¿Cuáles son las aplicaciones de la kinesiología?
Las aplicaciones de la kinesiología cubren un gran espectro de posibilidades. Estamos ante una técnica basada en el movimiento, por lo que su uso es muy importante en numerosos casos.
A continuación, vamos a repasar de qué trata esta metodología. Posteriormente, veremos también las aplicaciones más importantes que tiene y cómo puede beneficiarnos para la vida cotidiana.
Para qué se usa la kinesiología
La kinesiología estudia el movimiento del cuerpo. La palabra viene del griego kinesis, que significa ‘movimiento’. Así, tal y como muestra por ejemplo un estudio publicado por Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy acerca del dolor de cadera, la kinesiología se centra en la acción muscular, buscando cualquier situación patológica.
Específicamente, la kinesiología examina la reacción de los músculos ante elementos estresantes. Por ejemplo, relaciona el sistema muscular con los órganos del cuerpo, de tal forma que tratando estos últimos mediante técnicas como la acupuntura, se relaje el sistema muscular. La teoría dice que, de esta manera, se mandan las señales adecuadas a través del sistema nervioso para calmar los problemas que existen.
Ahora que sabemos un poco más, vamos a ver qué aplicaciones concretas tiene esta técnica.
Tratar un dolor
La primera aplicación quizá también es la más obvia. Acudimos a un terapeuta generalmente debido a un dolor. Gracias a la kinesiología, buscaremos la causa de ese dolor e intentaremos calmarlo tratando su causa.
En este caso, el dolor suele estar asociado a un músculo o a una estructura relacionada con los músculos, como pueden ser los ligamentos o tendones. Si conseguimos el objetivo de tratar la patología que padecemos, obtendremos un alivio del dolor.
Aumentar el rendimiento deportivo
Con los músculos en tensión, bajará notablemente el rendimiento deportivo. A través de la kinesiología, es posible descubrir qué está causando estos problemas musculares. Al saberlo, trataremos los músculos y estos volverán a su estado original, lo que nos devolverá plenas capacidades deportivas.
Mejorar la postura
Otra aplicación de la kinesiología se basa en devolver al cuerpo una postura biomecánicamente correcta. Esto se da de una manera sencilla, pero muy importante.
Los músculos unen los huesos del cuerpo entre sí. Por lo tanto, las estructuras que le dan al cuerpo su postura son los músculos. Al examinar el movimiento, la kinesiología se centra en los músculos y en su estado. Es probable que, al liberar varios de ellos, el organismo vuelva a su estado natural y desaparezcan potenciales problemas relacionados con la mala postura.
Descubrir causas que no habíamos considerado
Cuando nos duele una parte del cuerpo, lo solemos asociar simplemente a una patología de esa misma zona. Pensamos en el músculo, el tendón, los ligamentos o en la articulación. Sin embargo, es posible que hayamos buscado tratamiento para todas estas estructuras y no hayamos conseguido calmar el dolor inicial.
Aquí es cuando entran en juego terapias como la kinesiología, la cual nos permite analizar los órganos internos e incluso las emociones para tratar de buscar el origen del dolor.
En estos casos, sin ella, podríamos seguir aplicando calor a la zona que nos duele durante años sin notar mejoría. En resumen, como señala una publicación de Revista de Enfermería, con esta técnica vamos a tratar aspectos físicos y energéticos.
Tratar problemas de aprendizaje
Por último, la kinesiología se ha aplicado también en casos de dislexia con buenos resultados. Esto es porque el movimiento que examina esta técnica crea las redes neuronales que utilizamos en el resto de actividades diarias. Por lo tanto, al guiar al paciente y asegurarnos de que realice un movimiento correcto, estamos fortaleciendo estas redes.
En estas situaciones, la kinesiología puede ser una buena terapia complementaria. No podemos dejarlo todo en sus manos, pero si el paciente ya recibe otros tipos de tratamientos, añadir la kinesiología puede consolidar las mejoras.
La kinesiología, una terapia con buenos fines
Como vemos, las aplicaciones de la kinesiología son muy variadas. La combinación de tratar dolores físicos con buscar causas más allá de lo físico hace que ayude a gente que crea que lo ha intentado todo sin éxito. Con esta técnica, podremos buscar desencadenantes como el estrés o la ansiedad.
La kinesiología siempre ha formado parte de la medicina natural. No obstante, últimamente cada vez se utiliza más junto a otras técnicas de medicina tradicional.
Por lo tanto, puede que sea una buena opción si te encuentras entre las personas en esta situación. A través del movimiento, el terapeuta identificará de dónde procede la causa del problema, y desde aquí, ya podrá tratar las distintas estructuras que se encuentren relacionadas con esa parte del cuerpo.
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- F. Simeón y J. Monge. Kinesiology. Revista de Enfermería. 2005, 28(12):19-22
- D. Neumann. Kinesiology of the Hip: A Focus on Muscular Actions. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy, 2010, 40(2): 82-94