Los 4 alimentos grasos que no debes dejar de comer
Existen una serie de alimentos grasos que se consideran buenos para la salud. De hecho, las grasas como tal no son malas, más bien todo lo contrario. Al menos la mayoría de ellas. De este grupo solo se podrían excluir los lípidos de tipo trans, pues cuentan con un cambio en la configuración especial y promueven los mecanismos inflamatorios.
Ahora bien, limitar la presencia de los ácidos grasos cis en la dieta suele ser un error que se comete con frecuencia, pero es necesario evitarlo para alcanzar un buen estado de funcionalidad a nivel fisiológico. En el caso contrario, podrían desarrollarse patologías con el paso del tiempo.
Alimentos grasos que no debes dejar de comer
A continuación, te vamos a mostrar cuáles son los alimentos grasos que no debes dejar de comer. Estos deben incluirse en el contexto de una dieta variada y equilibrada. Es importante evitar los déficits de nutrientes esenciales para prevenir la aparición de enfermedades.
Aguacate
El aguacate es fuente de ácidos grasos de la serie omega 3. Estos nutrientes han demostrado poseer propiedades antiinflamatorias, según un estudio publicado en International Immunology.
Los ácidos grasos pueden reducir el riesgo cardiovascular y mejorar la recuperación del músculo tras un esfuerzo deportivo. Por este motivo, han de aparecer en la dieta de forma frecuente. Cuando se hace ejercicio de manera regular, incluso habrá que incrementar el aporte.
Por otra parte, es determinante asegurar que el ratio omega 3 – omega 6 se encuentra equilibrado, algo que pocas veces sucede. Es frecuente que el desequilibrio se genere hacia el lado de los omega 6, lo que causa un incremento del potencial inflamatorio en el organismo. Esto podría provocar problemas de salud a medio plazo.
Salmón
El salmón es otro de los alimentos grasos que han de estar presentes en la pauta nutricional. También es fuente de ácidos grasos omega 3, así como de proteínas y de micronutrientes esenciales. Estamos hablando de uno de los pescados más saludables, con bajo contenido en metales pesados aun a pesar de su gran tamaño.
Eso sí, conviene cocinarlo antes de consumirlo para asegurar su salubridad desde el punto de vista microbiológico. A día de hoy, son frecuentes las elaboraciones que cuentan con salmón crudo.
Si se guardan buenas prácticas higiénicas, esto sería posible con un bajo nivel de riesgo. Ahora bien, las personas que pertenecen a grupos de riesgo como los ancianos y las mujeres embarazadas han de evitarlas.
Aceite de oliva virgen extra
El aceite de oliva virgen extra es un alimento graso de mucha calidad. Este aceite resulta muy energético, por lo que debe consumirse con moderación.
No obstante, el aceite de oliva aporta lípidos que cuentan con propiedades positivas a nivel de salud. De acuerdo con un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine, la presencia de este comestible de forma regular en la dieta reduce el riesgo cardiovascular.
Frutos secos
Los frutos secos concentran ácidos grasos de calidad en su interior, además de otros nutrientes importantes como las proteínas o varios tipos de minerales. Estos últimos se consideran determinantes para evitar deficiencias que pongan en riesgo el correcto funcionamiento del organismo. Por ejemplo, un aporte inadecuado de hierro originaría una anemia con el paso del tiempo.
Muchas hormonas dependen de minerales para su producción, ya que estos actúan como cofactores. Si los niveles de estos en el organismo no son los correctos, se generarán desequilibrios que afectarán a todos los sistemas.
Incluye en la dieta alimentos grasos saludables
Como hemos podido comprobar, existen muchos alimentos grasos que se consideran saludables y que deben ser incluidos en la pauta de forma frecuente para poder mantener un buen estado de salud. De este modo, se reducirá el riesgo de desarrollar patologías con el paso del tiempo. Para ello, será muy importante también que la dieta sea variada y equilibrada.
Se debe tener en cuenta que, cuando el objetivo es mejorar la calidad de vida, no solo importa optimizar la dieta. Será necesario promover otros buenos hábitos como la práctica de ejercicio físico de forma regular. En concreto, habrá que priorizar el trabajo de fuerza, ya que los estímulos musculares mejoran la función metabólica y preservan el equilibrio a nivel hormonal.
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- Ishihara, T., Yoshida, M., & Arita, M. (2019). Omega-3 fatty acid-derived mediators that control inflammation and tissue homeostasis. International Immunology, 31(9), 559–567. https://doi.org/10.1093/intimm/dxz001
- Estruch, R., Ros, E., Salas-Salvadó, J., Covas, M. I., Corella, D., Arós, F., Gómez-Gracia, E., Ruiz-Gutiérrez, V., Fiol, M., Lapetra, J., Lamuela-Raventos, R. M., Serra-Majem, L., Pintó, X., Basora, J., Muñoz, M. A., Sorlí, J. V., Martínez, J. A., Fitó, M., Gea, A., Hernán, M. A., … PREDIMED Study Investigators (2018). Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet Supplemented with Extra-Virgin Olive Oil or Nuts. The New England Journal of Medicine, 378(25), e34. https://doi.org/10.1056/NEJMoa1800389