¿Cómo tratar una elongación muscular?
Los deportistas se exponen a muchos tipos de lesiones. Según la disciplina de la que se trate, serán más frecuentes unas u otras. Sin embargo, las lesiones musculares son comunes y frecuentes. Una de las que suele aparecer en diversas disciplinas es la elongación muscular.
Es difícil saber exactamente cuánta tensión y fuerza pueden soportar los músculos, por lo que es habitual acabar con algún tipo de daño. Una de las formas más leves de este tipo de lesión es la elongación muscular. A continuación, vamos a ver exactamente en qué consiste y cómo se trata, para recuperarnos con la mayor brevedad posible.
¿Qué es la elongación muscular?
Para entender cómo hay que tratar una elongación muscular, primero debemos saber qué es. Una elongación muscular es una lesión leve en la que han habido microrroturas de fibras debido a un estiramiento brusco o anormal.
Para hacerse una idea de la gravedad, es un poco más serio que una contractura, pero menos grave que la rotura parcial de un músculo. Eso es así porque las fibras no solo se han contracturado, sino que han habido microrroturas. No obstante, dichas microrroturas no ponen en peligro la continuidad del músculo en cuestión ni son roturas de paquetes de fibras.
De todo lo anterior se desprende que la elongación es una lesión que aparece por falta de flexibilidad del músculo. Cuanta más flexibilidad se tiene, menor es la resistencia que opone un músculo a ser estirado. Si no existe la suficiente flexibilidad, no será capaz de dejarse estirar y, en caso de ser un tensión grande o repentina, se producen las microrroturas.
Esta lesión también puede aparecer si no realizamos un calentamiento adecuado o si el músculo ya viene fatigado de un esfuerzo anterior. Al ser una lesión muscular menor, no existe dolor en reposo; únicamente notaremos dolor cuando le solicitemos al músculo una contracción. Es decir, nos dolerá cuando lo intentemos utilizar.
También habrá dolor a la palpación y podremos notar rigidez y dificultad para realizar movimientos. Cuanto más grave sea la elongación, más significativos serán estos síntomas.
Cómo tratar una elongación muscular
Lo primero que debemos hacer al notar una posible elongación es dejar de hacer el deporte que estemos realizando. Seguir cuando hemos notado un dolor de aparición súbita tras un estiramiento inusual de un grupo muscular solo empeorará la lesión.
A continuación, es necesario realizar el clásico protocolo de actuación ante una lesión de este tipo: hielo, compresión, reposo y elevación. De esta manera, limitaremos la inflamación y el daño resultante, así como el edema que pudiera aparecer.
El siguiente paso sería acudir a un médico para confirmar el diagnóstico. Es importante descartar cualquier lesión más grave, y las pruebas diagnósticas nos dirán exactamente qué lesión tenemos. Vamos a continuar asumiendo que nos diagnostican una elongación muscular.
A partir de aquí, en general, una elongación muscular se curará sola con reposo. Puede tardar como máximo 10 días, pero es probable que a la semana ya estemos recuperados. Para ayudar a la recuperación, podemos seguir aplicando hielo durante los primeros días, así como mantener la extremidad lesionada elevada.
Si acudimos al fisioterapeuta, este también nos podrá ayudar y guiar en la recuperación de manera efectiva. Las manipulaciones suaves ayudarán a relajar y a recuperar la circulación normal, en tanto que los ejercicios de intensidad variable nos harán saber en qué momento de la rehabilitación nos encontramos.
¡Mantente flexible!
Tras repasar toda esta información con respecto a esta lesión, vemos que lo más importante realmente es prevenir. Si realizamos ejercicios de flexibilización de los grupos musculares que vayamos a utilizar al hacer deporte, empezamos con ventaja.
También será esencial realizar un calentamiento apropiado antes de empezar. Al tener los músculos flexibles y listos, la probabilidad de una elongación se reduce considerablemente.
Por último, debemos respetar los periodos de descanso para dejar que los músculos se recuperen. Si nos notamos cansados o fatigados, es preferible optar por un simple paseo o algún ejercicio de intensidad similar. Ya retomaremos nuestra actividad favorita cuando no exista peligro de lesión.
Con todo, si acabamos sufriendo una elongación muscular, habremos tenido suerte. Esto se debe a que se habrán evitado las lesiones más graves, y en aproximadamente una semana ya estaremos listos de nuevo.
Por lo tanto, si deseamos evitar las contracturas, elongaciones y roturas, simplemente tenemos que estirar, calentar bien y no excedernos con los esfuerzos. El cuerpo estará muy agradecido.
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