Beneficios de la dieta mediterránea según la ciencia
La dieta mediterránea es uno de los mejores métodos de alimentación que se conocen a día de hoy. Son muchos los beneficios que aporta a la salud, ya que cuenta con una serie de pilares muy sólidos. Te vamos a contar todo lo que este tipo de alimentación puede hacer de cara a prevenir el desarrollo de patologías.
No obstante, antes de comenzar hemos de destacar que existen variaciones de la dieta mediterránea que también resultan muy saludables. Un ejemplo sería la atlántica, que ha demostrado varios puntos fuertes de cara a garantizar el buen funcionamiento del organismo. En este sentido, no hay una verdad absoluta, lo mejor es adaptarse al individuo.
Beneficios de la dieta mediterránea
Te vamos a contar cuáles son los principales beneficios de la dieta mediterránea, además de la posición de la ciencia al respecto.
Reducción del riesgo cardiovascular
Uno de los puntos fuertes de la dieta mediterránea es la abundante presencia de lípidos que propone. Se trata, normalmente, de grasas de elevada calidad, destacando entre ellas las de tipo omega 3. De acuerdo con un estudio publicado en la revista The Cochrane Database of Systematic Reviews, dichos nutrientes son capaces de reducir el riesgo cardiovascular.
El principal beneficio de los lípidos insaturados, grupo al que pertenece el omega 3, es su capacidad para modular los niveles inflamatorios del organismo. Así se consigue una mayor eficiencia en el funcionamiento de los sistemas y órganos que componen el cuerpo humano.
La dieta mediterránea apoya la ingesta de grasas por medio de alimentos como el aceite de oliva, los lácteos o los pescados azules. Además, indica que los aceites es siempre mejor consumirlos en crudo, ya que de esta forma se mantienen las grasas intactas, sin producirse una transformación de las mismas a tipo trans.
Disminución de problemas digestivos
La dieta mediterránea apuesta por la ingesta de carbohidratos, pero procurando siempre que estos sean de tipo complejo. Está demostrado que los azúcares simples son capaces de afectar negativamente a la salud metabólica. Sin embargo, los complejos pueden aportar una fibra importante para mejorar el funcionamiento del sistema digestivo.
Como único punto negativo hay que destacar que la dieta mediterránea apoya también el consumo de las pastas y del pan. Ambos productos están elaborados a partir de harinas refinadas. En los últimos años los expertos en nutrición se han posicionado en contra de estos ingredientes, ya que son capaces de incrementar en exceso las glucemias sanguíneas.
Menor riesgo de cáncer
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nutrients, la dieta mediterránea es capaz de reducir el riesgo de cáncer. Esto se produce debido a la alta ingesta de vegetales que propone. Estos alimentos cuentan en su interior con una gran cantidad de nutrientes con capacidad antioxidante, los cuales modulan también los niveles inflamatorios del organismo.
Como norma general se anima a una ingesta de, al menos, 5 raciones de frutas y verduras a lo largo del día, con preferencia sobre estas últimas. Además se apuesta por garantizar una cierta variedad respecto a estos alimentos, incluyendo vegetales distintos para mejorar el aporte de antioxidantes.
Desventajas de la dieta mediterránea
No es oro todo lo que reluce. La dieta mediterránea también tiene ciertos elementos que se podrían mejorar. En primer lugar, llama la atención que no es restrictiva en cuanto a ingesta de alcohol, siendo este un tóxico capaz de afectar negativamente al estado de salud.
Por otra parte, y como ya hemos mencionado, apuesta por la presencia de pasta y de pan en la dieta, cuando ambos han demostrado no poseer carbohidratos de elevada calidad.
Por último, resultaría también beneficioso recomendar consumir una mayor cantidad de pescado que de carne. No solo en lo que a balance energético se refiere, sino también en cuanto al aporte de micronutrientes.
La dieta mediterránea, una forma de alimentación saludable con muchos beneficios
Tal y como has podido comprobar, la dieta saludable se puede encuadrar dentro de los plantes de alimentación saludables. Esta enfatiza el consumo de vegetales y de grasas de alta calidad, lo que ayuda en la prevención de varias patologías complejas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, para conseguir los mejores resultados es importante combinarla con la práctica de ejercicio físico de manera frecuente. Esto es clave de cara a mejorar la composición corporal, previniendo así una situación de sobrepeso u obesidad.
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