Método Wim Hof: guía para practicarlo en casa
El Método Wim Hof despierta tanta curiosidad que cada vez son más los interesados por obtener una guía para practicarlo en casa. Esto se debe no solo por las características de la práctica en sí, sino por los múltiples beneficios que aporta.
Este curioso ejercicio es la combinación de tres pilares: respiración, concentración y frío. En realidad, se trata de un ejercicio de atención plena, o mindfulness, que se realiza en condiciones extremas de frío. De esta manera, es posible mejorar la capacidad de adaptación y resistencia a estímulos desagradables.
Su creador es famoso por los retos extremos a los que somete su cuerpo, pero eso es algo fuera del alcance de casi la totalidad de la gente. Afortunadamente, no hace falta llegar a ese punto para tener una experiencia reveladora. Con todo esto, a continuación proporcionamos una guía sobre el Método Wim Hof, cómo practicarlo en casa y que sea de forma segura.
Aprende a controlar la respiración
El control de la respiración es un pilar fundamental de la práctica del Método Wim Hof. Es a partir de su dominio mediante el cual se alcanza los beneficios de la exposición al frío. Por ello, antes de pasar a la parte de exponerse al frío hay que aprender a respirar correctamente.
La importancia de la respiración en el Método Wim Hof se explica por varias razones. Lo primero es que una respiración tranquila y pausada es incompatible con sentir estrés. Además, permite generar un estado corporal determinado, preparando a la persona para enfrentarse a un estímulo que al principio se siente desagradable, como el frío.
La respiración que utiliza este método se fundamenta en la técnica que se conoce como tumo. Esta es una técnica budista que combina la respiración y la visualización, e implica inspirar profundamente y espirar despacio.
Prepara las exposiciones al frío de forma gradual
El otro pilar de la práctica del Método Wim Hof es la exposición al frío. Este es quizás el componente más difícil pues generalmente estamos más acostumbrados a evitar el frío, más que permanecer en él. Tampoco es tan fácil encontrar sitios por casa que reúnas las condiciones de frío extremo.
La manera más fácil de hacer en casa la práctica del Método Wim Hof es en una bañera o la ducha. Así, se puede regular la temperatura y practicar en un entorno conocido, sobre el que se tiene control.
La exposición al frío debe realizarse de manera gradual, poco a poco y en combinación con la respiración. Se puede empezar con una ducha de agua caliente mientras se empieza a respirar. Una vez la respiración está regulada, habrá que introducir el agua lo más fría posible. En este punto hay que seguir respirando como se estaba haciendo antes.
Precauciones que debes tener en cuenta
Hasta aquí se ha comentado cómo es posible practicar el Método Wim Hof desde casa. A pesar de sus múltiples beneficios, hay que tener en cuenta que la exposición sin mesura al frío extremo puede acarrear graves consecuencias para la salud. Por ello, hay que primar la seguridad por encima de todo.
A continuación damos una serie de pautas que debes tener en cuenta para que la práctica del Método Wim Hof sea lo más segura posible:
- El contacto con los estímulos helados generalmente no debe superar los diez minutos.
- Si en algún momento aparecen sensaciones extrañas relacionadas con la sensibilidad -entumecimiento, calambres, dolor, entre otras molestias- se debe interrumpir el contacto con el frío.
- Después del frío no aplicar un cambio brusco de temperatura, dejar que la piel se vaya acostumbrando poco a poco a la temperatura ambiente.
Mejora tu salud con el Método Wim Hof
El Método Wim Hof puede parecer algo totalmente novedoso, pero lo cierto es que se trata de ejercicios de atención plena que se realizan en un contexto no habitual. Y es el componente de frío lo que le hace un ejercicio muy especial con múltiples beneficios.
En concreto, según un estudio realizado por la Universidad Camilo José Cela, la práctica controlada del Método Wim Hof demostró ser eficaz para disminuir los episodios de migraña y mejorar la calidad de vida de aquellas personas que lo practicaron.
Por último, hay que tener en mente que más allá de los beneficios la práctica tiene que ser segura. Si tienes en cuenta todos estos puntos, sentirás un cambio muy positivo en tu vida.
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- Pastor Sánchez, P. (2020). Efecto del método Wim Hof en sujetos con migraña (Master's thesis).