¿En qué consiste la dieta Ornish?
La dieta Ornish es un modelo alimenticio que se creó con el objetivo de reducir la incidencia y la severidad de las patologías cardiovasculares y coronarias. Por este motivo, incluye una serie de alimentos con nutrientes beneficiosos para la salud, al tiempo que restringe otros que podrían ser perjudiciales a largo plazo.
Las enfermedades cardiovasculares suponen una de las primeras causas de muerte en el mundo desarrollado. Además, suelen dejar secuelas entre los supervivientes que condicionan de por vida sus hábitos y rutinas. En este sentido, es esencial la prevención para evitar que aparezcan, y la dieta que detallaremos puede ser una buena herramienta para ello.
La dieta Ornish
La característica principal de la dieta Ornish es la presencia de elevadas cantidades de vegetales. Estos han demostrado ser beneficiosos para el corazón. En especial el licopeno, presente en el tomate, puede reducir la incidencia de muchas patologías cardiovasculares, según afirma un estudio publicado en la revista Atherosclerosis.
Por otro lado, esta dieta limita todos los productos que no proceden del reino animal, entre los que se encuentran las carnes y los pescados. Para evitar deficiencias nutricionales, incluye suplementos de aceite con elevado contenido en ácidos grasos omega 3, que han demostrado en estudios ser capaces de reducir la inflamación y prevenir la aparición de enfermedades relacionadas con el corazón.
No obstante, el hecho de restringir estos grupos de alimentos puede condicionar negativamente el aporte de proteínasde elevado valor biológico, lo que resulta negativo para preservar una adecuada salud muscular. Para evitar tal situación, es necesario combinar bien los alimentos vegetales con alto contenido de proteínas y procurar aportar todos los aminoácidos esenciales.
Las restricciones de la dieta Ornish
Este régimen alimenticio no solo restringe pescados y carnes, sino que también limita el consumo de otros alimentos que se consideran de mala calidad, como los ultraprocesados industriales y los dulces, con alto contenido en azúcares simples.
Bajo este modelo dietético, no se puede consumir azúcar de mesa ni tampoco leche. Esta última restricción no está justificada por la ciencia, que apoya la ingesta de lácteos enteros al considerarlos positivos para la salud, sobre todo aquellos fermentados.
Asimismo, la dieta Ornish tampoco permite el consumo de bebidas alcohólicas, ya que se consideran nocivas para la salud y para el funcionamiento de los principales sistemas orgánicos del cuerpo humano. La bebida fundamental ha de ser el agua, de la que se recomienda una ingesta de 2 litros al día.
Por último, cabe destacar que este modelo dietético también desaconseja fumar, mientras que sí recomienda la práctica de ejercicio físico de manera habitual y de yoga. El objetivo es reducir la situaciones de estrés y fomentar el equilibrio emocional.
Los principales peligros de esta dieta
A pesar de que varios puntos de este plan de alimentación son acertados, el hecho de seguirla a rajatabla puede conllevar peligros para la salud. La mayor parte de ellos se relacionan con la restricción de las grasas, lo que conlleva, entre otras cosas, un déficit de vitaminas liposolubles esenciales para el organismo.
No resulta beneficioso limitar el consumo de lípidos; solamente es necesario restringir el aporte de aquellos de tipo trans. Sin embargo, tanto los saturados como los insaturados han de formar parte de la alimentación habitual, ya que desempeñan funciones esenciales dentro del cuerpo.
Asimismo, hay que tener en cuenta que plantear una dieta excesivamente hipocalórica también puede ser perjudicial a medio plazo, ya que origina un efecto yo-yo posterior. Las reducciones de peso deben hacerse por medio de un cambio de hábitos, no eliminando alimentos necesarios de la dieta. Esto genera una situación de estrés que reduce la adherencia de cualquier plan alimenticio.
La dieta Ornish, un modelo controvertido
La dieta Ornish no deja de ser un modelo de alimentación vegano con ciertas recomendaciones adicionales y con alguna restricción extra. A pesar de que ciertas propuestas son adecuadas, muchas de las recomendaciones que expone suponen un riesgo para la salud a medio y a largo plazo, por lo que no son aconsejables.
A la hora de reducir el riesgo cardiovascular, es esencial garantizar la presencia en la dieta de ácidos grasos de buena calidad. Al mismo tiempo, es bueno que se limiten los azúcares simples y los alimentos ultraprocesados de origen industrial. Por otra parte, siempre es buena idea restringir el consumo de alcohol y fomentar la práctica de ejercicio físico de manera habitual.
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- Cheng HM., Koutsidis G., Lodge JK., Ashor A., et al., Tomato and lycopene supplementation and cardiovascular risk factors: a systematic review and meta analysis. Atherosclerosis, 2017. 357: 100-108.
- Abdelhamid AS., Brown TJ., Brainard JS., Biswas P., et al., Omega 3 fatty acids for the primary and secondary prevention of cardiovascular disease. Cochrante Database Syst Rev, 2018.