¿Se puede levantar el pecho con ejercicios?
Levantar el pecho siempre ha sido un trabajo difícil, tanto que las alternativas quirúrgicas son las primeras que se tienen en cuenta para hacerlo. Un gran porcentaje de personas opta por la cirugía estética con el fin de lograr este cometido, pero ¿es la única alternativa?
La idea no es criticar este tipo de procedimiento quirúrgico o descalificarlo, pero es preciso destacar que hay muchas personas que no lo avalan, no les gusta o no tienen el dinero suficiente para recurrir a él. En ese orden de ideas, surgen interrogantes como si el ejercicio sirve para levantar el pecho y, en tal caso, cómo hacerlo. ¿Qué puedes hacer para que el pecho no caiga?
A continuación, trataremos de responder todas las preguntas que surjan sobre el tema. Además, sumaremos algunas recomendaciones que pueden ayudarte.
¿Levantar el pecho con ejercicios?
Los ejercicios son la principal herramienta para mantener el cuerpo en la mejor condición posible. Estos trabajos ayudan a mejorar las capacidades físicas, subir el estado de ánimo y fortalecer cada componente del organismo.
Levantar el pecho es otra de las consecuencias positivas que se pueden obtener de la actividad física. Debes recordar que el pecho se compone de músculos —concretamente, los músculos pectorales— y piel; ambos pueden ser estimulados por medio del ejercicio físico para levantar, tonificar y fortalecer esta musculatura.
No ejercites solo el pecho
Para levantar el pecho, no debe trabajarse únicamente esta zona del cuerpo. Puede parecer un poco confuso, pero mejorar el aspecto del pecho va mucho más allá de fortalecer y tonificar los músculos pectorales.
Sobre la posición de los senos inciden los músculos pectorales, serratos y oblicuos. Por ello, todos estos grupos musculares deben ser añadidos en la rutina para mejorar su aspecto.
Por otra parte, la postura corporal también juega un papel fundamental a la hora de levantar el pecho. Si la posición es encorvada, con los hombros hacia adelante y la cabeza gacha, el pecho se verá más caído de lo normal.
Con base en lo anterior, también será necesario que la rutina cuente con ejercicios para fortalecer músculos relativos a la zona de los hombros, la espalda —dorsal y lumbar— y los brazos.
Consulta con un profesional
Cada persona cuenta con una composición corporal diferente, por lo que es conveniente que un experto aporte todo lo que sabe sobre el tema. Un profesional en el campo del entrenamiento debe ser el encargado de elaborar un plan apto para levantar el pecho.
Todas las dudas que tengas puedes consultarlas con el entrenador sin temor alguno. En caso de que tus dudas sean persistentes, también puedes acudir a tu médico de cabecera y pedirle alguna recomendación.
No recurras solo al ejercicio
A pesar de que los ejercicios son una gran herramienta para levantar el pecho, no deben utilizarse de manera solitaria. En esta tarea también influye la alimentación, el cuidado de la piel y la hidratación.
La zona del pecho es la que mayor modificación sufre con el paso del tiempo en una mujer. La falta de nutrientes, la gravedad, la pérdida de elasticidad y el proceso de gestación son los principales factores que hacen caer el pecho, además de los malos hábitos.
Por lo anterior, se recomienda implementar una dieta variada y nutritiva que estimule la producción del colágeno, así como consumir alimentos que favorezcan la salud de la piel. Asimismo, puedes recurrir a cremas que no sean invasivas.
En última instancia, la hidratación constante también puede contribuir en la salud de la piel y mermar la pérdida de elasticidad y tonificación.
Levantar el pecho, cuestión de esfuerzo y paciencia
Mejorar la apariencia del pecho para que luzca más firme y fuerte no es algo que ocurra de la noche a la mañana con el solo hecho de realizar ejercicio. En primer lugar, debes seguir al pie de la letra la rutina de entrenamiento y ser constante con los ejercicios.
Sumado a ello, también es necesario acatar las recomendaciones expuestas anteriormente. Todo lo que pueda aportar en función de esta meta no dudes en hacerlo, siempre y cuando no sea algo que ponga en peligro tu integridad física.
Finalmente, y más importante aún, sé paciente con el proceso. Los resultados llegarán con esfuerzo, disciplina y dedicación.
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- Avila, S., & Romero, L. (2004). Anatomía y fisiología de la glándula mamaria. Revista Científica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de La Universidad Del Zulia.
