Contracturas musculares luego de tu rutina
Los músculos del cuerpo se contraen y se relajan para facilitar cualquier tipo de movimiento. Cuando un músculo se tensa o se acorta, puede producir rigidez articular y, en consecuencia, reducir su rango normal de movimiento. En estos casos, se producen las famosas contracturas musculares.
Luego de la rutina de entrenamiento, las contracturas musculares son muy habituales. Por lo general, estas vienen acompañadas de dolor o rigidez. No son lesiones que afectan al músculo en sí, sino que se trata de deformidades temporales que reducen la flexibilidad de la articulación y el rango normal de movimiento de la zona afectada.
A grandes rasgos, una contractura muscular es un estiramiento o acortamiento de los músculos. Puede ocurrir en cualquier articulación, sobre la que se causa rigidez. En la mayoría de los casos, el descanso será suficiente para su desaparición, aunque el médico también podrá recetar medicamentos para reducir la inflamación y el dolor.
Las contracturas musculares son un mecanismo de defensa que permite evitar que el esfuerzo físico excesivo provoque un daño permanente. Logran este cometido impidiendo que las articulaciones se muevan libremente.
Por ejemplo, una contractura en la rodilla puede hacer que sea doloroso y difícil poner la pierna recta. En consecuencia, esto puede hacer que sea imposible caminar correctamente y apoyar el peso sobre esa extremidad. Con el tiempo, el movimiento puede ser aún más limitado y doloroso.
¿Cuáles son las causas de las contracturas musculares?
A continuación, vamos a repasar cuáles son las causas de las contracturas musculares:
1. Ejercicio físico intenso
El primero de los desencadenantes de las contracturas musculares es el ejercicio físico intenso. De hecho, los movimientos repentinos o los ejercicios mal ejecutados contribuyen a la aparición de contracturas.
2. No realizar el calentamiento
En segundo lugar, debes saber que las contracturas musculares tienen más probabilidades de ocurrir si no se entra en calor adecuadamente antes de empezar las sesiones de ejercicio físico. Por lo tanto, se recomienda realizar un buen calentamiento para evitar cualquier tipo de lesión y reducir el riesgo.
3. Lesiones
Lesiones como fracturas, quemaduras o cualquier problema que haga que las articulaciones pierdan su rango de movimiento parcial pueden causar contracturas. Por ejemplo, las fracturas óseas, los ligamentos rotos o la lesión del tendón pueden requerir colocar el área afectada en un yeso durante varias semanas. Esto reduce la movilidad de las articulaciones y puede provocar contracturas.
Del mismo modo, las quemaduras más graves pueden evitar un rango normal de movimiento en las articulaciones de las áreas afectadas y generar los mismos resultados.
4. Malos hábitos posturales
Además de todo lo mencionado previamente, te recomendamos evitar las malas posturas en tu día a día, ya sea mientras ves la televisión o trabajas en la oficina. Una mala postura puede provocar contracciones forzadas de la musculatura de manera continuada.
Esta incomodidad acaba provocando las contracturas musculares. Por lo tanto, trata de adoptar una buena postura, además de utilizar material que garantice estos principios, como sillas o sillones firmes y sanos.
Consejos para tratar las contracturas
Las contracturas son lesiones muy comunes en los deportistas, que generalmente se tratan con ejercicio. Estos trabajos suelen estar diseñados por un fisioterapeuta, con el objetivo de ayudar a las articulaciones a moverse sin dolor. En la mayoría de las ocasiones, los puede llevar a cabo el paciente mismo por su cuenta.
El estiramiento es la principal intervención utilizada por los fisioterapeutas para el tratamiento y la prevención de las contracturas. Por otro lado, los masajes son el método natural más eficaz para tratar estas complicaciones musculares.
Sin embargo, en los casos extremos, la cirugía se puede usar para liberar contracturas y aliviar el dolor, pero esto no ayudará a los músculos, que ya están debilitados.
Además, debes saber que las contracturas musculares no responden a un patrón exacto en cuanto a tiempos de recuperación. Todo depende de la sobrecarga y de cada persona.
Como habrás podido concluir, las contracturas musculares son la forma en la que el cuerpo te comunica que has ido demasiado lejos, debido a un esfuerzo que produce que necesites descanso para recuperarte. Toma en consideración que mover tus músculos con la mayor frecuencia posible, especialmente doblando tus articulaciones, es una de las mejores maneras de prevenir las contracturas musculares.
Por último, no olvides que prevenir las contracturas musculares es más fácil que tratarlas. Por eso, es mejor aprender a evitar las causas que pueden llevar a tensar las articulaciones y los músculos hasta tal punto.
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