Apnea en el deporte: ¿es una técnica beneficiosa?
Realizar apnea en el deporte es una modalidad de entrenamiento que no se limita solo a los nadadores. Aunque estos atletas son quienes la utilizan con relativa frecuencia para mejorar su capacidad pulmonar y su retorno venoso, con el tiempo se ha incluido en rutinas variadas.
Pese a su crecimiento en popularidad, todavía se encuentran en discusión sus aplicaciones, su seguridad y los beneficios que podría aportar. Sobre todo, se pone en tela de juicio el riesgo que acarrearía en pos de un mejor resultado.
Vamos a ver de qué se trata la apnea deportiva, quiénes la suelen practicar y qué se sabe sobre su influencia en el estado de salud general. Como nació en el ámbito de la natación, siempre es necesario referirse a ella para entenderla.
¿Qué es la apnea del deporte?
En términos médicos, la apnea es la interrupción de los movimientos de la respiración. Es decir, se trata de la suspensión de la dinámica por la cual el organismo ingresa oxígeno al interior para el intercambio gaseoso. Del mismo modo, se detiene la salida de dióxido de carbono.
Los primeros en practicarla como deporte o como técnica asociada a un ejercicio fueron los nadadores del océano, quienes intentaron descender sosteniendo la respiración cada vez más abajo. En esta especie de carrera, la modalidad se perfeccionó en seguridad y en conocimientos sobre esta.
Luego, con el paso del tiempo, retener el aire o no expulsarlo fue una rutina más del entrenamiento en las piletas. Se suponía que esto mejoraba la circulación sanguínea y obligaba al cuerpo a adaptarse con mayor facilidad a las exigencias competitivas.
La cuestión con las apneas en el deporte tiene relación con las profundidades en las que es posible probarlas. Entre los 10 y los 50 metros bajo el agua, por ejemplo, ya hay una presión externa importante sobre los pulmones. A los 60 metros, el diafragma reacciona e intenta incorporar oxígeno como sea, con lo que se estimulan los movimientos.
Si se continúa el descenso, el problema que se agrega es el dióxido de carbono que no se elimina y los deshechos que continúan circulando en la sangre, como el ácido láctico. De esta manera, aparecerá el cansancio extremo y los calambres musculares.
¿Cómo se entrena la apnea?
La práctica de la apnea deportiva no es realizada por todos los atletas en el océano. La mayoría, en realidad, la aplica en piletas, en ambientes bajo techo o gimnasios acuáticos, bajo ciertos parámetros de seguridad agregada.
Siempre es un proceso progresivo que pretende adaptar el cuerpo y la mente a la falta de aire. Es muy importante no exceder la sensación del hambre de oxígeno para que los reflejos no jueguen una mala pasada.
Lo habitual es practicar series de apneas y retenciones de aire. Se hacen descensos mínimos al agua para sostener la respiración por determinados segundos, con un descanso de la misma longitud. Las series se repiten y se incrementan conforme la persona nota que sus pulmones adquieren mayor resistencia.
Una opción es la apnea activa, es decir, con movimientos. El atleta no solo desciende bajo el agua, sino que nada por determinado tiempo sosteniendo la respiración, sale a flote para el descanso y se vuelve a sumergir para retomar la serie.
Como bien dijimos, no se trata de algo limitado a la natación. En el ciclismo se puede entrenar de una manera parecida, con bicicleta fija y realizando apneas a intervalos prolongados mientras se rueda, de manera que se fuerce al organismo a trabajar bajo condiciones más extremas.
¿Tiene beneficios la apnea deportiva?
Entre los beneficios de la apnea en el deporte que se han podido establecer, un estudio publicado por Medical Hypotheses menciona como primero y principal el aumento de la capacidad de los pulmones. Estos órganos incrementan su retención de oxígeno a medida que avanza el entrenamiento.
El diafragma se hace más eficiente y, por ende, cada bocanada de aire cuenta más, pues ingresa una cantidad mayor en menos tiempo si es necesario. Del mismo modo, toda la caja torácica absorbe impactos musculares que se derivan, sobre todo, de los miembros superiores, lo que disminuye las lesiones en codos, hombros y cuello.
En términos cardiovasculares, este entrenamiento mejora el retorno venoso, es decir, el regreso de la sangre por las venas hacia el corazón para repetir el ciclo de latidos. En deportes aeróbicos esto resulta fundamental, pues la circulación se hace más fluida para abastecer los tejidos que trabajan a una velocidad elevada.
¿Es conveniente recurrir a la apnea en el deporte?
Es difícil ser tajante sobre la práctica de la apnea en el deporte. La respuesta negativa se basaría principalmente en sus riesgos, ya que no es posible hacer las series sin una segunda persona que esté atenta, que tome los tiempos y que se ponga alerta ante cualquier problema
De la misma manera, decir que sí puede practicarse siempre es irresponsable. No es una forma de entrenamiento conveniente para cualquiera y, excepto en la natación y el ciclismo, en las que tiene sentido llevarla a cabo, en el resto de los deportes hay que hacer una evaluación certera de lo que acarrea.
Por lo tanto, es decisión de cada individuo experimentarla o no. Eso sí, se ha de hacer siempre con un entrenador que esté al lado todo el tiempo. Los beneficios existen, aunque no son aplicables de inmediato a cualquier disciplina. Resulta conveniente agotar primero las instancias de averiguación e información correspondientes.
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