La fatiga en el deporte: fatiga central vs. fatiga periférica
Podemos entender la fatiga en el deporte como el conjunto de cambios que sufre nuestro organismo cuando lo exponemos a un trabajo para el que no está adaptado. Las denominadas ‘agujetas’, así como la sensación de cansancio o la disminución de los niveles de fuerza pueden ser indicativos de fatiga.
Fatiga en el deporte: ¿cuántos tipos existen?
Cuando hablamos de fatiga en el deporte, debemos diferenciar entre dos tipos fundamentales:
- Fatiga central: es la que entendemos por fatiga mental, la de nuestra centralita, cuando afecta a nuestro sistema nervioso central.
- Fatiga periférica: o también conocida como fatiga física, es la que hace referencia a nuestros músculos.
Debemos tener en claro que conociendo mejor las diferencias entre una y otra y la manera como reaccionamos a ellas seremos capaces de planificar más eficazmente el entrenamiento. A continuación, veremos en detalle algunos aspectos importantes que todo deportista debe manejar.
La fatiga central
La fatiga central es clave, y podemos decir que incluso más útil que la periférica. El motivo radica en que la fatiga central influye negativamente tanto en la predisposición mental como en el rendimiento físico.
Circunstancias del día a día como problemas personales, el estrés laboral, el ritmo frenético de vida que llevamos o una preocupación por un examen son causas muy comunes de la fatiga central. La pregunta que nos hacemos aquí es: ¿Cómo debo afrontar estas circunstancias? ¿Debo descansar cuando la fatiga se produce por estos motivos? En realidad, no.
Como hemos comentado, la fatiga central depende en gran medida de nuestro sistema nervioso central. Una de las principales característica del SNC es que busca siempre adaptarse y ahorrar cuanta más energía posible para mantener el estado idóneo.
Por esta razón, si nuestra fatiga es central, el SNC buscará la forma de adaptarse a esa situación y poder ahorrar energía, lo que nos hará sentir repulsión hacia la sesión de entrenamiento.
Sin embargo, si descansas y saltas el entrenamiento el cerebro se adaptará a ese situación y se hará aún más perezoso. Por el contrario, deberás buscar estímulos nuevos, pero en ningún momento descansar.
En este caso, darle un estímulo diferente o repetir algo ya conocido será como un regalo para nuestro SNC que, una vez haya recuperado un estado mental positivo, logrará una nueva predisposición física.
La fatiga periférica
A diferencia de la primera, esta no influye a nivel central. Si nos sentimos físicamente cansados pero tenemos un cierto vigor mental, podremos entrenar con provecho a pesar del cansancio corporal. Por lo tanto, todo nos puede resultar más fácil cuando nos referimos a la fatiga periférica.
Si la fatiga es en este caso corporal y no mental, seguir entrenando no es adecuado. Si estamos en esta situación, no será útil continuar con la práctica deportiva, ya que padecer un cansancio importante o llegar al sobrentrenamiento aumenta considerablemente el riesgo de sufrir lesiones.
¿Qué podemos hacer para una buena recuperación física?
Hay varias posibilidades de recuperación:
- Incrementar las horas de sueño.
- Un buen masaje deportivo.
- Ingerir una comida nutritiva y saciante.
- Posponer la sesión de la mañana a la tarde o para el día siguiente; en este sentido, es fundamental respetar los tiempos de recuperación entre sesiones.
Estas son algunas de las alternativas a las que podemos recurrir con el objetivo de restablecer las reservas energéticas, así como permitir una buena recuperación y descanso muscular y articular. Todo esto es esencial para tener una buena predisposición para las siguientes sesiones.
Conclusiones sobre la fatiga en el deporte
Por todo lo comentado anteriormente, es importante tener claras una serie de cuestiones acerca de la fatiga en el deporte:
- Si estoy físicamente cansado pero mentalmente fresco, puedo entrenar bien.
- Por otro lado, si el cansancio es mental, aunque físicamente me encuentre bien, no habrá forma: la calidad del entrenamiento se resentirá. Incluso las ganas de entrenar descenderán considerablemente.
Antes de afrontar cualquier sesión, debemos preguntarnos qué nos está pasando y si se trata realmente de fatiga física. A menudo, lo que sentimos es un reflejo de cansancio central que, tal como hemos visto, es muy diferente. ¡Evalúa tu estado antes de exigir tu físico al máximo!
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