso del cuerpo. En este caso, los músculos se trabajan en el plano fijo.
¿Qué quiere decir esto? Que se tonifica una zona muscular concreta, por ejemplo los bíceps, tríceps o abdominales. Los ejercicios son centralizados y el crecimiento muscular es rápido. El riesgo de lesión en el entrenamiento tradicional es menor porque los movimientos son específicos y muy guiados.
El entrenamiento de fuerza de toda la vida se caracteriza por ser estructurado. Esto significa que la rutina incluye series, repeticiones y un orden especial de ejercicios. Incluso, puede que cada día de la semana se entrene una parte del cuerpo diferente; por ejemplo: el lunes, los hombros; el martes, el pecho; los miércoles, las piernas; los jueves, los abdominales; y los viernes, la espalda.
Se dice —erróneamente, en la mayoría de los casos— que aquellos que hacen entrenamiento tradicional tienen poca resistencia cardiovascular o que no cuentan con tanta movilidad debido al mayor tamaño muscular. Sin embargo, eso depende de la atención que se le preste a la salud y de cómo se complementa con otros ejercicios.
¿Cuál es la diferencia entre entrenamiento funcional y tradicional?
Básicamente, podemos decir que el entrenamiento funcional es más dinámico que el tradicional, y que este último se enfoca en un grupo muscular específico en cada sesión. Por supuesto que, según cuáles sean los objetivos, se podrá elegir un tipo de entrenamiento o el otro.
Por ejemplo, si la intención es bajar de peso y marcar un poco los abdominales, entonces es mejor optar por el entrenamiento funcional, junto con una dieta hipocalórica, claro. En cambio, si la meta es aumentar la masa muscular y vernos «más grandes» de espalda y hombros, entonces probablemente el entrenamiento tradicional sea la mejor alternativa.
También hay que tener en cuenta la personalidad de cada deportista. Para muchos, hacer pesas es aburrido y prefieren algo más dinámico, 2 o 3 veces por semana. Para otros, las clases con demasiado movimiento son agotadoras y prefieren ir todos los días a la sala de musculación y seguir una rutina que no tenga muchas variaciones más allá del peso que se levanta.
Esto no quiere decir que ambas disciplinas no puedan ser compatibles entre sí. Muchos deportistas profesionales combinan los ejercicios funcionales y tradicionales para poder tener fuerza, agilidad, movilidad y flexibilidad, características fundamentales en la práctica deportiva de elite actual.
Como reflexión, vale decir que la principal diferencia entre entrenamiento funcional y tradicional es el beneficio que cada rutina ofrece al deportista. Mientras que el ejercicio tradicional nos hace trabajar de forma más «forzada» o mecánica, el funcional tiene un abanico más amplio de ejercicios que trabajan de forma generalizada. ¡Pero es cuestión de gustos y de objetivos elegir uno u otro!
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- Pinzón Ríos, I. Y otros. 2014. Efectos de un programa de entrenamiento funcional en la musculatura core en mujeres con fibromialgia. Universidad de Santander UDES, Bucaramanga. http://www.scielo.org.co/pdf/recis/v13n1/v13n1a04.pdf
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