¿Cómo hacer ejercicio y estar en forma a los 40?
Hacer ejercicio es primordial para llevar una vida saludable. De hecho, esta práctica forma parte de los hábitos y estilos de vida positivos para el ser humano. Por ello, los profesionales en bienestar y entrenamiento recomiendan ejercitarse de forma regular para llegar a estar en forma a los 40 años y también en edades posteriores.
La edad no debe ser un condicionante para hacer ejercicio físico de manera regular, sino todo lo contrario. Entre más edad tenga un individuo, más disciplinado debe ser con su rutina.
¿Es posible hacer ejercicio y estar en forma a los 40 años o más? Para resolver esta inquietud, te sugerimos leer todo lo que viene a continuación.
Estar en forma a los 40 años, ¿cómo lograrlo?
Para estar en forma a los 40 años, es necesario tener en cuenta aspectos importantes para el bienestar como son la alimentación, las horas de sueño, el aprovechamiento del tiempo libre y, sobre todo, el ejercicio.
A medida que pasa el tiempo, los hábitos diarios pueden ir cambiando. Si eres una persona que ha realizado ejercicio físico durante toda su vida, resulta mucho más fácil implementarlo pasado los 30 o 40 años. Pero ¿qué ocurre si no has hecho ejercicio durante los últimos años?
Independientemente de que seas o no alguien que se entrena con regularidad desde joven, las rutinas no deben contar con la misma rigurosidad que antes. Los siguientes son algunos puntos que deberías tener en cuenta.
Buscar asesoramiento
Antes de comenzar a hacer ejercicio para ponerte en forma, te aconsejamos buscar asesoramiento profesional. En primer lugar, no dejes de realizarte tus chequeos médicos anuales. Estos pueden ser un punto de partida importante para establecer tus rutinas de entrenamiento.
Además, también debes apoyarte en los conocimientos de un profesional del entrenamiento. Sus servicios te permitirán diseñar un plan de ejercicio acorde a tus necesidades físicas y psicológicas; incluso podrá resolver muchas de las dudas que tengas respecto al tema.
Tomarlo con calma
Puede leerse como un consejo cliché o hasta absurdo, pero nunca está de más considerar la paciencia como una buena consejera, especialmente si se tratar de estar en forma a los 40 años a partir del ejercicio físico.
Comenzar a realizar ejercicio puede llenarte de vigorosidad e ímpetu, y esta sensación te puede impulsar a realizar la rutina de manera abrupta y con ganas de hacer más y más. No obstante, lo único que lograrás si te «descontrolas» será lesionarte, lastimarte y sobre todo, atentar contra tus objetivos.
En ese orden de ideas, lo más aconsejable es tomarlo con calma e ir paso a paso. Recuerda que todo en la vida es un proceso, y el ejercicio para estar en forma no es la excepción.
Entrenar todo el cuerpo
Este punto es un problema que debe tratarse frecuentemente, no solo en personas mayores de 40 años, sino en la mayoría de aquellos dedicados al ejercicio físico desde edades tempranas.
Si lo que deseas es mantener la forma, debes entrenar todos los grupos musculares del cuerpo, sin excepción alguna. No importa que la rutina sea convencional y se divida por segmentos musculares, no puedes obviar ninguno.
En la mayoría de las ocasiones este problema se evidencia por estética. Un ejemplo claro se centra en el desarrollo del tren inferior: mientras que el tronco y los brazos son los más desarrollados, las piernas casi que son dejadas de lado.
Mejorar los hábitos
Los hábitos y estilos de vida saludables son muy importantes para estar en forma a los 40 años, así como en cualquier otra edad. Uno de estos hábitos es el ejercicio, y por eso hacemos énfasis en cómo podemos sacar el máximo provecho de este.
Sin embargo, puedes contar con la mejor rutina de entrenamiento, adecuada para tu condición física y psicológica, pero si no modificas los demás hábitos, de nada servirá. No es necesario cambiar todo de golpe, pero sí mejorar lo que percibas nocivo para el ejercicio.
La dieta debe ser acorde a las necesidades calóricas diarias y el objetivo que deseas obtener con respecto al ejercicio. Además, es recomendable dejar o al menos disminuir las costumbres como el tabaquismo, las bebidas alcohólicas o la cafeína.
Recuerda que este tipo de hábitos no se dejan de la noche a la mañana. Si lo necesitas, puedes buscar ayuda de amigos, familiares y profesionales en el tema.
Estar en forma a los 40, una cuestión de disciplina
Estar en forma a esta edad depende especialmente de acatar las recomendaciones expuestas por el personal médico y tu entrenador. Si las sigues al pie de la letra y comienzas a mejorar tus hábitos, el ejercicio se encargará de hacer su parte.
Finalmente, ten presente también la importancia de complementar el entreno con una dieta equilibrada y saludable, un buen descanso y la disminución o erradicación de los hábitos nocivos. Con constancia y algo de esfuerzo, ¡veras que no es para nada imposible!
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