¿Debemos pesarnos todos los días?

Pesarnos a diario puede ser contraproducente en muchos sentidos. Por ejemplo, aumenta la frustración si no conseguimos el resultado o nos obsesionamos con cada gramo que subimos o bajamos.
¿Debemos pesarnos todos los días?
Yamila Papa Pintor

Escrito y verificado por la periodista deportiva Yamila Papa Pintor.

Última actualización: 26 mayo, 2023

Parece que tenemos una batalla personal con la balanza, ya sea que queramos bajar de peso o aumentarlo. ¿Sabías que pesarnos todos los días no es una buena idea? En este artículo te contaremos los motivos y cuándo sería conveniente pasar por esa ‘evaluación de kilos’.

Pesarnos todos los días: una idea desacertada

Si estás haciendo dieta para adelgazar o ganar peso, es probable que veas a la balanza como una enemiga, pero totalmente necesaria. Muchas veces, cometemos el error de pesarnos a diario, pensando que del día anterior al presente habremos cambiado bastante, y eso no es verdad.

¡Incluso hay gente que se pesa por la mañana y otra vez a la noche! No te recomendamos que te peses cada 24 horas por los siguientes motivos:

1. Aumentarás tu ansiedad

Haz cumplido al pie de la letra la dieta y el ejercicio…pero a la hora de pesarte, te das cuenta de que no has bajado (o subido) ni un gramo. Esto te genera una cierta ansiedad con relación a los beneficios de la alimentación y de la rutina y puede hacerte comer más o no dormir por las noches.

2. Generarás cierta obsesión

De la mano de la ansiedad, puede venir la obsesión que muchos sufren con lo que al cuerpo se refiere. Pesarnos a diario nos hace demasiado detallistas de los gramos bajados o subidos, y también con relación a los resultados de la dieta o los ejercicios que hacemos.

3. Te deprimirás o frustrarás

¿Cómo puede ser que no baje ni un gramo cuando me esfuerzo tanto por adelgazar? Esa sería una pregunta frecuente en alguien que se pesa todos los días. El siguiente paso puede ser deprimirse o frustrarse por no conseguir los objetivos fijados.

Debes tener en cuenta que los datos que arroja la balanza son algo engañosos y solo muestran una ‘foto’ de ese momento en particular. Además, recuerda que no siempre el peso es el mejor indicador de cuán efectiva es la dieta o la rutina que hagas.

Conocer el IMC femenino y masculino es el primer paso para planificar una dieta personalizada.

No dejes que la báscula se convierta en quien gobierna tu vida y quien determina tu felicidad o tu humor. Es tan solo una herramienta que te muestra cuánto pesas. Puede suceder que peses lo mismo pero que estés más delgado (que la ropa te vaya grande) porque en realidad has perdido grasas pero has ganado músculo.

Entonces… ¿cada cuánto debemos pesarnos?

Existen diferentes factores a tener en cuenta al momento de pasar por la báscula. Prestando atención a ellos, evitarás los efectos colaterales de pesarte a diario.

Recuerda que el peso corporal de cualquier persona varía según el momento del día. No es lo mismo pesarnos antes de desayunar que después de hacer ejercicio, cuando ya hemos cenado, o tras evacuar o vaciar la vejiga.

Por ello, se recomienda siempre elegir el mismo horario (o aproximado) para pesarse. Por ejemplo, si sueles subir a la balanza a las 5 de la tarde, cuando sales de la oficina, o a las 20 h, después de entrenar, mantén ese hábito.

Otro consejo importante es tratar de usar siempre el mismo aparato. No todas las balanzas nos pesan de la misma manera; asimismo, es diferente cuando es automática que cuando es mecánica.

A su vez, es necesario que te quites el calzado y tengas la menor cantidad de ropa puesta. Al momento de subir a la báscula, pon los pies separados entre sí, con el objetivo de equilibrar el peso en ambas partes del cuerpo.

Medidas complementarias al pesarnos

Algunos profesionales recomiendan, por ejemplo, tomar otras medidas adicionales a la balanza, como para comparar. Por ejemplo, podemos hacernos una fotografía mensual o medir los centímetros de las caderas, el abdomen o las piernas.

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Por supuesto, siempre tendremos a disposición la evaluación de la ropa (cómo nos sienta tal pantalón o tal chaqueta) e incluso la opinión de quienes no te ven todos los días.

En definitiva, según lo que indique el médico o el entrenador, sería bueno pesarnos cada dos a cuatro semanas. De esta manera, podremos ver los avances (o no) de la dieta que estamos haciendo.

En el caso de que este aparato no arroje los resultados que esperamos, es fundamental no deprimirse ni ponerse ansioso. Obsesionarte por bajar de peso puede convertirse en una enfermedad. Mejor que sigas un tratamiento armónico y según tus necesidades y no que pierdas la salud por unos kilos.


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  • Giménez Sánchez, J., Fleta Sánchez, Y., & Meya Molina, A. (2016). Coaching nutricional para la pérdida de peso. Nutricion Hospitalaria.

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