¿Se puede controlar la ira con el deporte?
Una de las razones para empezar a realizar ejercicio es aprender a controlar la ira. Los efectos positivos del deporte sobre los estados de ánimo son bien conocidos por deportistas, entrenadores y psicólogos. ¿Cómo puede ayudar frente al enojo?
La ira es una emoción negativa que se caracteriza por los sentimientos de resentimiento e irritabilidad. Los psicólogos entienden la ira como un sentimiento dinámico y multidimensional; esta se divide en rasgo y estado.
La ira rasgo serían las diferencias entre personas en la manera de responder ante situaciones estresantes. Es decir, hay personas más irritables que otras. Por su parte, la ira estado es la reacción puntual que tiene una persona en una situación determinada.
Las personas tienen que encontrar maneras de canalizar la ira para que esta no influya negativamente en otras facetas de su vida. El deporte puede ser una valiosa oportunidad para aprender cómo gestionar esa emoción negativa. A continuación, veremos cómo el deporte ayuda a controlar la ira.
Ayuda a controlar otros parámetros de salud
Durante un ataque de ira, se produce una gran activación del sistema cardiovascular: el corazón late más rápido y la presión arterial aumenta. Si no se sabe controlar la ira, estos ataques podrían afectar negativamente a la salud del corazón.
Así lo pone de manifiesto un estudio publicado en Avances en Psicología Latinoamericana, en el que se afirma que existe un componente emocional que ayudaría a explicar por qué algunas personas tienen más riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria. Este componente emocional sería la experiencia de sentimientos de ira y hostilidad de manera frecuente.
El ejercicio físico es eficaz tanto para controlar las emociones negativas como para mantener la salud cardiovascular. Por tanto, sus beneficios son dobles para prevenir las enfermedades del corazón.
Despeja la mente de pensamientos innecesarios
En muchas ocasiones, la ira se origina como consecuencia de los pensamientos y no tanto de una situación estresante real. Pensar en lo que nos hizo enfadar o imaginar una situación de injusticia pueden ser suficientes para desencadenar una reacción de ira.
El ejercicio es un distractor potente que aleja la atención de esos pensamientos. Cuando se está concentrado en una actividad, la mente no tiene oportunidad para dar vueltas a los pensamientos negativos. Además, el deporte sirve para relativizar el valor de esos pensamientos y ayuda a quitarles la importancia añadida que se les da.
Aprovecha la activación para hacer cosas positivas
Una manera de controlar la ira es aprovechar el aumento de la activación que produce, pero dirigirlo hacia objetivos más beneficiosos. De hecho, los estudios en el campo de la psicología deportiva afirman que la ira puede ayudar a rendir mejor.
En algunos deportes, como es el caso de las artes marciales, la ira bien canalizada puede ser positiva y aumentar el rendimiento. En este caso, la ira no se entiende como furia o violencia, sino como activación y determinación por ganar. En un combate en el que ambos luchadores son igual técnicamente, gana aquel que ha hecho más esfuerzos en ir a por su rival.
El ejercicio físico crea redes de apoyo social
Un estilo de vida activo repercute positivamente en todas las áreas de la salud: física, psicológica y social. El ejercicio físico en compañía es una manera eficaz de combatir los sentimientos de soledad y conectar personas con aficiones y gustos similares.
Las redes de apoyo social son conjuntos de personas con las que se comparte un vínculo y se está en contacto de manera frecuente. Son muy importantes porque proporcionan recursos y habilidades para afrontar los problemas. Un equipo deportivo o una asociación de corredores son ejemplos de redes de apoyo.
En el caso del control de la ira, estas redes proporcionan un espacio seguro en el que expresar y solucionar el malestar emocional. La persona se siente segura para compartir con los demás los sentimientos de ira, y las otras personas ayudan a resolverlos.
Aprende a controlar la ira para vivir mejor
Siempre existirán situaciones que nos hagan enfadar, pero no se puede reaccionar a todas ellas de manera agresiva u hostil. Para controlar la ira, hay que adoptar la mentalidad del mindfulness: relativizar y dejar pasar aquello que sea dañino.
En síntesis, el deporte es un tratamiento maravilloso contra el malestar emocional. Sus beneficios son rápidos, ya que se empiezan a notar justo después de haber acabado el entrenamiento, y resultan duraderos en el tiempo. ¡El único efecto secundario que tiene es que es altamente adictivo!
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Palmero, F., Díez, J. L., Diago, J. L., Moreno, J., y Guadalupe, L. A. O. (2008). Hostilidad, psicofisiología y salud cardiovascular. Artículos en PDF disponibles desde 1994 hasta 2013. A partir de 2014 visítenos en www. elsevier. es/sumapsicol, 14(1), 23-50.