¿Qué es la creatinina y para qué sirve?
La creatinina es un metabolito de la creatina que se puede encontrar en la sangre y en la orina. Esta ofrece información sobre el estado de salud de los riñones, aunque no siempre este marcador es específico. En ocasiones, puede verse aumentado por el uso de suplementos, lo que no genera problemas para el organismo humano.
Hay que tener en cuenta que la alteración de los parámetros séricos no siempre está relacionada con la presencia de una patología subyacente. A veces estos actúan como buenos predictores, pero es determinante analizar los hábitos de vida y la dieta de la persona para evaluar si realmente existe un riesgo.
¿Qué es la creatinina?
Como comentamos, la creatinina es un producto de desecho que se genera por los músculos. Normalmente, su producción aumenta después de un trabajo físico intenso.
Una vez que la creatinina se genera, se elimina de la sangre gracias a la acción de los riñones y se excreta por medio de la orina. Sin embargo, cuando estos órganos no funcionan bien, es posible que se experimente un aumento de la concentración de creatinina en la sangre.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista European Journal of Internal Medicine, la creatinina es uno de los marcadores más utilizados para evaluar la función renal. No siempre que se encuentra aumentada quiere decir que los riñones no trabajan bien, pero sí puede suponer un signo de alarma.
Hay que tener en cuenta que el consumo elevado de proteínas en la dieta y el ejercicio intenso serán capaces de influir sobre los niveles de creatinina en sangre y en orina. Estos datos los tiene que tener en cuenta el profesional que interprete la prueba de sangre, para de este modo determinar si puede existir un problema en el filtrado.
La suplementación con creatina y la creatinina
Existe un caso típico en el que los valores de creatinina están aumentados; es el de los deportistas que se están suplementando con creatina. Esta sustancia es una de las ayudas ergogénicas más utilizadas por los atletas, ya que acumula evidencias acerca de sus efectos sobre el rendimiento.
Según una investigación publicada en la revista Journal of the International Society of Sports Nutrition, la creatina ayuda a mejorar la fuerza máxima y la potencia. Además, puede provocar también adaptaciones positivas en lo que a composición corporal se refiere.
Sin embargo, en situaciones de suplementación se produce una sobresaturación de los depósitos musculares del ácido. Esto, sumado a un incremento en el desempeño muscular, origina un valor mayor de la creatinina en sangre. De todos modos, no se considera nocivo en este caso, sino todo lo contrario.
Eso sí, en caso de suplementación con creatina, conviene avisar al especialista que interprete los resultados de la analítica sanguínea, para evitar errores en el diagnóstico. Hay que tener en cuenta que el hecho de presentar unos valores elevados del marcador en sangre no genera sintomatología alguna.
¿Cuándo se realiza la prueba de la creatinina?
Normalmente, se analiza el nivel de creatinina en sangre cuando se experimentan síntomas de una enfermedad renal. Estos pueden ser fatiga, hinchazón en los pies o en los tobillos, disminución del apetito, incremento de la frecuencia de micción u orina con sangre o espumosa.
También se suele pedir la prueba en caso de que el paciente padezca diabetes de tipo 1 o 2, hipertensión o antecedentes de enfermedad renal. Todos estas situaciones suponen factores de riesgo para el desarrollo de problemas en la función de los riñones, sobre todo si no se cuidan los hábitos de vida.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que a la analítica sanguínea para la evaluación de los niveles de creatinina hay que acudir en ayunas. Además, es preferible que el día anterior no se realicen esfuerzos físicos elevados, para evitar así una distorsión en los valores.
La creatinina, un marcador para evaluar la función renal
Como has podido comprobar, la creatinina se suele medir para evaluar la función de los riñones. Esta se puede analizar en sangre o en orina, con lo que se obtiene un valor que se introduce en unos parámetros de normalidad.
No obstante, es posible que se experimente una desviación con respecto a este rango normal en situaciones de elevado consumo proteico, de suplementación con creatina y de alta actividad muscular. En cualquiera de estos casos, no habría que sospechar de una mala función renal.
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