Beneficios de caminar en las noches
Tanto la digestión como el proceso metabólico son favorecidos por medio de las caminatas nocturnas. El ejercicio más básico del ser humano puede mejorar nuestro estado físico aún más si lo hacemos a partir de las 7:00 pm en adelante. Los beneficios de caminar por la noche son varios.
¿Qué cambia durante la noche?
Generalmente acostumbramos a ejercitarnos de mañana. Esto es lógico porque esta es la parte más energética del día, después de haber completado el descanso nocturno. Pero con el paso de las horas, nuestro cuerpo entra en reposo paulatino y desgaste, hasta entrada la noche.
De hecho, durante las horas nocturnas es normal que nuestro metabolismo sea más lento. La quema de energía es menor y la cena prácticamente constituye una especie de almacenaje de glucosa durante el sueño.
Si cambiamos de hábito y le ponemos un poco de ejercicio de baja intensidad a la noche, la glucosa acumulada bajaría y no se convertiría en lípido. El metabolismo también se vuelve un poco más rápido, por lo cual podemos mantener un estado de forma adecuado. O al menos es más sencillo lograrlo.
Mejorando la digestión
La digestión nocturna es bastante pesada debido a que pasamos horas enteras en reposo. Evidentemente la actividad física acelera el metabolismo, garantizando un mejor tránsito y procesamiento de los alimentos.
Por supuesto que esto incide en nuestra talla, pero esto no es lo único que podemos mejorar. Uno de los grandes beneficios de caminar en las noches es que evitamos sentirnos pesados después de cenar.
Por todo ello, una simple caminata nocturna nos permitirá evitar la fatiga, insomnio y otros padecimientos digestivos. Esto nos abre ora ventaja: la garantía de tener un sueño reparador.
Control de la glucemia
La diabetes tipo 2 es un mal que aqueja sobre todo a las personas que van teniendo cierta edad. Afortunadamente, dar un paseo en la noche puede ayudarnos a evitar este tipo de padecimiento.
Para realizar los ejercicios correctamente, justo después de cenar, podemos dar algunos recorridos cortos, de al menos 15 minutos. En realidad, lo más recomendable es que la caminata sea rápida, sin detenernos.
Como estamos viendo, lo ideal es realizar el ejercicio justo después de cenar. Recordemos que es en este momento cuando se reduce la insulina en nuestro organismo. De esta forma, estaremos contribuyendo al control corporal del azúcar.
También prevenimos problemas cardíacos
A rasgos generales, quizás el mayor de los beneficios de caminar de noche es que controlamos nuestros indicadores de salud. Aspectos como el colesterol y la presión arterial pueden ser mejorados si realizáramos siempre esta rutina.
Al mejorar ambos indicadores, reducimos la probabilidad de sufrir ataques cardíacos y otros males del sistema cardiovascular. Además, mantenernos en movimiento siempre será bueno para fomentar la correcta circulación de la sangre.
Beneficios de caminar por las noches: nos ayuda a adelgazar
La aceleración del metabolismo nos puede traer la ventaja adelgazar. La noche es el periodo del día en que más se fomenta la acumulación de lípidos; esto solo ocurre debido a nuestra inactividad.
Con las caminatas nocturnas la acumulación de grasas se hace más difícil. Los italianos conocen muy bien de este hábito, al cual le llaman ‘passeggiata‘. Aunque muchos lo hacen por simple entretenimiento, este es el secreto de como una parte de la población ha mantenido durante muchas épocas su peso.
Algunos consejos para caminar de noche
Si te animas a comenzar a caminar de noche, hay algunas pautas que es interesante tener en cuenta:
- La visibilidad es importante. Tanto la del corredor en su trayecto, como la seguridad frente a otras personas y vehículos. Una linterna te ayudará a localizar un objeto en el camino, un charco, un agujero, etc.
- Para hacerte visible y que te vean, lo mejor es usar brazaletes o tiras reflectantes en piernas y brazos.
- Hay que elegir bien el recorrido. Para evitarnos sorpresas poco agradables, lo mejor es elegir un trayecto conocido.
- La ropa es importante. Al llegar la noche bajan las temperaturas y la ropa y calzado que lleves debe ofrecerte comodidad, y también calidez.
- El entrenamiento siempre es importante. Comienza por una caminata suave, después a un ritmo natural durante unos minutos y poco a poco vete acelerando hasta conseguir una velocidad de marcha.