¿Qué es la farmacología deportiva en la nutrición?
Con el nombre de farmacología deportiva en nutrición se hace referencia a una serie de sustancias que pueden ayudar a incrementar el rendimiento o la capacidad de recuperación. Sin embargo, están prohibidas por los organismos deportivos en su mayoría, ya que generan una serie de efectos adversos a medio y a largo plazo.
Antes de comenzar es importante destacar que los atletas profesionales superan de forma rigurosa una serie de controles anti doping para asegurar la ausencia de sustancias que puedan alterar de manera significativa el desempeño. La mayor parte de ellas inciden sobre la fisiología del medio interno, provocando desajustes que pueden llegar a ser importantes.
¿Cuáles son los fármacos más utilizados?
De entre todas las sustancias dopantes es preciso hacer especial mención a la testosterona y sus análogos. Hablamos de la principal hormona sexual de los hombres, responsable de su diferenciación en lo que a fuerza y caracteres sexuales secundarios se refiere. Normalmente existe una producción continuada, pero incrementar los niveles séricos por medio de los medicamentos puede provocar grandes ganancias de músculo y desempeño.
Entre otras cosas se conseguiría un aumento de la síntesis proteica endógena, lo que se traduce en mayor eficiencia en los procesos de recuperación. Eso sí, se trata de un compuesto que cuenta con efectos secundarios. De hecho, la administración de fármacos suprime la síntesis de la hormona a nivel testicular, pudiendo provocar un estado de hipogonadismo. Un estudio publicado en la revista Minerva Endocrinologica lo confirma.
También es frecuente la utilización de otras hormonas, como es el caso de la hormona del crecimiento. Se trata de un compuesto con elevada capacidad anabólica que puede incidir positivamente sobre el estado de composición corporal. Si bien su toxicidad es inferior a la de la testosterona a nivel hepático, podría disparar algunos problemas latentes en el organismo, como pequeños tumores.
Incluso si existen alteraciones motoras como el síndrome del túnel carpiano podrían llegar a magnificarse. Por este motivo conviene tener cuidado con una sustancia capaz de afectar de manera significativa a las vías de señalización celular.
Efectos secundarios de la farmacología deportiva
Como hemos comentado, el uso de medicamentos en el contexto deportivo puede afectar de manera muy positiva al rendimiento de los atletas. Incluso generar ventajas a medio plazo. Sin embargo, esta práctica no está exenta de riesgos. Por ejemplo, la hipertrofia muscular producida puede no experimentarse solo a nivel del músculo esquelético. El tejido que forma los ventrículos del corazón también se verá afectado, lo que puede provocar patologías cardiovasculares graves. Así lo evidencia una investigación publicada en Chinese Medical Journal.
Por otra parte, la testosterona y sus análogos provocan un elevado estrés a nivel hepático. Este se acentúa cuando se consumen de manera oral. El hígado es el órgano encargado de metabolizar dichos compuestos, por lo que podría sufrir un estado de inflamación. Las transaminasas se incrementarán y se podría alcanzar una situación de hígado graso no alcohólico.
A todo esto hay que sumarle que muchos de estos elementos se consiguen en el mercado negro, dada su prohibición de uso. Esto provoca que sea frecuente la contaminación con elementos nocivos que no tienen nada que ver con la sustancia que generará efectos positivos sobre el rendimiento. Aquí los riesgos son todavía mayores. Por si fuese poco, muchos usuarios emplean dosis muy por encima de las recomendadas, y combinan fármacos. Los efectos a medio plazo pueden ser desconocidos.
Farmacología deportiva, una disciplina con peligros
Según has podido comprobar, existen ciertas sustancias englobadas dentro del grupo de los fármacos que pueden aumentar el rendimiento de manera significativa. Pero suelen presentar un impacto nocivo sobre el estado de salud. Además su uso está prohibido y se sanciona a nivel competitivo. Por lo tanto, está totalmente desaconsejado el hecho de emplear estos elementos, ya que a medio plazo no generarán nada bueno.
Antes de concluir es preciso comentar que para lograr un buen rendimiento deportivo la mejor alternativa consiste en establecer unos buenos hábitos y en fomentar la disciplina y la constancia. Es importante comer adecuadamente, dormir las horas necesarias cada noche y evitar los tóxicos. Modular las cargas de entreno y optimizar el diseño de las sesiones también conseguirá marcar la diferencia con el paso del tiempo, sobre todo a alto nivel.
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- Vorona, E., & Nieschlag, E. (2018). Adverse effects of doping with anabolic androgenic steroids in competitive athletics, recreational sports and bodybuilding. Minerva endocrinologica, 43(4), 476–488. https://doi.org/10.23736/S0391-1977.18.02810-9.
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