Sesamoiditis: ¿cómo tratar los dolores?
Si hemos empezado a andar más o sobre superficies más complejas y tenemos molestias en el pie, una de las causas puede ser la sesamoiditis. Es una afección que se da en una zona sensible de la planta del pie, que puede afectar además a nuestros hábitos diarios. Conoce todo al respecto en el siguiente artículo.
¿Qué es la sesamoiditis?
De nuevo estamos ante una -itis, y por lo tanto, ante una afección que cursa con inflamación. Esta patología en concreto hace referencia a los huesos sesamoideos, aunque técnicamente lo que se inflama no es el hueso, sino las estructuras de su alrededor.
Pese a que en el cuerpo humano existen más huesos de este tipo, a los que habitualmente nos referimos con esta lesión son los dos huesos pequeños y redondeados que se encuentran justo detrás del dedo gordo de los pies. En algunos casos, los huesos pueden ser ‘bipartidos’, lo cual hace que parezca que tengamos cuatro, pero no es frecuente.
Estos huesos sirven para proteger los tendones de varios músculos que recorren la planta del pie. También tienen una función de palanca, por lo que ayudan a los músculos a ejecutar su función de manera más efectiva.
Al estar en la planta del pie, estos huesos están obligados a aguantar fuertes presiones. Ya sea al andar, correr, saltar o cualquier acción en la que apoyemos el pie en el suelo, una parte de la fuerza ejercida la absorberán estos huesecillos.
Causas
Las causas de la sesamoiditis están relacionadas con el hecho de ser una zona tan expuesta a soportar cargas importantes.
- Un estrés repetido. Si caminamos largas distancias, somos corredores de fondo o practicamos baloncesto, es común que la acumulación de fuerzas acaben produciendo una sesamoiditis.
- Un aumento súbito de la fuerza. Como en muchas otras patologías, no realizar un aumento gradual del ejercicio puede ser perjudicial. Si pasamos de una vida sedentaria a realizar rutas complejas de senderismo, ni los músculos ni los tejidos blandos estarán preparados, y una de las consecuencias puede ser que se resientan los huesos sesamoideos.
- Un gesto incorrecto. Aquí hacemos referencia a dos factores. Por una parte, si realizamos actividades deportivas de manera incorrecta, estamos enviando más presión sobre la zona, o como mínimo una presión que el cuerpo humano no está preparado para soportar. En segundo lugar, si por cuestiones genéticas tenemos un pie plano o cavo, esta distribución de fuerzas también será incorrecta y podrá dar lugar a la aparición de sesamoiditis. Esto también resulta de aplicación si utilizamos con frecuencia tacones altos, lo cual incrementa la presión sobre la parte anterior del pie.
- Infecciones. Los huesos y sus estructuras adyacentes también pueden inflamarse debido a una infección.
- Procesos degenerativos como la artrosis u otras artropatías.
¿Cómo tratar los dolores?
El principal síntoma de la sesamoiditis es el dolor y la rigidez en la planta del pie, por detrás del dedo gordo. Además, como hay inflamación, la zona estará hinchada, roja y más caliente al tacto. Sumado a esto, una persona que sufra de sesamoiditis cambiará su forma de caminar para tratar de apoyar la zona dolorida el menor tiempo posible.
Curar estos dolores puede ser un proceso largo, que podría llegar a los seis meses en ciertas ocasiones, ya que en casos muy graves puede haber una fractura del hueso.
El principal componente de la recuperación será el reposo. Dejar de ejercer las presiones que han causado la patología dará la posibilidad de recuperarse.
En segundo lugar, debemos analizar nuestro caso: saber si tenemos alguna modificación genética que nos haga propensos a este tipo de lesiones o si nuestros gestos deportivos o equipamiento deportivo (calzado) es mejorable.
También debemos tratar la inflamación con los métodos clásicos, aplicando frío, elevando y comprimiendo la zona y acompañando con medicación antinflamatoria si es necesario.
Además de esto, también será aconsejable visitar al fisioterapeuta. Un profesional de este campo nos podrá ayudar con las aplicaciones correctas de frío, así como también nos permitirá tratar el dolor y lograr la recuperación mediante la aplicación de técnicas como corrientes eléctricas y ultrasonidos.
Asimismo, nos podrá ayudar recomendándonos ortesis o férulas para un apoyo más suave del pie. Y finalmente, también podrá darnos consejos personales dependiendo de nuestro estilo de vida, con el fin de mejorar y prevenir recidivas.
Para finalizar, hemos de destacar que, si bien hay opciones quirúrgicas disponibles, se utilizan en casos excepcionales. Siempre se priorizará el tratamiento conservador.
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- Turf toe and sesamoiditis: what the radiologist needs to know. Schein A., Skalski M., Patel B., et al. Clinical Imaging. Vol. 39, Issue 3 (2015); 380-389
- Tratamientos de la sesamoiditis: físicos, ortésicos y quirúgicos. Revisión bibliográfica. González Piñeiro, A. Trabajo fin de grado. Universidade da Coruña. Facultade de Enfermaría e Podoloxía (2015)
- A radiological study of anatomical variants of hallux sesamoids. Mallikarjun A., Muthiah P., Bhuvaneswari V. National Journal of Clinical Anatomy. 7 (03): 128-133 (2018)