¿Cómo funcionan los masajes neuromusculares?
Los masajes neuromusculares son una gran manera de relajar los tejidos del cuerpo. Se pueden usar tanto para recuperarse de una sesión de entrenamiento como para tratar molestias o contracturas y más.
A continuación, vamos a centrarnos en cómo funcionan este tipo de masajes. Es decir, analizaremos cómo consiguen sus efectos y qué beneficios producen en el organismo.
¿Qué son los masajes neuromusculares?
Los masajes neuromusculares consisten en aplicar diferentes grados de presión sobre los tejidos blandos del cuerpo. Además de esta presión fluctuante, también se hacen movimientos específicos con las manos, los cuales buscan generar los siguientes beneficios:
Reducción del dolor
Es el síntoma clave que hace que una persona vaya a recibir un masaje de este tipo. Aunque al acabar la sesión puede haber algo de dolor residual, al cabo de unas pocas horas, se notará el alivio.
Sobre todo se indica para tratar el dolor crónico, ese que lleva varios días o incluso semanas o meses y no desaparece. Sus efectos son comprobados por la literatura académica, como por ejemplo un estudio llevado a cabo por profesionales de la Universidad del Cauca.
Eliminación de contracturas
El masaje tiene como finalidad relajar la musculatura, por lo que uno de sus principales beneficios es la eliminación de tejido muscular en estado patológico. En el caso de las contracturas, se tratarán específicamente las fibras causantes del malestar, las cuales volverán a su estado habitual. Este efecto también se conoce como normalizar el tono muscular, ya que dejará de estar artificialmente contraído.
Aumento de la movilidad
Como hemos visto, el masaje relaja la musculatura, y otro de los beneficios de tener la musculatura en su estado natural es que tendremos mayor movilidad. Es decir, se «dejará estirar» en vez de estar agarrotada, y lo notaremos en cada movimiento.
Mejora de la circulación
Al eliminar estados patológicos, lo que se busca es restaurar niveles normales de circulación. Esto no solo ayuda a mantener el músculo en condiciones adecuadas, sino que una buena circulación también es necesaria para eliminar sustancias dañinas.
¿Cómo funciona?
Los masajes neuromusculares basan su efectividad en la estimulación. Lo que se busca con este método es estimular fibras para que trabajen y recuperen el ciclo normal de contracción-relajación.
Esto también es aplicable a los tendones, e incluso los nervios se pueden estimular para que recuerden cómo realizar correctamente su función, según un trabajo de grado presentado en la Universidad de Castilla-La Mancha. Para entender la manera como funcionan, vamos a analizar distintos factores patológicos sobre los que trabajan.
Puntos gatillo
Uno de los síntomas que tratarán los masajes neuromusculares con mayor atención son los llamados puntos gatillo. Se trata de las fibras exactas que están patológicamente contraídas y que son el origen de contracturas y otros dolores musculares.
La técnica de masoterapia en este caso se basa en mantener presionada estas fibras patológicas durante unos 30 segundos. Durante este tiempo, la presión se modula para que el paciente sienta cierto grado de dolor, que desaparecerá con el tiempo.
Después, la presión se suelta de golpe y hace fluir gran cantidad de sangre a la zona, lo que elimina sustancias perjudiciales. Al aumentar de golpe la circulación, las fibras vuelven a su estado normal.
Problemas posturales
En segundo lugar, cuando conseguimos que un músculo o grupo de músculos se relaje, vamos a lograr también una mejora postural. Es decir, trabajamos elementos individuales para que el todo trabaje de manera correcta.
Es por esto que una contractura en el cuello nos puede dar problemas lumbares. Aunque parezca que no tiene conexión, cuando un músculo está patológico, el resto del cuerpo lo intenta proteger. Esto nos lleva a adoptar posturas poco naturales que pueden acabar descompensando otros grupos musculares.
Fatiga
Junto con el descanso, los masajes neuromusculares vienen bien para volver a nutrir los músculos. De nuevo, aquí hablamos del aumento de circulación favorecido por las presiones y relajaciones en la fibras patológicas.
Este aumento de sangre —que notaremos en forma de calor— también ayuda a que los músculos se hidraten y se nutran. De este modo, ayudan a que nos recuperemos antes de sesiones intensas de deporte.
Una gran ayuda para deportistas y sedentarios
Como vemos, los masajes neuromusculares son positivos porque tratan varias facetas de los músculos, tendones y nervios. La estimulación puede ayudar a deportistas que entrenan duramente, pero también es beneficiosa para personas sedentarias que sufren contracturas debido a malas posturas o posturas mantenidas.
Tratar estas dolencias ayuda a que el paciente tenga mayor movilidad y calidad de vida. Por algo es una de las técnicas más utilizadas en las sesiones de fisioterapia desde hace décadas.
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- P. Vernaza. El masaje como técnica de intervención en el manejo del dolor. Revista de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Cauca. Vol 9, Núm 2, 2007
- V. Cardos. Eficacia de la reeducación neuromuscular en la parálisis facial. Trabajo de Fin de Grado en la UCLM, 2016.
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