3 beneficios del huevo para la salud
El huevo es uno de los alimentos con más propiedades positivas para la salud. Aun así, durante muchos años estuvo incorrectamente desaconsejado debido a que algunos ensayos sesgados lo relacionaron con un incremento del colesterol, algo incierto. Por ello, vamos a hablarte de los beneficios del huevo para el organismo.
Antes de comenzar, es importante destacar que ya han quedado atrás las recomendaciones de no consumir más de 3 o 4 huevos a la semana. Este se considera un producto totalmente seguro para la salud, y es más: se promociona en las consultas de nutrición su presencia habitual en la dieta.
Beneficios del huevo
Vamos a comentar los principales beneficios del huevo para la salud, así como la posición de la ciencia al respecto.
Ayuda a mantener la salud muscular
Las proteínas del huevo son las consideradas de mayor calidad. Estas cuentan con todos los aminoácidos esenciales —los que el organismo no puede producir de forma endógena— y presentan unos valores de digestibilidad muy elevados. Por ello, el consumo de este alimento está recomendado.
Hay que tener en cuenta que mantener un aporte proteico adecuado es clave para una buena salud muscular; así lo apunta un estudio publicado en la revista Food & Function. De hecho, las guías dietéticas habituales afirman que se puede llegar a plantear un aporte de 2 gramos de proteína por kilo de peso al día.
De este modo, se reduce significativamente el riesgo de desarrollar sarcopenia durante la edad adulta. Asimismo, se experimentará una menor pérdida de masa muscular con el paso de los años, gracias a la capacidad de la proteína para frenar el catabolismo.
Mejora la densidad ósea
Muchos vinculan el mantenimiento de la salud ósea con la ingesta adecuada de calcio. Sin embargo, hay otro nutriente de vital importancia a la hora de prevenir una pérdida de densidad en este tejido.
Hablamos de la vitamina D, un nutriente deficitario en la población en general, que se encuentra en pocos alimentos. Uno de ellos es el huevo, que puede aportar cantidades significativas del elemento en cuestión.
De acuerdo con una investigación publicada en la revista Histochemistry and Cell Biology, la presencia de vitamina D en el organismo resulta clave para garantizar la absorción de calcio a nivel intestinal. Así, se consigue que el mineral llegue al hueso y se previene la desmineralización.
Además, este nutriente resulta clave para mantener controlada la inflamación a nivel interno. Un déficit de este se asocia con un mayor riesgo de desarrollar patologías crónicas y complejas, como algunos tipos de cáncer. Teniendo en cuenta que su síntesis interna está limitada por la exposición a la luz solar, es importante garantizar alguna fuente dietética.
Disminuyen el riesgo cardiovascular
A pesar de que tradicionalmente se ha afirmado lo contrario, los últimos artículos relacionan el consumo de huevo con un menor riesgo cardiovascular. Un ejemplo de ellos sería uno publicado en la revista Nutrients, en el año 2018.
En este caso, se afirma que su ingesta regular ayuda a mejorar el perfil lipídico sanguíneo, lo que disminuye la incidencia de los episodios cardíacos agudos que pueden afectar a la vida del sujeto. Las evidencias actuales confirman que la presencia de los huevos en la dieta permite incrementar la concentración de la lipoproteína HDL en el plasma, algo que se considera beneficioso.
De hecho, los expertos afirman que los huevos suponen un alimento de mucha mayor calidad que las carnes rojas, y los sitúan también por encima en cuanto a salubridad. No obstante, esto no quiere decir que la carne tenga que ser eliminada de la dieta, sino que resulta prudente priorizar el consumo de huevos frente a ella.
El huevo, un alimento con beneficios para la salud
A pesar de estar durante muchos años desaconsejado, la posición de la ciencia respecto al huevo ha variado drásticamente. En la actualidad, se recomienda y promociona su consumo, ya que ha demostrado tener beneficios para la salud.
De hecho, se considera un alimento con una elevada densidad nutricional. Aun así, hay que tener en cuenta que, para aprovechar sus propiedades, es necesario someterlo a un proceso térmico de cocción.
Las proteínas de su interior han de ser desnaturalizadas para poder ser utilizadas por el organismo humano. También se puede aplicar un tratamiento mecánico para provocar un efecto similar; un ejemplo sería batirlo.
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