Psicología en el «rugby»: un deporte de dureza mental
En las últimas décadas, la psicología deportiva se ha convertido en una parte fundamental para aumentar el rendimiento en deportes como el rugby. Actualmente, ya no se concibe que para ser mejor deportista solo basta con entrenar más horas, sino que hay que hacer un esfuerzo que trasciende más allá del físico.
Si hay algo que caracteriza al rugby es la fortaleza psíquica que hace falta para practicarlo. Dicha dureza mental no es un rasgo innato, sino que se potencia con el entrenamiento. Aun así, al principio cuesta adaptarse y no todo el mundo es capaz de aguantar.
Además, al ser un deporte colectivo también habrá que tener en cuenta variables como la dinámica grupal que no se dan en los deportes individuales. El grupo influye en la persona y viceversa, por lo que para potenciar el rendimiento deportivo habrá que trabajar con el grupo y optimizar su funcionamiento.
Con todo esto, a continuación repasaremos como la psicología deportiva influye de manera positiva en el rendimiento en el rugby.
Hay que aprender a trabajar en condiciones de presión
Durante un partido de rugby, el deportista tiene que abrir sus cinco sentidos y tener la mente bien despejada para poder actuar correctamente. A diferencia de otros deportes, en el rugby hay mucho desgaste físico y mental, esto significa que el atleta tendrá que acostumbrarse a trabajar bien en condiciones en las que se siente incómodo.
Las situaciones incómodas son aquellas en las que no existe un periodo de tiempo largo para tomar decisiones. Al tener en frente un rival que también va buscando la victoria, cualquier error puede salir caro. Por esa razón, parte del entrenamiento mental pasa por enseñar al grupo a tomar decisiones bajo presión, qué factores tener en cuenta y cómo hacer el proceso mucho más eficiente.
Para conseguir todo lo anterior también hay que trabajar otras variables como la atención. Si se sabe dirigir la atención a aquello que es importante, es más fácil conseguir que el proceso de toma de decisiones sea más acertado.
La resistencia mental es un valor fundamental
Ya hemos hablado que si hay algo que caracteriza al rugby, desde el punto de vista psicológico, es a dureza mental de aquellos que lo practican. La dureza mental es quizás el factor más importante de este deporte, y por eso el entrenamiento debe ir dirigido a potenciarlo.
Siguiendo con esta idea y según un estudio publicado en la Revista Lecturas: Educación Física y Deportes, los deportistas con una alta fortaleza mental presentan una serie de beneficios añadidos, entre los que destacan:
- Son más competitivos y sufren menos estrés.
- Perciben las situaciones difíciles como oportunidades de crecimiento, y, por tanto, se involucran más en su resolución.
- Poseen mayor control emocional, sobre todo de las emociones negativas. Manejan mejor las situaciones difíciles.
- Pueden mantener la concentración por periodos de tiempo más prolongados.
Los deportistas saben controlar el impacto de las evaluaciones
En cualquier deporte hay un componente evaluativo de la ejecución. Los entrenadores evalúan cómo rinden sus deportistas, el público hace lo mismo desde las gradas, y reacciona de manera positiva o negativa. Incluso, la persona va evaluando su desempeño a lo largo del entrenamiento o la competición.
Este componente, que es algo inevitable, hay que saber manejarlo, ya que el miedo a las evaluaciones negativas es un lastre que frena el rendimiento. No se trata de evitar la evaluación, sino recibir esta como una corrección para seguir mejorando, en lugar de un ataque personal.
En un estudio realizado por la Universidad de Murcia se obtuvo que los jugadores de rugby obtenían una puntuación alta en el factor «influencia de la evaluación en el rendimiento». Puntuaciones altas en este factor indican que el deportista muestra un alto control sobre las evaluaciones de los demás y de la suya propia.
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Aplica la psicología al rugby para tener éxito
El éxito en el deporte es la combinación de varios factores. El entrenamiento físico, el trabajo mental, la correcta nutrición y descanso son solo ejemplos de factores que forman parte de la compleja receta de la victoria.
En el caso del rugby la cosa no iba a ser diferente. Hace falta trabajar la mente, y en específico potenciar la variable de la fortaleza mental. Gracias a ella el deportista puede hacer un esfuerzo mayor y afrontar las dificultades de una forma constructiva.
Por último, recuerda que no debes dejar otras variables de lado. La dureza mental es algo más específico del rugby, pero también influyen otros factores más conocidos como la concentración y la toma de decisiones.
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