¿Cuál es la mejor pasta para no engordar?
Te vamos a contar cuál es la mejor pasta para no engordar. Y es que todo el mundo disfruta de este alimento, aunque algunas variedades no son demasiado adecuadas cuando se está a dieta. Al menos cuando el objetivo es garantizar un marco hipocalórico que logre promocionar la oxidación y la movilización de las grasas.
Antes de comenzar hemos de comentar que el hecho de engordar o de adelgazar responde a diferentes factores, no solo a una cuestión energética. Cuestiones como la resistencia a la insulina, el funcionamiento de la glándula tiroides o el equilibrio a nivel hormonal pueden marcar la diferencia con el paso de las semanas. A veces se necesitan incluso fármacos para lograr consolidar los resultados.
La mejor pasta para no engordar es la de legumbres
La pasta es un alimento que forma parte de muchas dietas. Ahora bien, no siempre cuenta con una buena calidad. En la mayor parte de las ocasiones se elabora con una harina de trigo muy refinada, por lo que impacta de manera significativa sobre las glucemias sanguíneas. A partir de aquí se produce un estrés pancreático que puede terminar con resistencia a la insulina, el paso previo a la diabetes de tipo 2.
Sin embargo, existen opciones que pueden resultar más saludables. Un ejemplo sería la de harina de legumbres. En este caso hablamos de un producto que cuenta con una proporción de proteínas muy superior. Dichos elementos son fundamentales para asegurar que se desarrolla la sensación de saciedad, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista The British Journal of Nutrition.
Por otra parte, presenta una concentración de fibra muy superior a la elaborada con harina de trigo. Esta sustancia ha demostrado mejorar la salud intestinal, ayudando a prevenir problemas como el estreñimiento. Incluso hemos de destacar que una parte de la fibra actúa como prebiótico dentro del tubo digestivo. Esto quiere decir que sirve de sustrato energético para las bacterias que habitan en el intestino, asegurando así su crecimiento y desarrollo.
Cuidado con los acompañamientos
Es importante comentar que muchas veces el problema tampoco está en la elección de la pasta en sí, sino los acompañamientos que se sirven con ella. En concreto con las salsas. Es frecuente que se utilicen alternativas muy energéticas que puedan provocar un aumento de las calorías de la dieta. Esto a medio plazo resultará en una ganancia de peso graso progresiva.
Por este motivo,
conviene elegir siempre bien los ingredientes con los que se prepararán esta clase de platos. Hay que evitar sobre todo los embutidos y las carnes procesadas. Estas cuentan con aditivos en su interior con los nitritos, que podrían resultar perjudiciales para la salud a medio plazo. Ahora bien, no está nada mal el hecho de asegurar una fuente proteica de calidad. Las carnes frescas, el atún y los huevos son siempre una buena opción.
Del mismo modo será determinante que en la preparación aparezcan siempre un buen puñado de vegetales. Estos alimentos aportan una cantidad significativa de fitoquímicos con capacidad antioxidante. Hablamos de elementos que consiguen neutralizar la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo. Gracias a ello se puede evitar el desarrollo de muchas patologías crónicas, como las cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Incluye en tu dieta la mejor pasta para no engordar
Como has visto, la mejor pasta para no engordar es la elaborada a partir de harina de legumbres. Existen diferentes opciones. De garbanzos, de guisantes, de lentejas…Todas ellas se pueden incluir en la dieta de forma relativamente regular para asegurar un consumo proteico adecuado y para mejorar el aporte de carbohidratos de calidad. Son también una fuente de fibra, lo que contribuirá a estimular la sensación de saciedad y a controlar la velocidad de la entrada de glucosa en sangre.
Por último, ten en cuenta que para no engordar es clave promocionar en su conjunto una serie de hábitos. No solo basta con cuidar la dieta. Marcará la diferencia el hecho de practicar actividad física de forma regular, consiguiendo así mantener un nivel adecuado de masa muscular que permita asegurar la homeostasis en el medio interno. Gracias a ello se favorece la sensibilidad a la insulina y la utilización de lípidos como fuente de energía principal.
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- Westerterp-Plantenga, M. S., Lemmens, S. G., & Westerterp, K. R. (2012). Dietary protein - its role in satiety, energetics, weight loss and health. The British journal of nutrition, 108 Suppl 2, S105–S112. https://doi.org/10.1017/S0007114512002589.
- Gill, S. K., Rossi, M., Bajka, B., & Whelan, K. (2021). Dietary fibre in gastrointestinal health and disease. Nature reviews. Gastroenterology & hepatology, 18(2), 101–116. https://doi.org/10.1038/s41575-020-00375-4.