Fórmula de Harris-Benedict: ¿en qué consiste?
La ecuación de Harris-Benedict sirve para aproximar el gasto metabólico basal de un individuo en función de su peso, estatura y edad. El resultado se multiplica por una serie de factores relacionados con el grado de actividad física. De este modo, es posible estimar las calorías diarias que consume un individuo y plantear una dieta acorde a sus objetivos.
Ecuación de Harris-Benedict
Según un artículo publicado en la revista American Journal of Critical Care, la ecuación de Harris-Benedict corresponde a la siguiente fórmula matemática:
- Para hombres:
TMB = (10 x peso en kilogramos) + (6,25 × altura en centímetros) – (5 × edad en años) + 5
- Para mujeres:
TMB = (10 x peso en kilogramos) + (6,25 × altura en centímetros) – (5 × edad en años) – 161
A partir de aquí se obtiene el número de calorías que el individuo gasta solo por el hecho de estar vivo, aun en un completo estado de reposo. Para calcular el gasto energético diario de una persona, sería necesario cuantificar su actividad física y sumarle dicho gasto al resultado de la fórmula de Harris-Benedict.
No obstante, cabe destacar que estos métodos indirectos son orientativos. Desafortunadamente, no existe un modo operativo de conocer con precisión el gasto metabólico de un individuo. Por ello, debemos guiarnos por ecuaciones que nos ofrecen una aproximación, con una cierta tasa de error.
Utilidad de la ecuación
Esta fórmula se utilizó durante muchos años en la elaboración de pautas dietéticas. De este modo, se pretendía realizar una aproximación del gasto del individuo para confeccionar una dieta acorde a sus necesidades energéticas.
No obstante, en la actualidad se encuentra bastante en desuso. Para empezar, se trata de un método con un margen de error bastante amplio. Por otra parte, las dietas de adelgazamiento actuales apuestan por los hábitos dietéticos, no por el recuento calórico.
De este modo, la inclusión de un patrón como el ayuno intermitente conlleva implícita una restricción calórica que va a producir una pérdida de peso en la mayor parte de los escenarios. Todo ello sin la necesidad de ser preciso desde el punto de vista matemático.
Por otra parte, hay que destacar que al error de la fórmula se le suma la imprecisión de hallar con exactitud el gasto producido por el ejercicio físico.
Las dietas actuales no cuentan calorías
En la actualidad se apuesta por hábitos de vida saludables. El hecho, por ejemplo, de reducir el consumo de azúcar, trae consecuencias positivas para la salud y una reducción del peso corporal.
De hecho, se ha publicado un estudio en el año 2016 que correlaciona positivamente el consumo de azúcar con el riesgo de obesidad. Sin embargo, esta relación no es tan evidente en el caso de las grasas, aunque estas son mucho más calóricas.
Se puede plantear una pérdida de peso desde el punto de vista matemático con éxito. No obstante, resulta más práctico y beneficioso para la salud plantear la dieta desde el punto de vista de la procedencia de las calorías.
El hecho de engordar o adelgazar tiene más componentes que el estrictamente numérico. Factores como la calidad de la microbiota, las patologías previas, la epigenética o el estado metabólico pueden influir positiva o negativamente en la pérdida de peso.
Por estos motivos, resulta mucho más eficaz inculcar hábitos de vida saludables en lugar de una obsesión por los números. Se ha de tener en cuenta que esto último aumenta la predisposición a padecer trastornos de la conducta alimentaria.
En lugar de Harris-Benedict… es mejor comer bien
Para perder peso, es mucho más eficaz tener un patrón de alimentación saludable que contar calorías. De este modo, sustituir el consumo de procesados por productos frescos o inculcar la actividad física diaria son estrategias exitosas.
Asimismo, los protocolos de ayuno intermitente suelen traer también buenos resultados. Estudiar la microbiota del individuo o la calidad de sus ritmos circadianos hormonales puede marcar la diferencia entre conseguir o no los objetivos marcados.
Por último, hay ciertos suplementos que pueden ayudar a mejorar el proceso de pérdida de peso. La cafeína, el hmb, la creatina o la melatonina son ayudas ergogénicas que, utilizadas bajo la supervisión de un profesional, pueden facilitar este proceso.
Finalmente, no olvides que un correcto peso corporal es casi sinónimo de salud. Por ello, debes cuidar tu alimentación y ponerte en manos de un especialista en caso de tener dudas.
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